Macri y Fernández juegan sus últimas cartas en debate presidencial en Argentina

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Mauricio Macri y Alberto Fernández pelearán la presidencia de Argentina en octubre.

El segundo encuentro entre los seis candidatos será el próximo domingo. Según los analistas, son los postulantes menores quienes sacarían algún crédito de estas instancias.


Quedan solo 14 días para las elecciones presidenciales de Argentina, en las que el actual Presidente, Mauricio Macri, se juega su reelección, y el opositor kirchnerista Alberto Fernández buscará aumentar la mayoría que logró para las primarias (PASO) en agosto (47,78%).

La campaña electoral ya entró a su recta final, y tanto Macri como Fernández, y los otros cuatro candidatos, aprovechaban hoy el primero de dos debates presidenciales, en los que esperan dar vuelta el voto de los indecisos de cara al 27 de octubre.

Es el primer debate entre los seis candidatos, y el primero organizado por la Cámara Nacional Electoral, tras la sanción del Congreso en noviembre de 2016, que cuenta con la participación de un presidente.

A eso de las 21.00 de hoy estaba presupuestado el inicio del debate que duraría un poco más de dos horas, y que se centraría en cuatro temáticas: economía y finanzas, educación y salud, derechos humanos, diversidad y género, y relaciones internacionales. De todas formas, los tiempos para que tanto Mauricio Macri como Alberto Fernández, Roberto Lavagna, José Luis Espert, Nicolás del Caño y Juan José Gómez Centurión expongan sus ideales y propuestas son reducidos.

Macri, al choque

Los medios argentinos destacaban hoy que el Presidente fue el único de los candidatos que no mandó a sus asesores de campaña a participar del ensayo general, que contemplaba una prueba de luces, audio y de escenario. Además, Macri fue el último en trasladarse a la ciudad de Santa Fe, epicentro del debate. De todas formas, destacan que el mandatario es el candidato con más experiencia en este tipo de encuentros.

El diario Clarín asegura que el equipo de Macri tiene la prioridad de conservar el voto propio y hacer foco en "sitios favorables". "Ahora, el Presidente apostará a que el partido (Juntos por el Cambio) empiece a moverse. Tiene pensado calentar el clima durante el debate, como punto de partida de un giro discursivo en el tramo decisivo de la campaña", escribió el medio transandino.

Con la ayuda de más de una veintena de asesores -según indica Infobae-, Macri configuró su estrategia para el debate buscando datos, información y contexto "para explicar del modo más resumido posible las políticas públicas que son bien valoradas por el electorado, desde la lucha contra las mafias y la corrupción, hasta el transporte y el ordenamiento institucional, incluyendo la política exterior y la promoción de las exportaciones".

De todas formas, la economía es el punto débil para Macri, con un 30% de inflación anual a agosto y un 35,4% de pobreza, el nivel más alto desde el colapso económico de 2001.

"Macri tiene muy poco margen discursivo para hacer campaña, mientras que del otro lado, Fernández lo tiene todo y está siendo muy prudente con lo que promete", señaló a France Presse el politólogo Raúl Aragón.

Un cómodo Fernández

El candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, por el contrario, llega en una cómoda situación a estos debates, puesto que obtuvo 16 puntos de ventaja sobre Macri en las primarias y, según los sondeos, ha ampliado esa diferencia en las últimas semanas a 22 puntos.

"Si yo fuese perdiendo por 20 puntos quizá saldría a atacar. Bah, no sé lo que haría, porque como está la elección, no hay nada que pueda hacer", indicó Fernández a Clarín.

"Es el que va primero, así que es muy probable que todos intenten apuntar a él para que de alguna manera trastabille. Es una persona muy experimentada en política y en elecciones", sostiene a La Tercera el columnista de La Nación, Sergio Berensztein. Y pese a eso, Fernández se ha demostrado seguro y ha recalcado que los debates "no cambian ni un voto".

Según indica a La Tercera el analista político Julio Burdman, el rol de Macri en este debate es paradójicamente el de opositor, mientras que el de Fernández es como una suerte de Presidente electo. "Fernández, con el efecto ganador de las primarias, está bajándole el tono al debate, diciendo que no es tan importante, mientras que Macri apuesta a atacar a Fernández".

En tanto, el exministro de Economía Roberto Lavagna, quien quedó tercero en las PASO, buscará centrarse en los datos y las propuestas. Desde su entorno, afirman a Clarín que Lavagna busca destacar "su capacidad de sacar adelante al país. No se va a rebajar a politiquería, él es un estadista".

De todas formas, Burdman asegura que estos debates son más una "oportunidad para los candidatos menores para obtener cierta visibilidad. De hecho, no descarto que el debate sea una oportunidad para que estos candidatos obtengan algún voto adicional entre los indecisos".

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