Manejo de crisis desata pugna en Japón
Medios locales reportan que el gobierno está evitando imponer medidas más estrictas, ante la amenaza de una posible recesión, lo que ha generado tensión con autoridades de urbes, como en el caso de Tokio.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, está determinada a pedir el cierre de más negocios para contener el avance del virus, medida que se opone a la ruta tomada por el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Los desacuerdos entre Koike y Abe sobre el manejo de la crisis escalaron luego de que el primer ministro decidiera declarar estado de emergencia en Tokio y otras seis regiones del país el martes. “Pedir a los residentes que utilicen el autocontrol y se queden en casa no es suficiente”, dijo Koike poco después del anuncio, agregando que también se debía restringir el uso de locales masivos, como restaurantes y salones de karaoke.
El estado de emergencia afecta a 56 millones de personas, y permite a los gobernadores de esas provincias presionar por el cierre de tiendas y restaurantes que no sean esenciales. Sin embargo, los medios locales reportan que el gobierno está evitando imponer medidas más estrictas, ante la amenaza de una posible recesión.
Japón -que hasta ahora registra 4.667 contagios y 94 muertes- logró evitar la devastación que causó el virus en la vecina China y algunas partes de Europa, pero el reciente aumento de casos en ciudades importantes como Tokio obligó a Abe a decretar la emergencia.
Mientras que la población fue llamada a evitar espacios cerrados, masivos y de contacto directo, el primer ministro japonés dijo que los negocios pequeños seguirían abiertos y que los restaurantes debían tomar precauciones como mejorar su ventilación.
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