Provincia argentina lanza nueva moneda para compensar la terapia de shock de Milei

Javier Milei
El Presidente de Argentina, Javier Milei. Foto: Archivo

En la distante provincia de La Rioja, el gobierno local decidió emitir el “chacho”, una nueva divisa para pagar los salarios de los empleados estatales que componen gran parte de la fuerza laboral del lugar. La respuesta a la compleja situación económica se convierte en la “cuasimoneda” lanzada desde que fueran sacadas de circulación poscrisis de 2001.


En La Rioja, provincia de Argentina, la imagen del caudillo Ángel Vicente “Chacho” Peñaloza ha estado siempre relacionada con la figura de quien luchó contra las fuerzas de Buenos Aires durante las guerras civiles del siglo XIX. De hecho, es común ver estatuas amenazadoras del legendario hombre, con una lanza sobre el hombro, repartidas por toda la provincia que colinda con la región de Atacama en Chile. Pero hoy, su apodo también es sinónimo de la nueva moneda que el gobierno regional decidió empezar a emitir para pagar a los trabajadores estatales, e intentar “reactivar su moribunda economía”, aseguró la agencia Bloomberg.

A medio camino entre enfrentamiento con el gobierno nacional del Presidente Javier Milei, y el intento por sobreponerse a la crisis financiera que azota a la provincia, su gobernador, Ricardo Quintela, peronista y crítico declarado de Milei, decidió llevar adelante un plan radical para hacer frente a una terapia de shock nacional, también radical.

Es en La Rioja donde los costos económicos del plan de ajuste fiscal libertario han golpeado de mayor manera a la ciudadanía, aseguró el citado medio. La lucha por contener la galopante inflación en Argentina llevó a recortes por parte del gobierno central, cambios de modelo o, por ejemplo, la drástica reducción de las transferencias mensuales de efectivo que el gobierno federal hacía a las provincias. Y allí lo resintieron: La Rioja quebró, y para febrero entró en suspensión de pagos, seguida de una profunda recesión.

El ministro de Economía, Luis Caputo, quien redujo al mínimo las transferencias a las provincias. Foto: Reuters

Formalmente, lo que Quintela puso en circulación fue el Bono de Cancelación de Deuda (BOCADE), llamado coloquialmente como “chacho”, y su intención es que se paguen salarios y bonos. Estos serán utilizados como si fueran la moneda legal del lugar, y ya se está pagando en comercios y se está abonando servicios e impuestos. Se trata de una “cuasimoneda”, y primera desde que en 2003 salió la última del tablero financiero argentino.

El concepto hace referencia a las monedas sucedáneas que aparecieron en el país vecino a principios del presente milenio. Eran los años del corralito, la crisis por la deuda externa, el “Argentinazo” y la dramática salida en helicóptero desde la Casa Rosada del renunciante presidente, Fernando de la Rúa. El florecimiento de estas monedas entre 2001 y 2002 obligó al gobierno central a rescatar a las provincias, en 2003.

Ahora, están de regreso por primera vez en la forma del “Chacho”, personaje histórico que adorna el billete. Quintela puso en marcha su plan mandando a imprimir y repartiendo fajos de 50.000 a todos los empleados públicos. El político peronista aseguró en el inicio de su programa que se trata de un pequeño bono para ayudar a la gente para que puedan comprar artículos de primera necesidad, y que no se obligó a los comerciantes a aceptar “chachos”.

Según las autoridades riojanas, tiene una equivalencia de 1 a 1 con el peso argentino y debieron ser implementados tras el “no envío de los fondos que le corresponde a la provincia por parte del gobierno nacional, la devaluación, el ajuste y la profunda crisis que están atravesando todas las provincias”, dijeron desde la oficina del gobernador al diario Página/12.

Aquella mañana en que se implementó el plan -aprobado en febrero-, los trabajadores llegaron temprano, abrigados y mate en mano para hacer la fila que les entregaría su nueva moneda, relató Bloomberg. La hora avanzaba, y no parecía haber mucho movimiento -”siete horas para recoger 50.000 chachos asquerosos”, llegó a decir uno-, pero los casi 40 dólares que les iban a entregar por la espera valían la pena, especialmente si se pone en perspectiva que el sueldo mensual en La Rioja bordea los 240 dólares.

Muchos salieron de inmediato a gastarlo, como quedó graficado en el aumento del 10% en los ingresos de una gasolinera de la capital provincial. En una carnicería, la mitad de los clientes pagó con “chachos”, dijeron a Bloomberg, pero algunos comerciantes, temerosos de quedarse con demasiados de estos nuevos billetes en las arcas de la tienda, empezaron a desarrollar su propio sistema de control. Por ejemplo, en la citada carnicería los clientes solo recibirán vuelto en pesos si el precio de la carne que compran equivale al menos al 80% del valor de los chachos que entregan. En caso contrario, se entregará el cambio en chachos o se cancelará el pedido.

Un hombre comprueba los valores de las divisas en una casa de cambio en Buenos Aires, el 14 de julio de 2022. Foto: Archivo

A quienes estén deseosos de devolver los nuevos papeles a las oficinas gubernamentales, deberán esperar 48 horas, indicó Quintela. Sin embargo, ofreció un trato: si los retornan en diciembre, el gobierno provincial les devolverá 1,17 pesos en vez de 1, lo que implica un interés a su favor del 17% que, anualizado, alcanza más del 50%.

La medida es una jugada desesperada en una región que requiere de financiamiento, pero también de que la gente gaste dinero. Esto, cuando se le han cortado los fondos federales y tiene bloqueado el acceso a mercados de deuda tanto nacionales como internacionales, consignó el medio especializado.

No es azaroso que esto ocurra en La Rioja. Se trata de una de las provincias con el sector público más grande de un país que ya cuenta -o tenía, previo a los recortes de puestos laborales estatales realizados por Milei- con un gran aparataje estatal. Con el peronismo gobernando durante gran parte de los últimos 24 años, dos de cada tres trabajadores de la región son empleados del servicio público, ya sea en las mineras, viñedos, granjas avícolas, fábricas de vidrio que posee la provincia.

Por eso no sorprende que las medidas desreguladoras impulsadas por el economista libertario que dirige la nación hayan golpeado de sobremanera a La Rioja.

En tanto, el Presidente Milei poco se ha referido al tema, pero, fiel a su ideología libertaria (se ha autoproclamado anarcocapitalista en lo teórico, pero minarquista en la práctica) aseguró que no intentará prohibir la aparición de una nueva moneda, tal como le han pedido que haga algunos allegados.

Sin embargo, sí dejó un mensaje en diálogo con la prensa local: “No voy a rescatar las cuasimonedas, que se hagan cargo quien las emite; van a perder valor, y engañan a la gente con un papel”, aseveró días atrás.

Javier Milei durante su visita a Alemania. Foto: Reuters

La respuesta llegó de mano del ministro de Trabajo, Empleo e Industria riojano, Federico Bazán, quien dijo a la Radio AM 750 que “nosotros no necesitamos que nadie rescate los bonos, la provincia lo que necesita es que la Nación cumpla con la ley de presupuesto, con darle a La Rioja lo que le corresponde en cuanto a la coparticipación”.

De momento, se han repartido billetes en denominaciones de 1.000 a 50.000, alcanzando aproximadamente los 3.000 millones de chachos, es decir, unos 3 millones de dólares. Pero la cifra pronto podría alcanzar el equivalente a 9.000 millones de la divisa estadounidense. Junto al papel, un código QR dirige a los usuarios hacia un “duro mensaje” contra Milei, aseguró Bloomberg.

Nicolás Casas, profesor de economía de la Universidad Nacional de La Rioja, señaló al mismo medio sus preocupaciones a futuro. “¿Quién puede decir que otro gobernador no hará algo parecido?”, se preguntó. “Esto es como una bola de nieve”, cerró.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.