Desconfinamiento: Las aperturas, los rebrotes y las divisiones en este proceso

Es el “Plan para la Transición hacia una nueva normalidad” y consta de cuatro fases que se pusieron en marcha desde el 4 de mayo. La desescalada durará en total entre seis y ocho semanas. Eso sí, el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, pretende alargar el estado de alarma hasta el 21 de junio. Por ahora, el país suma 286.718 contagios. Desde ayer, varias zonas del país se encuentran en la fase 2 (el 70% de la población), que elimina las franjas horarias, amplía el número de personas que pueden reunirse, y permite la apertura de playas y el consumo dentro de los locales con servicio de mesa. También se abrirán cines, museos y teatros con un aforo de un tercio.

Sin embargo, Madrid y Barcelona, junto a otras áreas del país, se mantienen en la fase 1, debido a que concentran un importante número de casos todavía. El resto del territorio comenzaría la última etapa de desconfinamiento el lunes 8 de junio.

Corea del Sur ha sido elogiado por su hábil manejo de la crisis de Covid-19, sin embargo, la pesadilla ha vuelto a instalarse. Pese a que durante febrero y principios de marzo Surcorea vivió sus peores días de contagios y fallecidos por el letal virus, ahora el país ha tenido que volver a imponer restricciones. El viernes, más de 200 escuelas se vieron obligadas a cerrar pese a haber reabierto dos días antes, debido a un nuevo aumento en los casos de virus. El jueves se registraron 79 casos nuevos, la cifra diaria más alta en dos meses. La mayoría de estos contagios se relacionan con un centro de distribución en las afueras de Seúl. También tuvieron que volver a cerrar los parques y museos. Se trata del segundo brote desde que Corea del Sur relajó sus medidas hace tan solo dos semanas. El ministro de Salud, Park Neung-hoo, ha asegurado que “si no podemos contener esta propagación, no tendremos más opción que volver al distanciamiento social”.

El primer rebrote se produjo en el distrito bohemio de Itaewon, que debió cerrar sus bares y pubs, luego de que el país registrara 34 nuevos casos.

Mientras Argentina se mueve entre la fase tres (segmentación geográfica) y la fase cuatro (reapertura progresiva) de su plan de desconfinamiento, el país todavía mantiene una cuarentena nacional que se termina el sábado. Sin embargo, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que incluye a la capital y la provincia y concentra al 37% de la población nacional, existen divisiones sobre la flexibilización que se ha ido llevando a cabo.

Este lunes, el viceministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, señaló que “hay que retroceder de fase. Estamos en la parte de ascenso de la curva. Cuando empiezan a duplicarse los casos, hay que achatar la curva”. Pero el gobernador de la provincia, Axel Kicillof, señaló que la decisión de retroceder de fase no estaba tomada.

Por otro lado, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, descartó la posibilidad de retroceder de fase, salvo que la situación epidemiológica “se descontrole” en los próximos días. El total de casos en el país es de 16.851, y el AMBA concentra 14.098.

El 14 de mayo, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, anunció el levantamiento del estado de emergencia en 39 de las 47 prefecturas del país. Tokio recién comenzó la reapertura la semana pasada, lo que permitió a bares y restaurantes volver a operar tras 48 días bajo estado de emergencia.

Sin embargo, las cifras ya demuestran una posible segunda ola. La semana pasada se confirmaron 43 nuevas infecciones en solo seis días, 21 de ellas en una sola jornada, en la ciudad de Kitakyushu, luego de tres semanas sin sumar contagios. Kenji Kitahashi, el alcalde de Kitakyushu, dijo el viernes que la ciudad estaba “en medio de una segunda ola”.

De todas formas, Tokio, con 14 millones de habitantes, comenzó este lunes la fase 2 de desconfinamiento, que permite una apertura de los colegios y comercios. Además, cines y teatros volverán a operar.

Tras de 78 días de cuarentena, la capital de Filipinas, Manila, comenzó ayer su desconfinamiento con la habilitación del regreso al trabajo y la operación del transporte público para reactivar la economía. Eso sí, Filipinas aún no ha logrado controlar la curva de contagios, que superan los 18 mil (el 64% en la capital). Desde ahora, en la ciudad donde viven 13 millones de personas pueden reabrir casi todos los locales, excepto peluquerías y centros de masajes, y los restaurantes solo tendrán opción para llevar. También se mantendrá el distanciamiento social de dos metros en espacios públicos.

El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, declaraba días atrás que Rusia ya pasó su peak de coronavirus y, por ello, anunciaba el plan de desconfinamiento de la capital que comenzó ayer. Se reabrieron tiendas de comida y locales de servicios que mantengan un mínimo contacto con clientes, como tintorerías, lavanderías y talleres de reparación.

Se permiten también paseos tres veces a la semana y el ejercicio al aire libre con mascarilla será posible entre las 5.00 y las 9.00. Moscú se convirtió en el epicentro de la pandemia en Rusia, con cerca de la mitad del total de casos del país, 414.878.