La superficie de selva se redujo a una razón de 10 canchas de fútbol por minuto en 2021
El año pasado se registró una pérdida global de 3,8 millones de hectáreas de selvas, según un informe de la Universidad de Maryland.
La deforestación tropical genera más del 7% de las emisiones globales de dióxido de carbono, aproximadamente la misma proporción que toda la población de la India. Un nuevo análisis reveló que, en 2021, el mundo perdió selvas a una tasa de cerca de 10 canchas de fútbol por minuto.
El año pasado se registró una pérdida global de 3,8 millones de hectáreas de selvas, según un informe de la Universidad de Maryland publicado por Global Forest Watch, del Instituto de Recursos Mundiales. Eso es una disminución de 11% frente a los niveles de 2020, luego de un aumento de 12% en 2019, donde los incendios representaron gran parte de la variación de un año a otro.
La deforestación relacionada con la agricultura continúa creciendo. Brasil, que alberga más selva tropical que cualquier otro país, perdió 1,5 millones de hectáreas, el 40% de la pérdida total a nivel mundial y tres veces más que lo que perdió la República Democrática del Congo, que ocupó el segundo lugar. La pérdida de árboles no provocada por incendios en Brasil aumentó un 9% el año pasado, a la tasa más alta observada en la Amazonía desde 2006.
Científicos han documentado inquietudes de que el Amazonas se esté acercando a un punto de inflexión, cuando la variación del clima transforme el área en ecosistemas similares a las sabanas. Más de 140 países en la conferencia climática de las Naciones Unidas del año pasado en Glasgow acordaron detener la pérdida de bosques y selvas para 2030.
Indonesia, el país con la tercera mayor cantidad de selva tropical, extendió a cinco años su racha de disminución de la pérdida de selvas, cuya tasa se contrajo el año pasado un 25% por debajo de la de 2020. La tendencia es un buen augurio para los compromisos climáticos de la nación, que se actualizaron en 2021. Indonesia dice que las emisiones forestales caerán tanto para 2030 que se convertirá en un sumidero neto de dióxido de carbono.
Bolivia experimentó la tercera tasa más alta de pérdida de selvas el año pasado, y un tercio de esas 291.000 hectáreas se perdió a causa de incendios, un fenómeno que empeora con el clima cálido y seco provocado por el cambio climático.
Los bosques del norte también experimentan una pérdida masiva de árboles cada año, impulsada por los incendios y la industria forestal. A diferencia de las selvas tropicales, los bosques del norte tienden a volver a crecer, razón por la cual representan menos del 4% de la deforestación.
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