De la suspensión del pago de cuentas a bonos: las medidas de los gobiernos ante la crisis

En una entrevista con el diario Corriere della Sera, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, advirtió que el peak de la epidemia en su país -que esta semana superó a China en número de muertos- todavía estaba por llegar y que por delante quedaban semanas decisivas. “Estamos ante una emergencia que no se conoce desde la Segunda Guerra Mundial... Es el desafío más importante de las últimas décadas. Nada volverá a ser lo mismo”, aseguró.

Frente a este escenario, el Ejecutivo de Conte aprobó un paquete de 25.000 millones de euros, el que en una primera etapa considera ayudas de 10.000 millones de euros para apoyar el empleo. En el marco de este decreto, bautizado como Cura Italia, el Ministerio del Trabajo prohibió durante dos meses que las empresas puedan despedir a sus empleados por motivos económicos derivados de la situación de emergencia. Además, se aprobó un abono de 600 euros para aquellos empleados independientes que hayan perdido su trabajo por culpa de la crisis sanitaria.

El Ejecutivo de Conte también definió entregar ayudas en forma de permisos laborales para los trabajadores con hijos a cargo, así como un bono de 600 euros para las personas que no puedan trabajar desde la casa y deban contratar a una persona que cuide a los niños. Para los empleados en cuarentena, esta se considerará como tiempo de licencia por enfermedad.

Asimismo, se facilitará el congelamiento del pago de la cuota de las hipotecas para quien haya perdido el trabajo. También se está estudiando la posibilidad de suspender los pagos durante dos meses de las cuentas de la luz, el gas, el agua y la basura. Y se impulsará una moratoria fiscal y de cotización para los empleados independientes.

España, otro de los países más afectados por el Covid-19 en Europa, también ha dispuesto medidas extraordinarias ante el impacto social de la pandemia. Así, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció “la movilización de 200.000 millones de euros, la mayor cifra de la historia reciente de España”, una cantidad que equivale al 20% del PIB español. “Se sea empresario, se sea trabajador, va a contar con el apoyo del gobierno de España. No vamos a dejar a nadie atrás”, prometió el líder socialista.

El gobierno estableció una moratoria de seis meses para el pago de impuestos a pequeñas y medianas empresas (pymes) y trabajadores autónomos, con bonificación en los intereses. Asimismo, se prohibirán los cortes de luz, gas y agua a colectivos vulnerables. Al igual que Italia, habrá una moratoria en el pago de la cuota de las hipotecas.

Alemania, por su parte, decidió “hacer todo lo necesario”, en palabras de la canciller, Angela Merkel, para enfrentar la crisis por el Covid-19. Así, dispuso un volumen total de 500.000 millones de euros en créditos para hacer frente a las necesidades de la economía germana. En este marco, el país volverá a acoger al denominado Kurzabeit, un plan de compensación salarial de los trabajadores vía fondos públicos ya utilizado en la crisis financiera de 2009. La agencia de empleo estatal financiará hasta el 60% de la pérdida del sueldo neto causada por la reducción de horas impuesta por las empresas con un límite de dos años.

Al igual que Alemania, Dinamarca se centró en el riesgo de incremento del desempleo. El gobierno se comprometió a pagar el 75% del sueldo de los empleados amenazados, a cambio de que no se produzcan estos despidos.

En una alocución televisada, el Presidente francés, Emmanuel Macron, explicó que se dedicarán 300.000 millones de euros “para que ni una sola empresa por pequeña que sea caiga en la bancarrota”. Con ese objetivo, se establecerá un plan para garantizar el 70% de crédito a aquellas pymes que tengan problemas para obtener liquidez en sus bancos. Además, se suspenderá el pago de impuestos y cotizaciones sociales, de las boletas de agua, luz y gas, así como los arriendos. También se han destinado recursos para que los trabajadores que lo necesiten puedan reducir su jornada laboral.

En EE.UU., el Presidente Donald Trump pretende inyectar hasta un billón de dólares en la economía. La mitad de ese monto se iría en dos masivos envíos de cheques al conjunto de los estadounidenses, exceptuando a algunos con ingresos altos, para ayudarlos con el pago de las cuentas y activar el consumo. Estas medidas se suman a la ampliación de las licencias laborales por enfermedad y para cuidado de dependientes aprobadas por el Congreso para los trabajadores de empresas con menos de 500 empleados. El Legislativo también aprobó fondos para que los tests de diagnóstico del coronavirus sean gratuitos para todos, tengan o no seguro médico.

Dentro del plan de choque presentado por el gobierno en Argentina destaca el congelamiento en los precios de medio centenar de productos básicos por un plazo de 30 días. Además, los jubilados con las pensiones más bajas recibirán un bono extraordinario de US$ 470, al igual que los beneficiarios de programas sociales, y se reforzarán los presupuestos de los comedores comunitarios.

En Brasil, en tanto, el ministro de Hacienda, Paulo Guedes, anunció un nuevo subsidio para las familias más pobres. Su valor será de unos US$ 40 dólares mensuales y beneficiará hasta 20 millones de personas, que se mantienen gracias al empleo informal o autónomo. Según Guedes, otra acción del gobierno de Jair Bolsonaro será pagar parte de los salarios de los trabajadores de pymes que se comprometan a no despedir empleados.