La disputa de Lula y Bolsonaro por el Nordeste de Brasil, el tradicional bastión electoral del PT
Aunque el actual mandatario vinculó al “analfabetismo” la alta votación que el petista obtuvo allí en la primera vuelta, Bolsonaro habría desarrollado una estrategia para aumentar su apoyo en el Nordeste de cara al balotaje del próximo 30 de octubre.
“Lula ganó en 9 de los 10 estados con mayor tasa de analfabetismo. ¿Sabes cuáles son los estados? En nuestro Nordeste, no es sólo la alta tasa de analfabetismo la más grave en estos estados. Otros datos económicos ahora también son más bajos en las regiones, porque estos estados del Nordeste son administrados por el PT desde hace 20 años”. Cuatro días después de la primera vuelta del 2 de octubre, el Presidente de Brasil y candidato a la reelección, Jair Bolsonaro, las emprendía así contra los votantes del tradicional bastión electoral del izquierdista Partido de los Trabajadores, donde su abanderado y líder, Luiz Inácio Lula da Silva, obtuvo el 67% de los votos válidos.
La polémica declaración de Bolsonaro, quien alcanzó el 26,8% de los votos válidos en dicha región brasileña, tuvo lugar durante una reunión con más de 200 parlamentarios aliados en el Palacio de Alvorada, en Brasilia, el 6 de octubre pasado, reiterando conceptos que ya había expresado la noche previa en una transmisión en vivo en sus redes sociales, según consignó el portal de la revista CartaCapital.
No conforme con relacionar el alto desempeño electoral de Lula con el analfabetismo en el Nordeste, en la cita con los parlamentarios aliados el mandatario también culpó de otros supuestos males que el PT habría llevado a esas regiones. “Donde entra la izquierda, lleva al analfabetismo, lleva a la falta de cultura, lleva al desempleo, lleva a la falta de esperanza. Así funciona la izquierda en todo el mundo. Por eso, el Nordeste está detrás de casi todos los índices teniendo en cuenta los demás estados. Porque la izquierda siempre ha dominado”, insistió.
Esta afirmación fue refutada durante la misma jornada por Lula, quien buscó llevar el tema al centro del debate electoral. “Mi oponente dijo que yo sólo le gané las elecciones porque la gente del Nordeste es analfabeta. No hay analfabetismo por su responsabilidad. Las personas siguen siendo analfabetas porque este país nunca había tenido un gobierno que se preocupara por la educación. São Bernardo do Campo y Santo André nunca habían tenido derecho a tener una universidad federal. Fue un metalúrgico casi analfabeto quien trajo la universidad aquí. Llevamos la universidad a Diadema, Santos y Sorocaba. Yo y este compañero”, dijo el abanderado presidencial del PT, refiriéndose a Fernando Haddad, exministro de Educación entre 2005 y 2012 (en el mandato de Lula y luego de Dilma Rousseff) y actual aspirante a gobernar el estado de Sao Paulo.
Posteriormente, Lula -nacido en Caetés, un municipio del interior del estado de Pernambuco, en el Nordeste de Brasil-, agregó: “Tienen que saber que los nordestinos ayudamos a construir cada metro de asfalto de este país, cada puente, cada casa. Tienen que saber que ya no queremos pasar hambre, que queremos comer. No queremos ser únicamente albañiles, queremos ser ingenieros. No queremos ser empleadas domésticas, queremos ser médicos, sociólogos, maestros. Entonces, quiero pedirles a ustedes que llamen a sus familiares en el Nordeste. Nadie que tenga una gota de sangre nordestina puede votar por este monstruo negacionista que gobierna este país”, lanzó el petista en un acto callejero en São Bernardo do Campo, en el interior del estado de Sao Paulo.
Pero en las redes sociales y aplicaciones de mensajería, los ataques contra los nordestinos comenzaron con el avance del conteo de votos el mismo 2 de octubre, jornada en que se desarrolló la primera vuelta. Según destaca el diario Folha de Sao Paulo, en un audio apócrifo que se hizo viral, un hombre dice que los votantes del Noreste deberían morir. “Estos nordestinos se tienen que morir la mitad, dónde se ha visto… 66% a Lula, estos muchachos no se lo merecen. (…) Estos nordestinos se tienen que morir de hambre (sic), tienen que desmembrar el Nordeste de Brasil”.
Pero los mensajes no eran solo anónimos. En Uberlândia, en el estado de Minas Gerias, la abogada y vicepresidenta de la OAB (Orden de Abogados de Brasil) de la ciudad, Flávia Moraes, publicó un video en tono ofensivo contra los votantes del Nordeste. Junto a dos amigas y con una copa de vino en la mano, atacó: “Nosotras generamos empleos, pagamos impuestos y gastamos nuestro dinero en el Nordeste. Ya no vamos al Nordeste a dar nuestro dinero a los que viven de las migajas. Lo gastaremos en el Sudeste, el Sur o incluso en el extranjero”.
Pese a las críticas de Bolsonaro a los votantes de esas regiones, la revista Veja asegura que el candidato del Partido Liberal (PL) dedicará en este tramo final de campaña especial atención al Nordeste. Los coordinadores de la campaña de reelección quieren que los alcaldes y diputados (estaduales y federales) que son de los partidos de la coalición de Bolsonaro, pero que pidieron el voto por Lula en el Nordeste, salgan de escena y ya no animen a los electores a participar en la votación, ya que las elecciones para la Cámara de Diputados y asambleas estaduales terminaron. Esta desmovilización, según los bolsonaristas, se traduciría en un aumento de la abstención, lo que reduciría el número de votos a favor del petista.
Otra prioridad sería cerrar una alianza con el exalcalde de Salvador, Antônio Carlos Magalhães Neto, candidato a gobernador de Bahía, lo que abriría así una plataforma para el presidente. El cuarto colegio electoral más grande del país, Bahía, le dio a Lula 3,8 millones de votos más en la primera vuelta que Bolsonaro, una diferencia mayor que la ventaja que el presidente tenía sobre su rival en toda la región Sudeste, de 2,5 millones de votos.
Dentro de su plan para el Nordeste, Bolsonaro también cuenta con el apoyo de líderes evangélicos. El diario O Estado de Sao Paulo informó que este lunes el mandatario recibió a una comitiva de pastores evangélicos e influencers evangélicos para diseñar una estrategia de campaña enfocada en esas regiones, con foco en el electorado joven y que incluye una gira por capitales nordestinas en la última semana antes de la segunda vuelta del próximo 30 de octubre.
La caravana, que recorrerá el Nordeste entre el 20 y el 26 de octubre, fue bautizada como “Juventud por Brasil”. El mapa de los influencers bolsonaristas incluye escalas en capitales como Salvador (Bahía), Maceió (Alagoas), Aracaju (Sergipe), Natal (Río Grande del Norte), João Pessoa (Paraíba), Recife (Pernambuco) y Fortaleza (Ceará).
“Vamos a recorrer todo el Nordeste para convertir los votos de los jóvenes”, dijo el diputado federal electo Nikolas Ferreira (del PL por Minas Gerais), el más votado del país, vinculado a la Iglesia Bautista de Lagoinha. “Vamos a darle la vuelta a este juego”.
Pese a los esfuerzos del bolsonarismo, una encuesta presidencial del Ipec para la segunda vuelta, encargada por Globo y difundida este lunes, reveló que Lula tiene una ventaja arrasadora sobre Bolsonaro en el Nordeste.
El petista ganó un punto porcentual con relación al sondeo previo de la encuestadora y alcanzó el 70% de las intenciones de voto entre los nordestinos. Por su parte, Bolsonaro mantuvo el 26% registrado en la encuesta anterior.
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