Los temas clave que marcarán el segundo año del gobierno de Milei en Argentina
El presidente argentino deberá sostener el logro de la estabilidad económica, avanzar en reformas estructurales y afianzar su proyecto político. Para ello, según los expertos, serán esenciales las elecciones legislativas del 2025 y su estilo personal para manejar las tensiones institucionales.
Al cumplir un año en el poder, el presidente argentino Javier Milei “sigue siendo una figura polarizadora en el escenario argentino, y la segunda temporada de su gobierno promete más sorpresas”, escribe el periodista argentino Pablo Vaca, en una columna del diario Clarín. Para este segundo año de mandato que se inicia, sus desafíos estarán centrados en la reactivación económica, en las posibles reformas que hasta ahora no ha logrado concretar y en las elecciones legislativas de 2025.
Así se esperaba, al menos, que el mandatario “liberal libertario” -como él mismo se denomina- lo sugiriera durante una cadena nacional la noche de este martes. Al cierre de esta edición, Milei se aprestaba a realizar un balance de su primer año de gestión con motivo del primer aniversario, desde el Salón Blanco de la Casa Rosada. Programada a las 20:50 y con pocos detalles del formato, se proyectaba que dedicara gran parte del discurso para acentuar el “ordenamiento de la macro” y resaltar lo que denomina como “la pulverización de la inflación”, según adelantó el diario trasandino Página/12.
Para algunos, hay más certezas en el ámbito económico que en el político. Ello, porque se espera que mantenga varios de sus logros económicos de su primer año: haber logrado controlar la inflación mensual de un 25% (en diciembre del año anterior) a alrededor del 2,6%-2,7% y haber alcanzado un superávit fiscal mediante una reducción significativa del gasto público, cerrando la brecha fiscal.
Aunque, también hay dudas respecto a si puede lograr la reactivación económica y levantar el cepo cambiario, algo que Milei ha prometido junto a su ministro de Economía, Luis Caputo, aunque no han dado una fecha específica para ello. La economía estará influenciada por factores como la escasez de pesos, la posible llegada de dólares de proyectos como Vaca Muerta, y una cosecha agrícola favorable, indica el periodista argentino Hernán de Goñi en su columna de El Cronista.
Daniel Zovatto, politólogo y Global Fellow del Programa Latinoamericano del Wilson Center, comenta a La Tercera que “lo fundamental en este segundo año de Milei es preservar las cosas buenas que se han hecho. Pero también ir avanzando en darle sostenibilidad. Es decir, demostrar que su plan es sostenible y que no es solamente un éxito coyuntural que se puede caer en cualquier momento. Y así, generar mayor confianza en la ciudadanía”.
Así, uno de los mayores desafíos para Milei en su segundo año de gobierno está en el ámbito político. En el frente del Congreso, el 26 de octubre del próximo año se realizarán las elecciones legislativas, donde se renovarán los escaños que acompañarán al libertario en la segunda mitad de su mandato. Durante este tiempo, el Presidente deberá enfrentar internas, roces y discusiones de todo tenor.
“En el 2025, a nivel político, el desafío es mayúsculo. Porque Milei no ha logrado, de momento, por su estilo, hacer ninguna alianza electoral permanente. Él ha jugado coyunturalmente con diferentes grupos políticos pidiendo apoyo en determinados momentos para determinados temas. Por eso ahora él va a ir por fortalecer, crear su propio partido y tener un muy buen respaldo en las urnas para esas elecciones de medio período”, explica Zovatto.
“Para eso necesita seguir manteniendo la inflación bajo control. Y para eso, necesita pasar de la macro a la microeconomía. Es decir, pasar al tema del bolsillo de la gente. Esto implica que va a tener que reactivar la economía”, complementa. Y agrega: “Si la economía son los principales logros, las principales preocupaciones sobre Milei están en la parte de lo institucional”.
En otro frente político, la Corte Suprema necesita nuevos miembros para funcionar adecuadamente, y precisamente en este asunto es que Milei “ha tenido y sigue teniendo choques con la institucionalidad”, explica Zovatto. “Quiere designar a dos nuevos jueces de la Corte Suprema de Justicia. Pero como no tiene mayoría de dos terceras partes en el Senado para designar a esos jueces, entonces quiere designarlo por decreto. Lo cual es inconstitucional”, sostiene.
Por otro lado, las reformas políticas que Milei busca implementar, como el juicio en ausencia (que se celebre una audiencia a pesar de que el acusado no comparezca), la ficha limpia (que impediría que políticos con antecedentes de postulen a cargos públicos) y el fin de la reelección perpetua de líderes sindicalistas, son parte de una agenda que podría ser utilizada como herramienta en conflictos con la oposición, de acuerdo con De Goñi.
Otro desafío (y logro a la vez) para el segundo año de gobierno de Milei es mantener un nivel de apoyo ciudadano similar al que recibió en su elección (entre el 53% y 56%). Hasta el momento, lo ha conseguido: según una encuesta de Poliarquía Consultores publicada por La Nación este lunes, el 56% de las personas sondeadas tiene una valoración positiva de su administración y se muestra optimista sobre las perspectivas a futuro del país, pese a las rigurosas políticas de ajuste que Milei ha implementado.
“Pero la inflación no es todo. También hay temas de calidad institucional y de respeto democrático que tienen que ser tomados en cuenta. Por ejemplo, otra cosa que se le critica mucho son sus ataques fuertes y permanentes a la prensa”, sostiene Zovatto. Así lo muestra la misma encuesta publicada por La Nación, que indica que, al mismo tiempo, “un llamativo 71% de los encuestados deplora el estilo agresivo del presidente frente a sus detractores”.
Otro reto menor tiene relación con la diplomacia del líder libertario, que podría redefinir la política exterior argentina con el regreso de Donald Trump, dada su afinidad y dado que considera a Estados Unidos e Israel como sus socios estratégicos. A la vez, “la agenda cultural de Milei está muy alineada con la de Trump. O sea, es una agenda anti Naciones Unidas, anti Agenda 2030, anti cambio climático, anti género. Y que conecta muy bien también con Meloni en Italia, con Vox en España, con Orbán en Hungría”, compara el Global Fellow del Programa Latinoamericano del Wilson Center.
“Este segundo año, además, marcará el futuro del programa y su elenco. Si le va bien, sentará las bases para que, en lugar de cancelarla a los cuatro años, le extiendan el contrato a ocho”, concluye Pablo Vaca, en su columna del diario Clarín.
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