Frances Haugen, la mujer que puso en jaque a Facebook
La exempleada de la red social recopiló documentos que luego filtró y en los que se demuestra que la empresa, en la que trabajó hasta mayo pasado, puso repetidamente “el crecimiento por sobre la seguridad” de sus usuarios.
Frances Haugen se ha transformado en una suerte de “enemiga número uno” de las plataformas de redes sociales, luego que recopilara documentos que después filtró y en los que se demuestra que la empresa, en la que trabajó hasta mayo pasado puso repetidamente “el crecimiento por sobre la seguridad” de sus usuarios.
El punto de inflexión sobre su visión de las redes sociales se produjo cuando perdió a un amigo a causa del contenido que consumía en ellas. La mujer de 37 años tenía entonces una exitosa carrera profesional, con un currículum envidiable en plataformas de internet gracias a su trabajo en Alphabet de Google y Pinterest.
Sin embargo, su vida cambió cuando le diagnosticaron la enfermedad celíaca y un coágulo de sangre en su muslo en 2014, que la llevó a la unidad de cuidados intensivos. Fue un conocido de la familia quien la ayudó a pasar ese tiempo confinada en su casa, convirtiéndose en un gran amigo.
No obstante, el hombre que alguna vez había tenido puntos de vista políticos liberales, pasaba cada vez más tiempo leyendo foros en línea sobre cómo las fuerzas oscuras estaban manipulando la política. En una entrevista, el hombre recordó que Haugen había intentado sin éxito intervenir mientras gravitaba hacia una mezcla de nacionalismo blanco y oculto.
La amistad entre ambos se rompió y para Haugen significó un cambio en la forma de ver las redes sociales. “Una cosa es estudiar la desinformación, y otra es perder a alguien”, dijo. “Muchas personas que trabajan en estos productos solo ven el lado positivo de las cosas”, dijo en una entrevista con The Wall Street Journal.
De trabajadora a denunciante
Por más de 10 años, Facebook ha buscado convertirse en la plataforma en internet que predomine en el mundo. Y no lo ha hecho nada mal, ya que en la actualidad opera en más de 190 países y cuenta con más de 2.800 millones de usuarios mensuales que publican contenido en más de 160 idiomas. Sin embargo, pese a sus esfuerzos para impedir que pueda llegar a convertirse en un medio para la divulgación de discursos de odio, retórica incendiaria y la desinformación, estas medidas no han ido al mismo ritmo que su expansión global.
“El odio y la ira son la forma más fácil de crecer en Facebook”, dijo tajantemente Haugen el lunes pasado ante una audiencia con parlamentarios británicos. Además, señaló que la empresa sabe “indudablemente” que propaga el odio en línea y que utiliza un sistema que da prioridad a los contenidos que generan más clics, que son precisamente los que más divisiones provocan.
“Indiscutiblemente, (Facebook) está empeorando el odio”, sostuvo Haugen, quien a comienzos de este mes también compareció ante un subcomité del Senado de Estados Unidos en una audiencia titulada “Protegiendo a los niños en línea”. “Estoy profundamente preocupada por el hecho de que no sea posible hacer que Instagram sea seguro para los jóvenes de 14 años y dudo sinceramente que se pueda hacer que sea seguro para alguien de 10 años”, añadió en la audiencia ente el Parlamento británico.
Haugen agregó que estaba “sorprendida de escuchar recientemente que Facebook quiere duplicar el metaverso y que van a contratar a 10.000 ingenieros en Europa para ello”, refiriéndose a los planes de la compañía para un mundo inmersivo en línea que se cree será la próxima gran tendencia de internet.
Las aseveraciones de Haugen, que ha denunciado públicamente las prácticas de la empresa tecnológica, están dando más impulso a los esfuerzos de los gobiernos europeos a fin de redactar una regulación estricta de los gigantes tecnológicos. En su comparecencia, Haugen citó los documentos que compartió con el diario The Wall Street Journal, que ha publicado el material. A la revelación se le ha denominado “Archivos de Facebook” o Facebook Files.
Los documentos, que la mujer también proporcionó a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, dicen que Facebook priorizó las ganancias sobre la seguridad y ocultó su propia investigación a los inversionistas y al público. Si bien el fundador y director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, ha negado las acusaciones, está de acuerdo en la necesidad de actualizar las regulaciones de internet.
La mujer se describe a sí misma en su sitio web como “una defensora de la supervisión pública de las redes sociales”. Nació y se crió en Iowa, es hija de un médico y una madre que dejó una carrera académica para convertirse en sacerdotisa episcopal.
Estudió ingeniería eléctrica e informática en Olin College y posee un MBA de Harvard. Durante su trabajo en las redes social se especializó en el diseño de algoritmos y otras herramientas que determinan qué contenido se sirve a los usuarios.
Un reclutador de Facebook se acercó a ella en 2018. Haugen insistió en que quería un trabajo relacionado con la democracia y la difusión de información falsa. En 2019, se unió al equipo de integridad cívica de la compañía, que analizó la interferencia electoral en todo el mundo. Sin embargo, el equipo se disolvió poco después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2020.
En su entrevista con el programa “60 Minutes” de CBS, Haugen dijo que comenzó a perder la fe en Facebook poco después de que el equipo se disolviera. El trabajo realizado anteriormente por el equipo de integridad cívica se dividió luego entre varios departamentos diferentes. Pero la empresa no estaba haciendo lo suficiente para evitar la desinformación, sostuvo.
“Había conflictos de intereses entre lo que era bueno para el público y lo que era bueno para Facebook”, dijo durante la entrevista. “Y Facebook una y otra vez eligió optimizar para sus propios intereses, como ganar más dinero”.
Haugen afirmó que la compañía no parecía estar dispuesta a aceptar iniciativas para mejorar la seguridad si eso dificultaba la atracción y participación de los usuarios, desalentándola a ella y a otros empleados. Llegó a verse a sí misma y al equipo de integridad cívica como un equipo de limpieza con poco personal.
Hacia el final de su tiempo en Facebook, Haugen dijo que llegó a creer que las personas ajenas a la empresa, incluidos los legisladores y reguladores, deberían saber lo que había descubierto.
En septiembre, Haugen presentó alrededor de ocho quejas ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, en las que decía que Facebook no estaba revelando investigaciones sobre sus deficiencias por parte de los inversionistas y el público, informó CNN.
Sin embargo, ha señalado que su objetivo no es que la gente odie a la red social creada por Zuckerberg. “No odio a Facebook. Me encanta Facebook. Quiero salvarlo“, escribió en su mensaje final en el sistema interno de Facebook, justo antes de dejar la empresa.
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