Escasez de alimentos y últimas despedidas: los ucranianos se enfrentan a su nueva realidad
Rusia inició una nueva fase más sangrienta de la guerra y la capital, Kiev, se prepara para el bombardeo indiscriminado de los barrios civiles.
Desde la capital, Kiev, hasta las fronteras con Eslovaquia y Polonia, los ucranianos se esconden en sótanos y refugios, luchando por encontrar comida y buscando la forma de escapar del ataque cada vez más violento de Rusia.
Los autos abandonados se alinean en las principales carreteras que salen de la capital, averiados o sin bencina. Algunos automovilistas aceleraron hacia el oeste por los carriles del este para sortear el congestionado tráfico, esquivando vehículos blindados y camiones que transportaban cohetes tierra-aire hacia la ciudad. Los familiares se despidieron de quienes se quedaron, sin saber cuándo podrían reunirse.
Vadym Osovsky, un ucraniano de 39 años, huyó de Kiev con su familia el viernes, conduciendo más de 50 horas hasta la frontera. Luego abrazó a su mujer, a sus dos hijas y a su hijo antes de que ellos cruzaran hacia Eslovaquia. El gobierno ucraniano prohibió a los hombres menores de 60 años salir del país, por lo que él se quedó atrás.
“Esperábamos que los cohetes, la artillería, se detuvieran, pero sólo empeoró”, dijo el Osovsky. “Ya he visto cómo termina este tipo de guerra. La guerra sólo puede acabar muy mal”.
Rusia comenzó una nueva fase más sangrienta de la guerra el martes, golpeando el centro de la segunda ciudad más grande de Ucrania, Kharkiv, con un misil. Funcionarios ucranianos dijeron que Rusia bombardeó edificios residenciales en la ciudad sureña de Kherson, con unos 300.000 habitantes, en su avance. Kiev se prepara para el mismo tipo de bombardeo indiscriminado de los barrios civiles. El Ministerio de Defensa ruso advirtió a los residentes que abandonaran algunas zonas de la capital antes de los bombardeos.
Un video de las consecuencias de un bombardeo, compartido por un residente de un barrio residencial del noreste de Kherson, mostraba un cráter, sangre y partes de cuerpos. El hombre que grabó las imágenes señaló que un cuerpo había sido partido por la mitad.
“¿Puede decirme qué ha pasado aquí?”, preguntó otro hombre aturdido en el video. “Mi pariente vive aquí”. Los residentes conmocionados se refugiaron en los sótanos en medio de explosiones y disparos, mientras los vehículos blindados recorrían las calles. “La situación es horrible”, escribió en un mensaje de texto Maria Masonkova, una estudiante graduada. “Estamos atrapados”.
El martes se refugió en el sótano de su casa en el distrito de Severnyi, en Kherson, junto con su familia, sus amigos y un perro. “En algunos distritos ya no hay luz ni agua”, escribió Masonkova. “La ciudad está cerrada. Todos nos quedamos en casa, sin poder salir. Es peligroso”.
Los médicos del mayor hospital infantil de Ucrania, Okhmatdyt, se preparan para una afluencia de víctimas. Toda una zona del complejo hospitalario, que suele atender a 20.000 niños al año, se convirtió en una sala de traumatismos de urgencia.
“Es tan vil”, dijo el cirujano de Okhmatdyt Volodimyr Vovkun. “Esperamos que no ocurra, pero nos estamos preparando para el bombardeo masivo de civiles aquí también. Estamos viendo las noticias y sabemos que la situación está empeorando”.
La situación suscitó críticas incluso de países que habían apoyado a Rusia. El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, dijo a su homólogo ucraniano que China está “extremadamente preocupada por los daños causados a los civiles”, según una declaración publicada en el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
Los autos abandonados cubrían la franja central de las principales carreteras de salida de Kiev. La gente estaba de pie en el borde de la carretera tratando de conseguir que los lleven hacia el oeste, dijeron otros que hicieron el viaje.
En medio del atasco de vehículos que salían del centro de la ciudad, el tráfico se movía entre 12 y 16 kilómetros por hora durante largos tramos del día. Las colas en las bencineras serpenteaban cientos de metros a lo largo de la carretera. Las tiendas estaban cerradas y la gente iba en bicicleta o a pie por las carreteras que llevan al oeste.
A finales de la semana pasada, los soldados ucranianos volaron el puente que conecta la ciudad de Irpin con Kiev para impedir que las tropas rusas entraran en la capital. Esto dejó a la ciudad aislada de las entregas y sin alimentos.
Felix Tahami, que trabajó con un distribuidor de alimentos ucraniano cerca de Kiev, dijo que las entregas son actualmente imposibles en muchos lugares. “En otros lugares, pueblos enteros quedaron aislados. No hay ninguna posibilidad en el futuro inmediato”, dijo. “Sólo empeorará”. Dijo que los habitantes de pueblos como Irpin sólo pueden esperar las entregas de los voluntarios.
Dmitry Sayuk, de 34 años, dijo que las estanterías de las tiendas están casi vacías. “Todo se compró”, dijo. “Hemos quedado aislados del mundo exterior, así que no contamos con ningún alimento a corto plazo”.
Está tratando de limitar sus comidas a pequeñas porciones de pasta. “Sólo me quedan tres bolsas. Espero que me dure un tiempo”.
El Grupo Fozzy, la mayor cadena de supermercados del país, tiene muchos alimentos, incluidos productos frescos como pepinos y tomates, depositados en los almacenes, según un portavoz. Pero la escasez de conductores y cargadores, los enfrentamientos activos en las carreteras y la escasez de gasolina están haciendo imposible que los productos lleguen a las tiendas.
La cadena de tiendas de comestibles ATB está lidiando con una escasez de mano de obra, en parte porque muchos de sus trabajadores se están ofreciendo como voluntarios para las Fuerzas Armadas para luchar contra el avance ruso, dijo el portavoz Sergey Demchenko. Otros empleados tienen miedo de salir de sus refugios, añadió.
En el oeste de Ucrania, que ha visto menos violencia, las ciudades enviaron alimentos, medicamentos y ropa hacia el este. Los voluntarios de la región de Bukovyna cargaron furgonetas con ayuda con destino a la ciudad sureña de Mykolayiv, donde las tropas rusas han avanzado. Dijeron que traerían a los niños huérfanos de esa región.
En otras ciudades occidentales, los voluntarios prepararon barritas de frutos secos y varenyky, una especie de masa rellena, para enviarlos al este.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados dijo que 660.000 personas habían huido de Ucrania a primera hora del martes, 110.000 más de los que un funcionario de la ONU estimó el lunes por la noche. Si la situación se agrava, cuatro millones de personas podrían huir de Ucrania, dijo la agencia. El Programa Mundial de Alimentos, una agencia de la ONU, se está ampliando para poder alimentar a 3,1 millones de personas.
“He trabajado en crisis de refugiados durante casi 40 años y rara vez he visto un éxodo de personas tan increíblemente rápido, el mayor, seguramente, dentro de Europa, desde las guerras de los Balcanes”, dijo el lunes Filippo Grandi, jefe del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
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