¿Dónde está Kamala Harris?: El cambio de rol de la vicepresidenta de Estados Unidos

Kamala Harris
Kamala Harris observa al personal médico de la Casa Blanca preparar su vacuna de refuerzo Moderna contra el Covid-19 en Washington, el 30 de octubre de 2021. Foto: AP

Si en un comienzo el Presidente Joe Biden era inseparable con Harris, eso ha ido cambiando. Tuvieron 38 eventos conjuntos en febrero, su primer mes completo en el cargo, y otros 38 en marzo. Desde entonces, las apariciones de la dupla han caído gradualmente, especialmente después de agosto.


Cuando llegó a la Casa Blanca, el Presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris eran inseparables. La exsenadora y exfiscal general de California lo acompañaba a todas partes, incluso aparecía con el mandatario en el Salón Roosevelt durante las reuniones virtuales con líderes extranjeros. Se suponía que iba a jugar un rol importante en el gobierno.

“Harris tiene el potencial de cambiar el rostro de la política estadounidense”, decía un titular del portal Politico de noviembre pasado, que se hizo eco de muchos otros en ese momento. “Por favor, asegúrese de hacer referencia a la administración actual como la ‘Administración Biden-Harris’ en las comunicaciones públicas oficiales”, decía una directiva de marzo, enfatizando a Biden-Harris en negrita.

Pero nueve meses después, la agenda de Harris refleja la vida de una vicepresidenta más convencional, dice el periódico Los Angeles Times, una que ve al Presidente con menos frecuencia y pasa más tiempo “vendiendo” la agenda de la administración en mesas redondas y excursiones de un día a salas de clases, según un análisis de sus eventos públicos hechos por el mismo periódico.

Tuvieron 38 eventos conjuntos en febrero, su primer mes completo en el cargo, y otros 38 en marzo, dijo el diario británico The Telegraph. Desde entonces, las apariciones de la dupla han caído gradualmente, especialmente después de agosto.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, hace gestos mientras habla en un mitin de campaña para el candidato a gobernador de Virginia, Terry McAuliffe. Foto: AFP

Solo alrededor de una quinta parte de las actividades enumeradas en el calendario público de Harris en septiembre y octubre han involucrado a Biden, en comparación con aproximadamente las tres cuartas partes de ellas en enero y febrero. En octubre, la vicepresidenta tuvo siete actividades con Biden en su horario público, seis de ellas a puerta cerrada. Al menos parte de ese cambio es el resultado de una disminución en las restricciones derivadas del Covid-19, que mantuvo a los líderes más cerca de Washington en los primeros meses.

El único evento público de octubre con Biden se produjo el día 21, cuando Harris pronunció un discurso para celebrar el décimo aniversario del Monumento a Martin Luther King Jr. en el Washington’s Mall.

En los dos meses anteriores, Harris asistió a un evento público con Biden, una ceremonia de colocación de una corona de flores en el Pentágono, el 11 de septiembre. Ambos viajaron en momentos separados ese día para conmemorar el vuelo que se estrelló en Shanksville, Pennsylvania, incluso cuando presentaron sus respetos lo hicieron independientemente.

Según The Telegraph, Harris parece estar distanciándose públicamente de Biden para mantenerse al margen de cualquier tropiezo que pueda tener el mandatario, como una suerte de resguardo ante una posible carrera presidencial de la exfiscal en 2024. Todo esto mientras el Presidente continúa flaqueando en las encuestas.

De acuerdo con un sondeo nacional de NBC News publicado el domingo, el 54% de los estadounidenses desaprueba la gestión de Biden como presidente, un caída de siete puntos respecto de la medición de agosto pasado.

“La frecuencia de las reuniones, tanto privadas como públicas, entre Biden y Harris ha disminuido drásticamente, especialmente desde que la popularidad del presidente comenzó a desplomarse tras la caótica retirada de Afganistán a finales de agosto”, indicó el periódico británico.

Una falta casi total de apariciones públicas conjuntas desde entonces pareció confirmar un informe anterior de The Telegraph de que los estrategas de la Casa Blanca decidieron deliberadamente proteger a Harris de la contaminación política.

El índice de aprobación de Biden ahora ha caído más rápido en sus primeros nueve meses que el de cualquier presidente norteamericano desde la Segunda Guerra Mundial, y enfrenta una multitud de crisis que incluyen el aumento de la inflación y los problemas de la cadena de suministro.

También se dijo que había preocupación porque a Harris no se le ha dado lo que un exasesor calificó como una “cartera estelar de funciones”, sino que se le pidió que se ocupara de los temas altamente polémicos de la seguridad fronteriza y los derechos de voto.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en un mitin de campaña para el candidato a gobernador de Virginia, Terry McAuliffe. Foto: AFP

Los funcionarios de la Casa Blanca y los representantes de Harris niegan, tras ser consultados por The Telegraph, que la dramática caída en los eventos conjuntos entre el mandatario y la vicepresidenta signifique algún cambio en su relación. Sugieren que con el levantamiento de las restricciones pandémicas, Harris viajará más y será enviada a diferentes partes del país para promover la agenda de Biden mientras intenta forzarla a pasar por el Congreso en Washington. También han indicado que hay reuniones privadas y llamadas telefónicas entre ellos que no están en el horario público de ninguno de los dos.

Sin embargo, no aparecer en público con Biden parece tener un efecto beneficioso para Harris. Una encuesta de septiembre mostró que su índice de aprobación había aumentado al 49% desde menos de 40%.

Por otro lado, según Gallup, el índice de aprobación promedio de Biden ha caído 11,3 puntos hasta el 44,7% en sus primeros nueve meses, una caída mayor que la de cualquiera de los 10 presidentes anteriores.

Un portavoz de Biden, Andrew Bates, dijo a Los Angeles Times que “miles de factores” afectan sus agendas y que es común a medida que las administraciones progresan enviar a los principales líderes a diferentes lugares para mejorar la eficiencia. “Tienen una asociación en el molde de la relación Obama-Biden”, apuntó.

Cualesquiera que sean las razones por las que los dos han pasado más tiempo separados, la percepción de la influencia de Harris en la administración está en parte ligada a su proximidad. Biden y Harris han dicho repetidamente que ella sería “la última en la sala” en decisiones importantes.

“El poder y la influencia del vicepresidente se derivan en gran medida de su acceso y relación con el presidente”, dijo al mismo medio Joel Goldstein, un académico que ha escrito dos libros sobre la vicepresidencia. “Eso hace que el vicepresidente parezca más autorizado para otros líderes”.

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