Papa Francisco celebra su primera audiencia pública tras seis meses en aislamiento por pandemia del coronavirus
Cerca de 500 fieles acudieron al patio de San Dámaso entre estrictas medidas de seguridad sanitaria como toma de temperaturas, mascarillas y distancia social.
El Papa Francisco ha reivindicado el camino de la solidaridad para salir de la pandemia en la primera audiencia general en la que se ha reunido con fieles, tras seis meses de aislamiento en los que ha celebrado esta cita pública en la sala de la biblioteca apostólica, acompañado solamente de los sacerdotes que traducen la catequesis.
”Solo siendo solidarios podremos salir adelante, pues de lo contrario surgen desigualdad, egoísmos, injusticia y marginación”, ha manifestado el Santo Padre en su saludo a los peregrinos presentes de habla española.
De este modo el Papa ha dejado claro que la solidaridad es “el único camino posible hacia un mundo post-pandemia, y el remedio para curar las enfermedades interpersonales y sociales que afligen a nuestro mundo actual”.
El Vaticano ha decidido así retomar el contacto entre el Santo Padre y los fieles, pero en vez de celebrar la catequesis en la plaza de San Pedro como suele ser habitual, ha tenido lugar en el patio de San Dámaso, adonde acceden los jefes de Estado y de Gobierno de visita oficial con el pontífice.
Se trata de un espacio más reducido y con menor capacidad para coger fieles al aire libre. Se calcula que en torno a 500 personas han presenciado en directo la audiencia del Papa. Antes de acceder al Patio de San Dámaso, han debido pasar un control de temperatura, aplicarse alcohol gel y llevar mascarillas.
Además, cada uno de los peregrinos tenía asignado un asiento, dispuesto en un gran recinto aislado, que se distanciada del de al lado con casi dos metros, de manera que las medidas de seguridad para evitar los contagios se han respetado de manera exhaustiva.
No obstante, el Papa se ha prodigado entre los fieles y ha intercambiado alguna palabra con ellos en un pequeño coche con el que ha accedido al patio de San Dámaso sin llegar a tocar a nadie ya que se ha detenido a cierta distancia de la barrera de seguridad.
Al final de la catequesis, Francisco ha convocado una jornada de oración y ayuno por el Líbano el próximo viernes 4 de septiembre, cuando se cumple un mes de las explosiones en el puerto de Beirut.
Revisa a continuación las imágenes que marcaron la jornada:
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