Friedrich Merz, rival histórico de Merkel en la CDU, se alista para ganar las elecciones alemanas

El líder de la CDU Friedrich Merz en un evento en Halle. Foto: Reuters.
El líder de la CDU Friedrich Merz en un evento en Halle. Foto: Reuters.

El candidato con más posibilidades de ser canciller lleva años como un “outsider” de la democracia cristiana. Más conservador y menos conciliador que Merkel, tuvo un encontrón con ella este último mes por llamar a votar por un proyecto de migración de la AfD.


De la sombra de Merkel a las puertas de la cancillería: Friedrich Merz, el jefe de la Unión de Uniones (la CDU y la CSU), ve cómo este domingo podría convertirse, potencialmente, en el líder del Ejecutivo alemán, luego de casi veinte años acariciando esa ambición.

“El anti-Merkel”, con un estilo de liderazgo más autoritario y posiciones más conservadoras dentro de los democratacristianos alemanes, encarna el viraje a derecha de su partido, que en 2015 abría las fronteras para los asilados sirios, y hoy se plantea votar con la extrema derecha leyes contra la migración.

A sus 69 años, el católico originario de la Alemania Occidental tiene una “rivalidad histórica” con la canciller que pasó 16 años dirigiendo su país. Esta vez, con ella retirada de la política, y la alianza de centroizquierda rota, Merz parece ver una oportunidad para tomar el poder.

Merz y Merkel
Friedrich Merz y Angela Merkel en una elección del partido el año 2000. Foto: Archivo.

Nacido en 1955 en Brilon, Sauerland, Friedrich Merz creció en una familia influyente de la región: hijo de un juez y nieto de un exalcalde, desde la juventud estuvo rodeado por la política. En este contexto, empezó a militar en el CDU en 1980, en plena Guerra Fría en la Alemania Occidental.

Un perfil de Toute l’Europe comenta al respecto: “En 1989, este gigante de 1,98 m fue elegido diputado al Parlamento Europeo bajo la denominación de Partido Popular Europeo, con solo 34 años. Durante su mandato de cinco años, Merz formó parte del Comité de Política Económica, Monetaria e Industrial. Ingresó en el Bundestag en 1994 bajo la influencia de Helmut Kohl, reelegido canciller tres años antes”.

En ese entonces Merz se da a conocer por sus conocimientos en economía y su posicionamiento ultraliberal. En 1998 fue reelegido diputado, y ya para 2002 se asumía como el líder natural del partido, cuando hizo su aparición la figura de Angela Merkel. La rivalidad entre ambos será uno de los hilos conductores de su carrera: Merkel acabó desbancándolo de la jefatura del grupo parlamentario CDU/CSU, obligándole a retirarse progresivamente de la escena política.

Friedrich Merz en una ceremonia de Estado en Berlín. Foto: Reuters.
Friedrich Merz en una ceremonia de Estado en Berlín. Foto: Reuters.

En tanto diputado, fue reelegido en 2006, pero se retiró de la política en 2009. Un año antes Merkel ascendió a la cancillería alemana, cargo que ostentaría hasta 2021. Fuera de la política, entró en distintas empresas: “Se convirtió en miembro del consejo de supervisión de la filial alemana del banco HSBC, presidente del consejo de supervisión del fabricante de papel Wepa, del fabricante suizo de equipamiento ferroviario Stadler, del aeropuerto de Colonia-Bonn y de la filial alemana de BlackRock, el fondo de inversión más grande del mundo”, indica Toute l’Europe.

En 2018 decidió volver al CDU, y ahora lidera la campaña del partido, que tiene un 30% de la intención de voto. Calificado de impulsivo y exigente por los medios de comunicación alemanes, hoy encarna una democracia cristiana deliberadamente girada hacia la derecha, ultraliberal en el plano económico y decididamente conservador en las cuestiones sociales.

El periodista alemán Stefan Kornelius, autor de libros sobre Angela Merkel, comenta a La Tercera: “Creo que la principal diferencia con Merkel es el estilo de liderazgo de ambos, y su contexto político”. Esto, considerando que Merkel viene de la Alemania Oriental, y que su “despertar político” tuvo lugar durante la revolución que terminó unificando el país.

“Merkel tenía una visión bastante ajena al sistema de partidos clásico. Era muy liberal y gobernaba como un presidente, uniendo a los diferentes bandos, siempre encontrando compromisos, nunca presionando a la gente. Y Friedrich Merz es todo lo contrario. Se crio y socializó en la antigua CDU occidental, y probablemente esté menos inclinado a los compromisos. Es más exigente y es más conservador, lo cual lo sitúa en una especie de rango medio del espectro político. No es de derechas y definitivamente no es populista”, comenta Kornelius.

Propaganda de Friedrich Merz en Arnsberg. Foto: Reuters.
Propaganda de Friedrich Merz en Arnsberg. Foto: Reuters.

En la campaña que lleva meses, el candidato Merz también está aumentando sus intervenciones sobre la cuestión migratoria, una línea divisoria bastante marcada con Angela Merkel. Acusa en particular a los solicitantes de asilo y a los inmigrantes de ser responsables de atentados terroristas como los perpetrados en Magdeburgo, en diciembre de 2024, y en la ciudad bávara de Aschaffenburg, el 22 de enero de 2025.

En esta dirección, el pasado 29 de enero Merz y su sección del partido “rompieron un tabú” de la política alemana, aliándose con la ultraderechista AfD para así adoptar un texto parlamentario que esperaba endurecer la política migratoria del país: la moción provocó indignación en Alemania, hasta el punto de sacar a Angela Merkel de su tradicional reserva, llamando a no participar de esta alianza.

Esto, porque desde el final de la Segunda Guerra Mundial los partidos tradicionales de centro siempre se han preocupado de mantener a la extrema derecha alejada de la vida parlamentaria, rechazando cualquier forma de colaboración, alianza o incluso una votación común para bloquear sus ideas.

De todas maneras, según Kornelius, una alianza con el AfD es imposible, y aun si el partido de extrema derecha consigue el segundo lugar en el Parlamento, no habría una alianza con la CDU para gobernar. “La línea del partido es que no habrá ningún tipo de cooperación con la AfD, porque este partido no solo es de derecha, también es extremista de derecha, que es un término legal en Alemania, lo que hace que a ti como partido, o lo que sea que representes, te estén vigilando, te estén observando los servicios de seguridad nacional, porque te consideran una amenaza para la democracia en el país”, apunta el periodista.

Y Merz, comenta Kornelius, no cooperará con AfD: “Eso sería el fin de la CDU. Se autodestruiría, el partido se fracturaría, se desintegraría en varios bandos y la AfD triunfaría”.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.