El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, declaró este viernes que solo apoyaría la idea de reabrir las exportaciones rusas de amoniaco a través de su país si Moscú devuelve a los prisioneros de guerra, una idea que el Kremlin rechazó rápidamente.

El mandatario dijo a la agencia Reuters en una entrevista que había propuesto la idea a las Naciones Unidas, que sugirió reanudar los envíos de amoniaco ruso a través de Ucrania para aliviar la escasez mundial de fertilizantes.

“Estoy en contra de suministrar amoniaco de la Federación Rusa a través de nuestro territorio. Solo lo haría a cambio de nuestros prisioneros. Esto es lo que ofrecí a la ONU”, dijo en la entrevista en su despacho presidencial.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rechazó la idea, según informó la agencia de noticias TASS. “¿Son las personas y el amoniaco lo mismo?”, preguntó.

Naciones Unidas propuso que dicho gas, propiedad del productor de fertilizantes ruso Uralchem, sea bombeado por un gasoducto a la frontera ucraniana, donde sería comprado por la empresa estadounidense comercializadora de fertilizantes Trammo.

El oleoducto está diseñado para bombear 2,5 millones de toneladas de amoniaco al año desde la región rusa del Volga al puerto ucraniano de Pivdennyi, conocido como Yuzhny en ruso, cerca de Odesa, el cual se cerró después de la invasión del 24 de febrero.

Zelenski dijo que cientos de soldados rusos fueron capturados durante la contraofensiva relámpago de Ucrania en la región de Járkov, en el noreste del país. Pero agregó que Rusia tenía detenidos a más soldados ucranianos.

El destino de los soldados ucranianos retenidos por Rusia, y en particular los capturados tras resistir durante meses en la acería de Azovstal, en la ciudad asediada de Mariúpol, es un tema sensible en Ucrania. Algunos de sus familiares se reunieron el viernes frente al distrito gubernamental de Kiev, donde se encuentra la oficina de Zelenski, con pancartas que decían “Traigan a los héroes de Azovstal a casa”.