Cristina suma su segundo pedido de prisión preventiva y enfrenta desafuero

Una vez más, el juez federal, Claudio Bonadio, tiene contra las cuerdas a la expresidenta y actual senadora Cristina Fernández. Ello, luego de que la primera sala de la Cámara Federal argentina, confirmara el procesamiento de la exmandataria, acusada de comandar una asociación ilícita que recolectaba coimas de empresarios contratistas del Estado, por la causa de los Cuadernos K.

Con esto, la líder del kirchnerismo enfrenta su segundo pedido de prisión preventiva -el primero fue en diciembre de 2017, por supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA- y una eventual nueva solicitud de desafuero, que podría complicar su futuro político.

Tras su elección como senadora en los comicios legislativos de octubre de 2017, la actual parlamentaria se encuentra protegida por su estatus y por legisladores del Partido Justicialista (PJ), que se han negado a tratar el desafuero mientras no exista una condena firme en contra de Cristina K.

Desde su cuenta de Twitter, la exmandataria rompió su silencio y sostuvo que "esa Cámara Federal hizo exactamente lo que publicó Clarín: dijo que soy la jefa de una asociación ilícita (una más y van) y dejó afuera a los empresarios". Así, apuntó directamente contra la prensa transandina, por la decisión de la justicia de modificar algunas de las calificaciones de delitos, dejando fuera del armado delictivo a algunos empresarios. Aún así, exfuncionarios como Julio De Vido, Roberto Baratta, Nelson Lazarte, José López y el chofer Oscar Centeno también fueron procesados por la misma figura de asociación ilícita.

Con seis procesamientos a cuestas, en casos como el de Hotesur, Los Sauces, dólar futuro, AMIA, entre otros, la expresidenta quedó al borde de un juicio oral. Sin embargo, su envío a prisión parece por ahora poco probable dado el fuero con el que cuenta en su calidad de senadora.

Una vez realizado el pedido de trámite para despojarla de sus fueros, la Comisión de Asuntos Institucionales del Senado tendrá un límite de 60 días para aprobarlo o rechazarlo. Sumado a eso y de manera independiente, el pleno de los senadores, es decir los 72 parlamentarios, tendrán 180 días para tratarlo en el recinto. Sin embargo, solo se admitirá con el voto de dos tercios de los legisladores.

De acuerdo con los analistas argentinos, es este último punto el que obstaculiza el pedido de la justicia sobre Cristina K. Según el politólogo de la Universidad de Buenos Aires, Julio Burdman, es difícil que este nuevo antecedente judicial erosione la imagen de la exmandataria, que está consolidada en la franja habitual, a pesar de todos los procesos. Además, en cuanto al eventual pedido de desafuero, este experto señala que "no tiene chance, salvo que haya un giro fuerte en los senadores peronistas, pero sería absurdo", indicó a La Tercera.

Mientras, Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque justicialista, señaló que "la ratificación de la Cámara no modifica el hecho de que no procede el desafuero hasta que no haya sentencia firme". En ese sentido, insistió en que la principal bancada de oposición no impedirá que la senadora siga en su cargo y en libertad. Además, el receso del Congreso hasta marzo también indica que los parlamentarios recién se aproximarían a discutir el asunto el próximo año.

Desde el oficialismo, ratificaron que con la confirmación del procesamiento contra Cristina Kirchner es suficiente para proceder a su desafuero. Aún así, sin el Partido Justicialista es muy difícil que se consigan los dos tercios necesarios para avanzar en la tramitación.

"Cambiemos ya fijó su posición. Nosotros vamos a votar a favor de los desafueros de los legisladores que tengan prisión preventiva dictada por un juez y confirmada por la Cámara de apelación", dijo al diario La Nación el titular provisional del Senado, Federico Pinedo.

De acuerdo con la composición actual de la Cámara Alta, la coalición Cambiemos de Mauricio Macri sólo cuenta con 25 senadores, mientras que la oposición tiene 47, de los cuales 22 (del PJ) y otros nueve, son fieles al blindaje de Cristina K.

"Mientras el peronismo federal no modifique su postura, el desafuero no va a prosperar", comentó a La Tercera el politólogo transandino, Ignacio Labaqui. Sumado a esto, el hecho de que Pichetto señale que solo votará si hay una sentencia confirmada en segunda instancia, se reducen las posibilidades porque "para eso falta una eternidad. Dos años mínimo", agregó este analista.

En ese escenario y con la inmunidad por delante, nada impediría -ni siquiera el procesamiento por asociación ilícita- que Cristina K compita en las presidenciales de 2019, en una eventual contienda frente a Macri, que se juega su reelección.

Si el Ejecutivo decidiera llamar a sesiones legislativas extraordinarias en febrero -tal como lo solicitó en diciembre- recién ahí el pedido de Claudio Bonadío pasaría a manos de la Comisión para avanzar en el debate sobre el desafuero. De lo contrario, la solicitud podría ser materia de debate recién en marzo.