El caso de Rex Heuermann, el arquitecto de Nueva York acusado de ser un asesino en serie
Su vida normal, con esposa y dos hijos, además de dueño de un estudio de arquitectura en Manhattan, contrastan con la acusación de ser “un demonio”, en uno de los casos seriales más importantes de la historia de Long Island. Sospechoso de tres crímenes –más un posible cuarto–, se declaró inocente pese a ser vinculado a las víctimas gracias a pruebas de ADN.
Cuando la noche del 1 de mayo de 2010 una joven de 23 años llamada Shannan Gilbert desapareció en Oak Beach, una pequeña comunidad de Long Island, una serie de eventos se desencadenó, en lo que es considerado como “una de las investigaciones por homicidio más importantes de la historia de Long Island”, aseguró la página oficial de la indagatoria del mediático caso que por años aterrorizó a los residentes de la isla ubicada al sureste de Nueva York.
Tras ocho meses buscando a la mujer, un cuerpo fue encontrado en la playa gracias a una unidad canina del departamento de policía del condado de Suffolk. Pero no era el que buscaban. La sorpresa dio rápidamente paso al horror: otros tres cadáveres aparecieron en las inmediaciones del lugar en que Gilbert había desaparecido, donde uno de ellos resultó ser el de Melissa Barthelemy.
La mujer de 24 años se convirtió en la primera identificada de 11 posibles asesinatos cometidos entre 1996 y 2010, en un caso que luego se conocería como las Cuatro de Gilgo, por la playa de la costa sur de Long Island que lleva ese nombre y donde fueron encontrados sin vida y muy cerca unas de otras nueve mujeres, un hombre y un niño.
Pasaron 18 meses entre la desaparición de Gilbert y el hallazgo de su cuerpo. Una de las críticas que siempre se hizo a la investigación fue que las autoridades no se estaban tomando en serio el caso debido a que las mujeres eran trabajadoras sexuales al momento de su desaparición, recordó BBC.
Fue precisamente por el de Barthelemy –más otros dos casos y, posiblemente, un cuarto– que durante la semana pasada fue arrestado bajo el cargo de homicidio Rex Heuermann, un arquitecto de 59 años. Tras años de escasos avances en la investigación, en 2022 se formó un nuevo grupo que puso, tras numerosas diligencias, al padre de familia y dueño de un estudio de arquitectura en el centro de la mira. Actualmente, se encuentra en prisión preventiva sin derecho a fianza, a la espera de un nuevo juicio programado para el 1 de agosto.
“¿Ha salido en las noticias?”
El pasado jueves, luego de que Heuermann fuera procesado tras su detención ese mismo día, el sospechoso habría preguntado una cosa, según dijo una fuente policial a CNN: “¿Ha salido en las noticias?”.
Rex Heuermann no es un nombre ajeno a la actualidad neoyorquina. Propietario de una oficina en Manhattan autoproclamada como el “principal estudio de arquitectura de Nueva York”, fue arrestado el jueves 13 en esas mismas dependencias acusado de tres asesinatos, detalló el New York Post.
Su empresa, Architecture Design, fue parte de los proyectos que construyeron el aeropuerto JFK, otros relacionados con American Airlines y unos cuantos para organizaciones benéficas católicas, detalla su sitio web.
Durante 2022 fue entrevistado sobre su firma, la que se dedica, entre otros, a ayudar a empresas de construcción a tratar las solicitudes que el Departamento de Edificios de Nueva York (DOB, por sus siglas en inglés) realiza. “Soy un solucionador de problemas nacido y criado en Long Island”, aseguró en aquella ocasión.
El problema ahora es legal, luego de que el grupo encargado de rearmar el caso apuntara al arquitecto como el supuesto culpable del asesinato de Megan Waterman, Amber Costello y Melissa Barthelemy, a lo que se podría sumar el de Maureen Brainard-Barnes, detallaron investigadores a la prensa local.
Ray Tierney, fiscal del distrito, se mostró “confiado” en lograr presentar cargos por el cuarto asesinato y agregó que los actos del sospechoso “fueron los peores que he visto nunca”, informó BBC. Entre otras cosas, esto permitió que se decretara prisión preventiva por la “extrema depravación”, señaló el juez del caso.
Una de las diligencias realizadas en torno a la investigación fue el allanamiento de su residencia, instancia en la que se encontraron más que las 92 armas que esperaban ver según su registro ante el Estado. Heuermann tenía entre 200 y 300, incluidas pistolas, revólveres y rifles semiautomáticos escondidos en un compartimento acorazado tras una puerta metálica cerrada en el sótano.
“Cada vez que alguien tiene ese tipo de arsenal tenemos algunas preocupaciones”, dijo a Fox News el comisario de policía del condado de Suffolk, Rodney Harrison.
Además de las armas del arquitecto, descrito como un ávido cazador, consignó CNN, también encontraron una muñeca de tamaño natural en una vitrina, informó el medio local WPIX, y un retrato de una mujer con la cara golpeada, agregó New York Post. También están buscando objetos que el sospechoso pudiera haberse llevado a modo de trofeo sin despertar alarmas en su círculo cercano.
Ahora, las autoridades policiales de Las Vegas también se unieron a la investigación luego de que se supiera que Rex Heuermann era propietario de una multipropiedad al oeste de Las Vegas Strip desde 2005, detalló Las Vegas Review-Journal.
Según logró recopilar CNN, la familia habría quedado “conmocionada, asqueada y avergonzada” luego de enterarse de los crímenes por los que se acusa al arquitecto, quien tiene dos hijos y es casado. “Estaban indignados. Estaban avergonzados”, dijo el comisario Rodney Harrison a la cadena televisiva este lunes por la noche. “Así que, si me preguntan, no creo que supieran de esta doble vida que Heuermann estaba viviendo”, agregó.
Historia de una detención
Luego de la reapertura del caso, en 2022, rápidamente los ojos de los investigadores se posaron en el arquitecto, afirmaron estos a los medios estadounidenses. Pero tras meses recopilando antecedentes, y luego de que surgiera la preocupación por un potencial próximo ataque, decidieron actuar, explicó el subcomisario de policía del condado de Suffolk, Anthony Carter.
“Es un demonio, y es realmente difícil meterse en la mente de alguien que es capaz de cometer los crímenes que cometió”, aseguró a CNN. “Esta persona pretendió hacer lo que les hizo a estas víctimas”.
Para lograr pruebas más contundentes, los agentes recogieron muestras de ADN en secreto -por ejemplo, a través de una caja de pizza que luego votaron y que contenía restos- y compararon los registros de telefonía del sector.
Fue así como pudieron reducir el margen de búsqueda de manera considerable, al descartar mediante las torres de telefonía y, más importante, al comparar el relato de un testigo que vio al presunto asesino cuya descripción coincidía con la de Heuermann.
La guinda de la torta para los investigadores, sin embargo, llegó desde la ciencia. En uno de los cuerpos a los que se le atribuye la culpa por el homicidio, fue encontrado un trozo de cabello masculino en la tela que envolvía un cadáver. Luego, este fue comparado con el ADN del resto de pizza recuperado por los agentes policiales en enero de este año, resultando en una coincidencia.
Tras el arresto, Heuermann aseguró que era inocente de los tres cargos que se le imputan y lloró, relató el viernes el abogado defensor. “Yo no hice esto”, habría dicho, según CNN.
En el historial de internet del arquitecto se encontraron al menos 200 búsquedas de información sobre los avances del caso Gilgo, además de “búsquedas compulsivas” de fotos de las víctimas y sus familiares, dijo a los medios el fiscal del distrito, Ray Tierney. También aparecieron registros de búsqueda de pornografía violenta y representaciones de mujeres maltratadas, violadas y asesinadas, agregó.
Tierney, en tanto, aseguró que “este individuo seguía frecuentando a trabajadoras del sexo a cualquier hora de la noche”. Y agregó: “Siguió utilizando direcciones de correo electrónico ficticias, identidades ficticias, teléfonos desechables”.
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