Políticas de recorte estatal de Milei provocan nuevas protestas y huelga de empleados públicos en Argentina
El paro por 36 horas de los funcionarios estatales argentinos responde a demandas propias, pero este miércoles coincidirá con otro, por 24 horas, de los sindicatos del transporte, lo que abre un creciente escenario de manifestaciones que afronta el gobierno libertario de la vecina nación.
Una huelga de 36 horas inició este martes el mayor sindicato de empleados públicos de Argentina, movilizándose en Buenos Aires y otras provincias del país para exigir mejores salarios y reclamar contra las políticas de recorte estatal que sostiene el gobierno libertario del Presidente Javier Milei.
Los miembros de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se concentraron al pie del Obelisco capitalino para desde allí marchar hasta el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado que conduce Federico Sturzenegger, responsable de las medidas para desregular y reducir el Estado impulsadas por el mandatario trasandino.
La huelga de los funcionarios estatales responde a demandas propias, pero este miércoles coincidirá con otra, por 24 horas, de los sindicatos del sector del transporte, que abre un creciente escenario de protestas que afronta el gobierno de la vecina nación.
“Esta semana lo que enfrenta la Argentina es un virtual paro general. No van a andar los aviones, los trenes, el subte (Metro) ni los camiones. La medida de fuerza trasciende a aquellas organizaciones que la impulsan”, afirmó durante la protesta de este martes el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar.
El dirigente gremial aseveró que hay una mirada común de que “esta semana comienza a formarse en Argentina un frente sindical de resistencia y lucha que permita frenar la política de entrega del Presidente Milei”.
Bajos salarios y despidos
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, dijo que los sindicatos que van a la huelga son unos “privilegiados que pueden darse el lujo de parar”, mientras que “los argentinos de bien no tienen esa posibilidad ni quieren parar”.
La huelga de los trabajadores estatales tiene como uno de sus principales objetivos reclamar un aumento en los salarios, cuyo poder de compra se ha visto erosionado por la elevada inflación en Argentina.
ATE sostiene además que un 75 % de los empleados estatales percibe ingresos por debajo de la línea de pobreza, que fue de 964.620 pesos (957 dólares) en septiembre pasado.
Además de la problemática salarial, ATE y otros gremios de trabajadores públicos han denunciado despidos masivos desde el inicio del gobierno de Milei, que lleva adelante acciones para reducir el peso del Estado como parte de su severo plan de ajuste para recuperar el equilibrio en las cuentas públicas.
Los planes de privatización de empresas públicas que impulsa Milei también afectarán previsiblemente a las cerca de 100.000 personas que trabajan en estas compañías.
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