Los alcances de la decisión de Rusia de suspender el acuerdo de exportación de granos ucranianos
El trato, que incluía a Kiev, Moscú y Ankara, permitió reducir el costo mundial de los alimentos, ayudando también a los países con mayor escasez de alimentos, como Sudán y Yemen.
El acuerdo que durante meses permitió exportar cereales desde Ucrania, a través del mar Negro, expiró “de facto” este lunes, luego de que Rusia declarase que suspendería su participación en este. El trato, que se logró con ayuda de las Naciones Unidas y Turquía en julio pasado, había servido para aliviar la crisis global de escasez de alimentos, sobre todo cuando las exportaciones ucranianas de cereal se habían visto bloqueadas con la guerra.
La declaración rusa para suspender el trato tuvo lugar este lunes, pero hace días se esperaba que ocurriese, ya que Moscú no se mostraba dispuesto a renovar por otro año el acuerdo. “Rusia notificó oficialmente a las partes ucranianas y turcas, así como a la secretaría de la ONU, su objeción a la prórroga del acuerdo”, declaró la portavoz de la Cancillería rusa, Maria Zakharova.
Según Moscú, sus intereses “no están suficientemente representados” en el acuerdo. Dmitry Peskov, el portavoz del Kremlin, aseguró que “en cuanto se satisfaga la que concierne a Rusia, este país volverá inmediatamente al acuerdo sobre el grano”.
Ucrania es uno de los grandes productores de cereales y aceite de maravilla en el mundo, y desde la interrupción de sus exportaciones en febrero de 2022, a causa de la guerra, los precios mundiales de los alimentos vivieron alzas récord. Cinco meses después de la explosión de la guerra, el “acuerdo de los cereales” suscrito entre Kiev, Moscú y Ankara, permitió bajar esos precios y aliviar la crisis mundial de alimentos.
Kiev también jugó un rol directo para abastecer al Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, con 725 mil toneladas, cerca del 2,2% de lo que se llevaba como ayuda humanitaria a países como Etiopía, Somalia y Yemen. Bajo el acuerdo, que ahora habrá durado exactamente un año, Ucrania pudo exportar cerca de 32 millones de toneladas productos de su agricultura, incluyendo 16,9 millones de toneladas de maíz y 8,9 de trigo.
Este número seguía siendo bajo si se lo comparaba con los números previos a la guerra, en los que Ucrania exportaba vía el mar Negro 30 millones de toneladas de maíz por año, y casi 21 millones de toneladas en trigo. El acuerdo limitaba a solo tres puertos las posibilidades de salida de barcos desde Ucrania: Odessa, Chornomorsj y Pivdenny. Para salir de ahí, los barcos tenían que pasar por Estambul a través de un corredor marítimo acordado. En la ciudad turca, las naves serían inspeccionadas por un equipo de supervisores rusos, turcos, ucranianos y de la ONU.
Con la retirada rusa del trato, este mismo lunes, la Cancillería en Moscú declaró que su gobierno eliminaba las garantías para seguridad de navegación en aquel mar. “Esto significa la retirada de las garantías para la seguridad de la navegación, la reducción del corredor humanitario marítimo, el restablecimiento del régimen de una zona temporalmente peligrosa en el noroeste del mar Negro y la disolución del CCM (Centro de Coordinación Conjunta) en Estambul. Sin la participación de Rusia, la iniciativa del mar Negro deja de funcionar a partir del 18 de julio”, señaló un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
El anuncio tuvo efectos inmediatos. Las aseguradoras están estudiando la posibilidad de congelar la cobertura de los buques que deseen navegar a Ucrania después de que Rusia abandonó el acuerdo respaldado por la ONU que permite la exportación de grano a través de un corredor seguro en el mar Negro, según fuentes del sector citadas por Reuters. “Debido al fracaso del acuerdo sobre el corredor del mar Negro, la mayoría de los armadores se abstendrán ahora de hacer escala en puertos ucranianos”, dijo Christian Vinther Christensen, director de operaciones del grupo naviero danés NORDEN.
“Algunas aseguradoras intentarán aprovecharse con un fuerte aumento de las tarifas. Otros dejarán de ofrecer cobertura. La cuestión (clave) es si Rusia mina la zona, lo que haría que se dejara de ofrecer cualquier forma de cobertura”, señaló una fuente del sector asegurador. El mercado de seguros Lloyd’s de Londres ya ha incluido la región del mar Negro en su lista de alto riesgo.
Washington consideró “un acto de crueldad” la salida de Rusia del acuerdo. La embajadora de Estados Unidos en la ONU, Linda Thomas-Greenfield, acusó a Moscú de mantener a la “humanidad como rehén”: “Mientras Rusia disputa juegos políticos, gente real sufrirá”.
Por su parte, la presienta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, condenó lo hecho por Moscú: “Condeno firmemente el movimiento cínico de Rusia de poner fin a la Iniciativa del mar Negro sobre el cereal, pese a los esfuerzos de la ONU y Turquía”, tuiteó la exministra de Defensa alemana.
China, en tanto, había pedido que Rusia prolongara el acuerdo. Beijing ha sido uno de los grandes receptores de grano ucraniano desde que el trato se implantó, señalan los números de las Naciones Unidas: 7,9 millones de toneladas de grano, en lo que representa casi un cuarto de todo lo que se ha enviado por la Iniciativa del mar Negro.
De todos modos, en los últimos meses se había visto cierta “obstrucción” por parte de Moscú al funcionamiento del corredor marítimo del mar Negro: los oficiales rusos que trabajaban en el centro de coordinación en Estambul habían ralentizado su trabajo en los equipos de inspección, limitando así el número de barcos que entraban y salían de ahí. Todo esto, según información de funcionarios norteamericanos y ucranianos.
Asimismo, tras el anuncio de Moscú, los futuros del trigo en la Bolsa de Chicago experimentaron un incremento del 3% hasta los 6,80 dólares el bushel, lo cual refleja la intranquilidad de los mercados ante la incertidumbre en las exportaciones ucranianas. Aunque este aumento es notable, los precios de los futuros aún están un 52% por debajo de su máximo histórico alcanzado a principios de marzo de 2022, según CNN.
Con todo, una consecuencia directa de este cese del acuerdo sería el alza de los precios de los granos. Este incremento llevará, indica Reuters, a un efecto similar en los precios de productos básicos, como la pasta y el pan. De todos modos, la situación está mejor que en los meses anteriores al trato, ya que otros productores de grano, como por ejemplo Brasil, han aumentado su exportación desde entonces.
La crisis alimentaria, sobre todo en los países más pobres, está lejos de solucionarse. El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas señaló el mes pasado que múltiples emergencias se han superpuesto, creando la más grande y compleja crisis “humanitaria y de hambruna” en más de 70 años. En 2022, un récord de 349 millones de personas experimentaron “hambre aguda”, apuntó el programa.
Este mismo programa compra millones de toneladas de comida cada año, entre los cuales el 75% son cereales y granos. Dado que los países que más asistencia necesitan suelen estar entre África y Medio Oriente, como Yemen y Sudán, los países que los abastecen tienden a provenir del este de Europa, que queda mucho más cerca que otros productores en zonas como Sudamérica y Norteamérica.
Ahora, con la suspensión del trato del mar Negro, el Programa Mundial de Alimentos tendrá que buscar en otras partes para conseguir los suministros que necesita, en lo que se espera cuesta mucho más de lo que costaba traer granos desde Ucrania.
En distintos momentos en las últimas semanas, Rusia había mostrado su poco interés en prolongar la Iniciativa del Magro, señalando que “no veía razones” para hacerlo. Según Moscú, los compromisos para remover obstáculos para la exportación de alimentos y fertilizantes rusos no se habían cumplido del todo. Asimismo, Moscú había pedido que se reconectara al Banco Agrícola Ruso al sistema de pago banca SWIFT.
Pero el Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, señaló que el corredor de granos del mar Negro puede operar incluso sin la participación de los rusos en los acuerdos. “Incluso sin la Federación Rusa, se debe hacer todo lo posible para que podamos usar este corredor del mar Negro. No tenemos miedo. Las empresas propietarias de los barcos se dirigieron a nosotros. Dicen que están listos, si Ucrania les permite ir y Turquía les permite pasar, entonces todo el mundo está listo para seguir suministrando grano”, dijo el secretario de prensa Sergiy Nykyforov citando a Zelensky, según detalla la agencia Ukrinform.
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