Presión del Congreso y FFAA obliga a Bolsonaro a mantener a ministro de Salud
“Nosotros vamos a continuar”, dijo Luiz Henrique Mandetta, pese a las fuertes divergencias que mantiene con el Presidente sobre la gestión de la crisis por Covid-19.
En las últimas semanas se ha transformado en la piedra en el zapato para Jair Bolsonaro. Y no precisamente por su mal desempeño. Al contrario. Se trata de su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, quien en el marco de la pandemia de coronavirus no ha dudado en contradecir al Presidente brasileño en la gestión de la crisis sanitaria, que ya suma 553 muertos y 12.056 contagiados. Mientras Mandetta ha insistido en que “vamos a guiarnos por la ciencia”, el Mandatario ha calificado de “gripecita” el Covid-19 y dijo que una cuarentena podría ser un desastre para el país.
Sin dar nombres, Bolsonaro insinuó el domingo la posible salida de Mandetta. Ante un grupo de religiosos congregados frente al Palacio de la Alvorada, en Brasilia, el Presidente señaló que “algo subió a la cabeza” de los miembros de su gabinete y que “la hora de ellos va a llegar”, porque no tiene “miedo de usar el bolígrafo”, en alusión a la eventual firma de sus destituciones.
“La amenaza no funciona”, habría comentado Mandetta por teléfono a los ministros Walter Braga Neto (Casa Civil) y Luiz Eduardo Ramos (Secretaría de Gobierno) después de los dichos de Bolsonaro, publicó el lunes en su blog el comentarista político de GloboNews, Gerson Camarotti. Citando a dos asesores del Presidente, el diario O Globo aseguró este lunes que Bolsonaro se aprestaba a destituir a Mandetta tras una reunión convocada durante la jornada con todos sus ministros en el Palacio de Planalto.
Si bien Mandetta admitió en una reunión con miembros del Ministerio Público de todo el país que “no sé hasta cuándo me quedaré como ministro”, tras la reunión del lunes en Planalto con Bolsonaro, cambió el tono: “Nosotros vamos a continuar”, dijo, según consigna GloboNews. En declaraciones al blog de Andréia Sadi, del portal G1, el vicepresidente Hamilton Mourão aseguró que Mandetta “sigue en combate, él se queda”.
Finalmente, la presión de distintos actores habría forzado a Bolsonaro a dar pie atrás en su decisión. Según Camarotti, los asesores militares del gobierno se pronunciaron en contra de la dimisión de Mandetta. Dijeron al Presidente que “el peor escenario” sería despedir al ministro en medio de la crisis del coronavirus. La bancada de Salud en el Congreso también expresó un apoyo unánime a Mandetta, así como los presidentes de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia; del Senado, Davi Alcolumbre, y del Supremo Tribunal Federal, José Antonio Dias Tofoli. Alcolumbre advirtió al gobierno que la relación con el Parlamento “sería muy difícil” si se concretaba la dimisión del ministro.
“Bolsonaro y Mandetta tuvieron divergencias públicas en razón de las estrategias para contener la velocidad de contagio del coronavirus. El Presidente defiende lo que llama ‘aislamiento vertical’, es decir, aislar solo a los ancianos y las personas con enfermedades graves, que están en riesgo, para no paralizar la economía. El ministro está a favor de un amplio aislamiento, adoptado por los gobernadores, por lo que la recomendación es que la gente se quede en casa”, escribió el lunes Camarotti. Según una encuesta de Datafolha, el 76% de los brasileños apoya el aislamiento social frente al coronavirus.
Lo cierto es que la aprobación del manejo que el Ministerio de Salud ha tenido de la crisis se ha disparado, y ya es más del doble de lo registrado por Bolsonaro. Según Datafolha, el índice de aprobación de Mandetta subió de 55% a 76% desde marzo, duplicando la del Presidente, que se mantuvo estable, pasando de 35% a 33.
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