Boluarte alcanza un 92% de desaprobación en Perú, pese al alza en proyección de crecimiento económico
Los bajos índices de apoyo ciudadano, sostenidos en los últimos meses, coinciden con una alarma por la inseguridad alimentaria y por el rechazo de 9 de cada 10 peruanos a la gestión del Congreso.
Nuevos datos entregados por encuestas y organismos internacionales plantean una paradoja en Perú: mientras el rechazo a la gestión de la presidenta Dina Boluarte crece hasta un máximo histórico, también lo hace la proyección de crecimiento económico esperada para los próximos años. Pero no es todo. El país vecino también fue catalogado como la nación con mayor inseguridad alimentaria en América del Sur.
Fue un sondeo de la firma Datum Internacional, encargado por el periódico El Comercio, el que reveló que la tendencia a la baja de la mandataria peruana no cesa, alcanzando esta vez un 92% de opinión negativa sobre su administración. El resultado se condice con otras encuestas publicadas en meses previos por la prensa vecina, donde Boluarte, que sucedió al ahora prisionero expresidente Pedro Castillo, oscila entre los 75 y los 90 puntos porcentuales de rechazo.
En esta ocasión, la empresa detalló que la lideresa peruana solo cosecha un 5% de aprobación, lo que también significa un récord negativo para su gestión.
Realizado entre el 4 y el 8 de octubre a nivel nacional, el estudio de opinión reveló detalles interesantes sobre la distribución del descontento con Boluarte. Por ejemplo, el rechazo parece ser transversal en términos socioeconómicos, pero especialmente negativo en los tramos A y B (los más acomodados), y el E (el de menor ingreso económico).
En la misma línea, destacó El Comercio, la aprobación en ambos grupos difería a principios de año, con un cambio especialmente pronunciado en el de mayor ingreso mensual. Mientras en los primeros meses de 2024 la aprobación era del 16% y 9% en los grupos A/B y E, respectivamente, ahora solo llega al 3% en ambos sectores.
Una posible razón que explique el descenso radica en la manera en que Dina Boluarte llegó al poder, un año y 10 meses atrás. Fue a fines de 2022 cuando, tras un fallido autogolpe por parte de Pedro Castillo, la entonces vicepresidenta asumió el liderazgo de Perú. Y lo hizo entre la molestia de los fieles seguidores del profesor peruano, lo que desató violentas protestas que dejaron decenas de fallecidos.
Con ese contexto, no es sorprendente que ya para febrero de 2023, dos meses después de asumir la presidencia, Boluarte ya ostentaba un 76% de rechazo y un 16% de aprobación, números que, si bien tuvieron esporádicos repuntes, la mayoría del tiempo solo empeoraron.
Junto con Boluarte, su equipo ministerial también está mal evaluado, pero no tanto como la jefa de Gobierno, rondando el 75% de rechazo entre los con peores cifras.
En diálogo con el citado medio, Luis Benavente, director de la consultora Vox Populi, dijo que la mandataria parece no percibir las demandas ciudadanas y que “vive aparentemente en un mundo de fantasía que nadie logra comprender”, lo que la deja “en una situación crítica”.
“Es la falta de capacidad de poder ver las cosas y dar una respuesta que, muchas veces, no va a resolver el problema en 24 horas, pero que por lo menos da un aliento. Poniendo, por ejemplo, ministros con mayor liderazgo. Boluarte no está al tanto de lo que pasa en el país y está viviendo una realidad ficticia y se ha olvidado de que es presidenta de Perú”, dijo al periódico peruano.
De todos modos, el Parlamento no se queda atrás en el rechazo ciudadano, consignó el medio RPP. Citando a Datum, advirtieron que el 88% de los ciudadanos consultados por la firma dijeron rechazar la labor del Congreso, y solo un 9% lo respaldó.
Pero la reprobación ciudadana no es el único problema de la actual administración. Según el último informe elaborado por la Oficina del Economista Jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial (BM), Perú es el país con el mayor nivel de inseguridad alimentaria en toda América del Sur.
El ente detalló que, en los últimos años, el país vio un aumento en la “falta de acceso a los alimentos suficientes, seguros y nutritivos para el crecimiento, desarrollo y mantenimiento de una vida activa y saludable”. Esto generó que la prevalencia de inseguridad alimentaria en Perú alcanzara un promedio superior al 50% de la población, lo que posicionó a la nación vecina en el quinto lugar de los 27 países de América Latina y el Caribe, consignó el periódico La República.
Vale aclarar que el cálculo no remite únicamente a la gestión de Dina Boluarte, pues el cálculo se logró al analizar los datos disponibles entre 2021 y 2023, y la actual mandataria gobierna desde este último año.
Eduardo Zegarra, investigador del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), dijo al medio citado que el informe recoge, por ejemplo, un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que señalaba que más del 51% de la población peruana no podía garantizar suficientes alimentos nutritivos. Esto se traduce en que aproximadamente 17,6 millones de personas no pueden lograr llevar una vida activa y saludable. Junto a Perú, Ecuador le hace compañía como los países de la región con el peor indicador al respecto.
Este dato, sumado a la baja aprobación ciudadana, contrastan con un tercero entregado tanto por el Banco Central de Reserva (BCRP) como el Banco Mundial. Y es que ambos ofrecieron una auspiciosa proyección de crecimiento económico para el país, estimando que cerrarán el año en un 3,1%.
La cifra es una actualización de la presentada previamente por los organismos internacionales, que proyectaban un 2,9%, pero la de 2025 se mantiene: Perú crecería el próximo año alrededor de un 2,5%, en un contexto marcado por “la inestabilidad política e inseguridad vinculada a la delincuencia y violencia en toda la región”, describió William Maloney, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.
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