Excombatientes argentinos rinden tributo a caídos en guerra de Malvinas hace 40 años y reclaman reivindicaciones
Grupos de veteranos de guerra argentinos retomaron este año la tradición de reunirse en Río Grande (Tierra del Fuego, en el extremo sur de ese país), en un acto de recordación y de homenaje a sus compañeros fallecidos en el conflicto bélico con Gran Bretaña en 1982, luego de dos años de suspensión de esos tributos debido a la pandemia del Covid-19.
Con una vigilia en la remota ciudad de Río Grande, frente a las islas Malvinas, Argentina arrancó la noche de este viernes la conmemoración por los 40 años del inicio de la guerra ante Gran Bretaña, por la que los veteranos aún reclaman reivindicaciones.
Grupos de excombatientes argentinos retomaron este año la tradición de reunirse en Río Grande (Tierra del Fuego, en el extremo sur de ese país), en un acto de recordación y de homenaje a sus compañeros caídos en la guerra, luego de dos años de suspensión de esos tributos debido a la pandemia del Covid-19.
Familias con niños acompañaron a los veteranos en una noche en la que también el ministro de la Defensa, Jorge Taiana, se trasladó al extremo sur de Argentina.
La vigilia en la costera Río Grande, la ciudad más cercana al archipiélago -separadas por 590 km de océano Atlántico-, fue replicada en las principales plazas de Argentina. El sábado habrá una misa en la basílica de Luján, en las afueras de Buenos Aires, y una serie de actividades culturales en la capital argentina, con la presencia del presidente Alberto Fernández.
Y aunque la reivindicación de la soberanía sobre las Malvinas (Falklands, para Reino Unido) es un reclamo generalizado entre los argentinos, muchos veteranos sienten que aún falta reconocimiento hacia ellos.
“Son cuarenta años de déjà vu. Nosotros fuimos escondidos, fuimos ninguneados, fuimos abandonados y luchamos hasta que en 2004 acampamos en Plaza de Mayo 135 días y logramos salir del pozo”, dijo Ramón Robles, quien fue como soldado conscripto a Malvinas y es ahora presidente de la Federación de la Provincia de Buenos Aires de Veteranos de Guerra.
A raíz de esa protesta, el gobierno del ya fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) otorgó pensiones a los veteranos de Malvinas.
Atención médica y justicia
En los días previos a la conmemoración, grupos de excombatientes se han manifestado con protestas en las calles para reclamar por un mejor sistema de atención médica y también para obtener justicia en casos de torturas de los mandos argentinos a sus propios soldados durante la guerra, según sus denuncias.
Otra materia pendiente por muchos años fue la identificación de los soldados enterrados en tumbas sin nombre en las islas, un proceso reciente adelantado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) junto al Equipo Argentino de Antropología Forense.
Hasta ahora se han realizado dos misiones humanitarias: una en 2016 y otra en 2021, con las que han sido identificados los restos de 122 combatientes inhumados en el cementerio Darwin.
En el momento de la rendición el 14 de junio de 1982, “a mí me tocó enterrar compañeros, apilarlos como si fueran bolsas de papas, cerca de la costa”, recordó Robles.
“Malvinas argentinas”
La guerra de Malvinas fue lanzada el 2 de abril de 1982 por la última dictadura militar (1976-1983) del país vecino. Tras 74 días de enfrentamientos que dejaron 649 argentinos y 255 británicos muertos, Londres retomó el control de los archipiélagos que ocupa desde 1833. En total, combatieron 23.428 argentinos y 25.948 británicos.
La Asamblea General de la ONU reconoce desde 1965 la existencia de una disputa de soberanía entre Reino Unido y Argentina sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes, y cada año el Comité de Descolonización de la ONU llama a encontrar una “solución pacífica de la controversia”.
Gran Bretaña responde que la población isleña votó casi en 100% su pertenencia británica en un referéndum en 2013.
En los últimos 40 años, “los habitantes de Malvinas, que antes de la guerra vivían muy mal, han visto mejorar su calidad de vida”, sostuvo el historiador Felipe Pigna.
“Resulta difícil la batalla diplomática, pero la lógica argentina es seguir trabajando diplomáticamente y algún día sentarse a negociar la última colonia en el siglo XXI”, apuntó.
María Liliana Collino, que estuvo en la guerra de Malvinas como enfermera a los 25 años, asegura que no aspira a un reconocimiento personal, sino a que se mantenga el reclamo de soberanía de Argentina.
“Lo importante es que la sociedad entienda que es necesario que no nos olvidemos de que las Malvinas son argentinas. El reconocimiento no es lo que va a mantener Malvinas, lo que va a mantener Malvinas es que la gente siga hablando de Malvinas”, dijo.
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