Miles de israelíes participan en una nueva Marcha de la Bandera sin grandes incidentes
A la marcha asistió el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, impulsor de la polémica reforma judicial que ha evidenciado fricciones en el seno del gobierno de Netanyahu.
Miles de israelíes participaron este jueves en una nueva edición de la Marcha de la Bandera por las calles de Jerusalén, un evento tradicionalmente polémico, pero en el que este año no se registraron graves incidentes más allá de más de una decena de detenciones.
Durante la marcha, que atraviesa el barrio musulmán de Jerusalén, se produjeron episodios aislados de violencia y acoso por parte de algunos de los asistentes más radicales, si bien es cierto que se registraron insultos y cánticos en contra de la población árabe.
Varios grupos de manifestantes lanzaron consignas racistas, como “muerte a los árabes” o “que arda su aldea”, mientras además bailaban en las inmediaciones de la Puerta de Damasco, uno de los accesos a la ciudad vieja de Jerusalén.
La Policía de Israel confirmó la detención de una decena de personas antes incluso del inicio de la Marcha de las Banderas, incluidos varios activistas de izquierdas que habían bloqueado una carretera de Cisjordania. Varias otras fueron detenidas por provocar a los palestinos.
A la marcha asistió el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, impulsor de la polémica reforma judicial que ha evidenciado fricciones en el seno del gobierno israelí, liderado por el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Ben Gvir normalmente ha sido asiduo a esta concentración, si bien esta es la primera ocasión en la que lo hace como miembro del gobierno israelí, tal y como recuerda el diario local Times of Israel.
Así pues, la Marcha de las Banderas transcurrió sin graves incidentes a pesar de que se temía que parte de los asistentes trataran de acercarse a la Explanada de las Mezquitas, elevando así las tensiones en Medio Oriente.
La marcha es organizada por organizaciones derechistas y religiosas para conmemorar la “unificación” de Jerusalén y la toma de la viudad vieja, incluida la Explanada de las Mezquitas -conocida por los judíos como Monte del Templo- durante la Guerra de los Seis Días en 1967, un hecho no reconocido internacionalmente.
El acto tuvo lugar menos de una semana después de un nuevo alto el fuego en la Franja de Gaza tras una campaña de bombardeos israelíes contra la Yihad Islámica que dejaron más de 30 palestinos muertos. Además, murieron dos personas en Israel -un israelí y un palestino- por el impacto de proyectiles.
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