Europa y EE.UU. dan un nuevo impulso al uso de la energía nuclear
Ayer, el Parlamento Europeo votó a favor de incluir esta energía en la lista de actividades sostenibles del bloque. En EE.UU., en tanto, el Presidente Joe Biden estableció un fondo de US$ 6.000 millones para ayudar a los operadores de plantas nucleares con problemas a mantener sus reactores en funcionamiento.
Después de la catástrofe de Fukushima en 2011, la energía nuclear se consideró ampliamente como un modelo en vías de extinción en Europa. Sin embargo, los legisladores de la Unión Europea votaron este miércoles a favor de incluir el gas natural y la energía nuclear en la lista de actividades sostenibles del bloque.
Con la votación en Estrasburgo, la Comisión Europea logró sortear el principal obstáculo que tenía por delante su propuesta para que ciertas inversiones en plantas atómicas y centrales eléctricas de gas se consideren “verdes”, una controvertida clasificación que llegará a los tribunales, según informó la agencia EFE.
La Eurocámara podía vetar la propuesta de la taxonomía adoptada por la Comisión Europea en febrero para esas dos polémicas tecnologías para generar electricidad, pero no reunió la mayoría absoluta necesaria para tumbar esa clasificación, diseñada para orientar inversiones financieras hacia actividades sostenibles en el futuro. Los eurodiputados rechazaron una objeción a la propuesta por 328 votos a favor, 278 en contra y 33 abstenciones.
Según el diario El País, para evitar la entrada en vigor de esta disposición, que pretende clasificar a la nuclear y al gas como energías que pueden contribuir a la lucha contra el cambio climático y, por tanto, merecedoras de una etiqueta verde que puede atraer inversiones multimillonarias, ya solo cabría la posibilidad de que se oponga a ella el Consejo de la UE antes del próximo lunes, algo descartable con casi toda probabilidad.
Para rechazar el “acto delegado” de la comisión, antes de la medianoche del 11 de julio tendrían que objetar el 72% de los países (20 de 27) y que estos representan al menos al 65% de la población de la Unión Europea (unos 290 millones de personas), precisó EFE.
De este modo, la inclusión de ambas energías en el grupo de tecnologías de transición, es decir, aquellas que no pueden ser reemplazadas todavía por otras tecnologías bajas en emisiones y más sostenibles, surtirá efecto a partir del 1 de enero de 2023.
La guerra de Ucrania y la crisis energética derivada de la dependencia de los combustibles de Rusia han servido de catalizador en la votación de este miércoles. “Es una realidad que se necesitan infraestructuras alternativas de gas a las fuentes rusas y esto facilita el financiamiento”, reconoció el eurodiputado español Javi López, a pesar de que él, como la mayor parte de su partido (el socialista), votó a favor de revertir la taxonomía, “porque eso no debiera pasar por calificarlas de verdes”.
“Dada la urgencia de abandonar los combustibles fósiles rusos, tenemos que aumentar esas inversiones (en energías renovables y eficiencia energética) con un sentido de urgencia renovado”, dijo también durante el debate Mairead McGuinness, comisaria europea de servicios financieros.
Pero no solo Europa da otra oportunidad a la energía nuclear. Impulsados por la dificultad de cumplir los objetivos de energía limpia y por la alta demanda de electricidad, un número creciente de líderes políticos en Estados Unidos están analizando de nuevo esta energía, tanto para extender la vida útil de los reactores existentes como para construir otros nuevos, informó el diario The New York Times.
El Presidente Joe Biden quiere eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria energética para 2035, y dijo que un fallo de la Corte Suprema la semana pasada que limita la autoridad reguladora federal no detendrá tales esfuerzos. Pero los problemas de la cadena de suministro que han perjudicado el desarrollo de la energía eólica y solar han presentado el último obstáculo para alcanzar ese objetivo.
Como medida provisional, la administración Biden ha establecido un fondo de US$ 6.000 millones para ayudar a los operadores de plantas nucleares con problemas a mantener sus reactores en funcionamiento y hacerlos económicamente más competitivos frente a recursos más baratos, como la energía solar y eólica.
Los crecientes costos de otras fuentes de energía han hecho que la energía nuclear sea más competitiva en todo el mundo, incluso en Estados Unidos, que tiene la mayor cantidad de plantas nucleares de todos los países. Producen alrededor del 20% de la electricidad del país y el 50% de la energía limpia, indicó el Times. Estados Unidos mantiene 92 reactores, aunque una docena se han cerrado en la última década.
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