Mala evaluación y fantasma de Lula marcan primeros 100 días de Bolsonaro

Ad portas de cumplir sus primeros 100 días en el poder este jueves 11 de abril, el Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, batió récord de rechazo al convertirse en el líder con peor calificación por los brasileños en un primer mandato desde 1985, año en que retornó la democracia a ese país.

Con el fantasma del encarcelado expresidente Lula da Silva rondando por las calles de la nación sudamericana, y envuelto en una permanente crisis política, hoy una encuesta de Datafolha reveló que un 30% de los brasileños definieron el gobierno del ultraderechista como "malo o pésimo" en sus primeros tres meses de gestión. Solo un poco más arriba se ubican los que consideran "buena o excelente" (32%) y "regular" (33%) la gestión del actual mandatario.

No obstante, pese al registro negativo, todavía un 59% cree que Bolsonaro hará una gestión "óptima o buena", en lo que resta de su administración que se extiende hasta enero de 2023.

Paradójicamente, mientras Bolsonaro completa un primer tramo en la presidencia con un fuerte rechazo, desde la otra vereda el líder del Partido de los Trabajadores (PT), Lula da Silva -que solo tuvo un 10% de desaprobación por los brasileños en los 100 días de su primer mandato- completa casi simultáneamente sus primeros 365 encarcelado en Brasil.

Aunque sobre Lula pesan acusaciones y condenas por más de 12 años por corrupción y lavado de dinero, miles de simpatizantes y fieles seguidores salieron hoy a las calles de Brasil para pedir la liberación del exmandatario.

Según la prensa local, más de 10.000 partidarios se reunieron frente a la cárcel de Curitiba, al sur de ese país, en la que está detenido Lula y pese a las restricciones de la Policía Federal, participaron de la jornada mundial llamada "Lula Libre".

Tal como lo ha hecho en otras oportunidades, Bolsonaro desestimó los resultados del sondeo que lo tiene con un índice récord de rechazo. Antecesores del actual Presidente de Brasil como Fernando Collor de Mello, tuvieron mejor desempeño con un 10% de rechazo en 1990. Lo mismo con Fernando Henrique Cardoso (16%) en 1995, o la misma sucesora de Lula, Dilma Rousseff, que en los primeros tres meses solo un 7% de rechazo.

"¿Datafolha? No voy a perder el tiempo para comentar la encuesta de Datafolha", dijo Bolsonaro al ser consultado por la prensa en su salida del Palacio de Alvorada, donde aprovechó de ironizar con la inteligencia de sus antecesores. "Lula y Dilma son más inteligentes que yo", agregó.

Bolsonaro se refirió al dato del sondeo que mostró que un 58% lo considera inteligente. Mientras que Lula (69%) y Dilma (85%), también se ubicaron más arriba en este ítem en sus respectivos gobiernos.

A estas alturas, según el analista brasileño, Paulo Afonso Velasco Júnior, "muchos de los que votaron por Bolsonaro para no elegir al PT se defraudaron con este inicio de gobierno donde no se ha conseguido nada", explicó a La Tercera.