La “radical” medida de Francia para luchar contra la inmigración: pone fin al “derecho de suelo” en la isla de Mayotte
En visita oficial a Mayotte, archipiélago francés ubicado en la zona norte del Canal de Mozambique, el ministro del Interior, Gérald Marmanin anunció una medida “radical” con el fin del “derecho de suelo”. El objetivo es luchar contra la presión migratoria que sufre la isla por parte de las vecinas islas Comoras.
“Vamos a tomar una decisión radical, que es incluir el final del derecho de suelo en Mayotte en una revisión constitucional que elegirá el Presidente de la República”, declaró el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, nada más bajar del avión en el aeropuerto Marcel-Henry de Dzaoudzi.
“Ya no será posible convertirse en francés si uno mismo no es hijo de padre o madre franceses”, añadió, afirmando que esto “cortaría literalmente el atractivo” del archipiélago, que se enfrenta a una fuerte presión migratoria procedente de las vecinas Comoras. “Se trata de una medida extremadamente fuerte, clara y radical, que obviamente se limitará al archipiélago de Mayotte”, añadió.
Cortes de carretera
Desde el 22 de enero, el colectivo “Fuerzas vivas de Mayotte” realiza cortes de carretera en las cuatro esquinas de la isla, el 101º departamento de Francia, paralizando el tráfico y perturbando la vida económica, para protestar contra la inseguridad y la crisis migratoria.
Mayotte, el departamento francés más pobre de Francia, tiene una población de 310.000 habitantes, según el INSEE, instituto nacional de estadística. Pero probablemente sean muchos más según la Cámara regional de cuentas. El 48% de la población es inmigrante de las islas Comoras u otros países africanos. La mayoría llega ilegalmente en barcos de pesca tradicionales, los kwassa-kwassa, procedentes de la isla comorana de Anjouan, a sólo 70 km de distancia.
Gérald Darmanin ha declarado que la supresión del derecho de residencia en Mayotte, junto con el endurecimiento de las normas sobre reagrupación familiar introducido por una ley de inmigración que se votó en diciembre de 2023, permitirá “poner fin al visado territorial”, sistema que impide a los titulares de un permiso de residencia maorí viajar a la Francia continental.
Su abolición es una de las principales reivindicaciones de los grupos de residentes que paralizan la isla desde el mes pasado. Según el ministro francés del Interior, la supresión de esta medida se incluirá en un proyecto de ley sobre Mayotte -anunciado hace tiempo y confirmado el 30 de enero por el nuevo primer ministro Gabriel Attal- que se presentará a la Asamblea Nacional “en las próximas semanas”.
Una “nueva operación Wuambushu
El Ministerio del Interior ha anunciado que prepara “una nueva operación a gran escala contra la delincuencia y la inmigración clandestina”. El entorno de Gérald Darmanin habla de “Operación Wuambushu 2″. En el marco de la operación Wuambushu, lanzada en la primavera de 2023, se desplegaron cientos de policías y gendarmes adicionales en Mayotte para frenar el flujo de inmigrantes procedentes de las Comoras y combatir la delincuencia y la infravivienda.
Sin embargo, para muchos residentes locales los resultados fueron decepcionantes. A finales de 2023, violentos enfrentamientos entre bandas de jóvenes de pueblos rivales dejaron tres muertos.
Durante la jornada del domingo 11 de febrero, estaba previsto que Gérald Darmanin y la nueva ministra de Ultramar, Marie Guévenoux, visitaran el estadio Cavani, en un barrio de Mamoudzou donde el asentamiento de emigrantes procedentes de la región africana de los Grandes Lagos está cristalizando las tensiones desde principios de año.
El retorno de la cuestión migratoria a la arena política
La izquierda se indigna y la derecha aplaude el anuncio de Darmanin. “¡Por fin!”, exclamó Éric Ciotti en la red social X. El jefe del partido conservador Los Republicanos recordó que el fin del derecho de suelo en Mayotte formaba parte del proyecto de ley constitucional presentado por el partido en 2023.
A la izquierda, el jefe de los diputados socialistas, Boris Vallaud, advirtió que su partido no votaría a favor de tal revisión de la Constitución. En su opinión, sería ineficaz. Por su parte, Marie Toussaint, cabeza de lista ecologista a las elecciones europeas, habló de “demolición de nuestros valores”.
En resumen, el anuncio de Gérald Darmanin reabre las heridas apenas cicatrizadas del debate sobre la ley de inmigración de hace dos meses y permite a la extrema derecha desplegar su programa.
En la televisión privada francesa BFM TV este domingo, Marion Maréchal, cabeza de lista del movimiento de ultraderecha Reconquista para las elecciones europeas, se apresuró a pedir que la medida se extienda “a toda Francia”.
Es el inicio de un nuevo debate. Si quiere evitar un referéndum sobre la cuestión, el presidente de la República tendrá que conseguir que esta reforma constitucional sea aprobada por los parlamentarios, tan divididos como siempre sobre el tema de la inmigración.
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