Zelensky visita el frente de batalla en el este de Ucrania en medio de amenaza de Rusia de intensificar ataques
El Presidente de Ucrania recorrió en secreto el corazón del Donbás, momento en el que conversó con soldados y se fotografió con niños y desplazados. El viaje se realizó pese a las advertencias rusas tras el envío de misiles por parte de Occidente y la posibilidad de reabrir puertos para paliar la crisis alimentaria.
Sin previo aviso y de forma sigilosa fue la visita del Presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, a las ciudades de Lysychansk y Soledar, en la región de Luhansk y Donetsk, respectivamente. Durante la tarde del domingo y poco después de que su cumplieran 100 días desde el inicio de la guerra, el mandatario recorrió el centro industrial que compone el Donbás, objetivo que Rusia afirma querer “liberar” en su llamada “operación militar especial”, como el presidente ruso llama a la invasión.
En las fotografías se le vio saludando a niños, condecorando y hablando con los soldados e incluso autografiando los brazos de compatriotas que se acercaron con una sonrisa al presidente mientras, a pocos kilómetros, se desataba una de las más crudas ofensivas rusas, en el frente de Severodonetsk.
“Estoy orgulloso de todos los que conocí, a quienes estreché la mano, con quienes me comuniqué, a quienes apoyé”, dijo Zelensky en uno de los videos publicados luego de la visita. “Lo que todos ustedes merecen es la victoria, eso es lo más importante. Pero no a cualquier costo”, afirmó. Hasta el momento, el viaje realizado el domingo es el más cercano al frente de batalla realizado por el mandatario según la presidencia, por lo que los detalles logísticos se mantuvieron en el más profundo secretismo posible.
Zaporiyia fue otro de los puntos elegidos por Zelensky para realizar una visita, pues su cercanía con la caída Mariupol permitió que se organizara una reunión con los habitantes desplazados de la ciudad puerto. Sin embargo, durante una conferencia de prensa realizada el lunes, el presidente afirmó que “el enemigo quiere ocupar la ciudad de Zaporiyia”, lo que permitiría un avance considerable del ejército ruso hacia el centro del país y generaría una de “las situaciones más amenazantes”, aseguró Zelensky.
Amenazas rusas y apoyo internacional
Tras más de cien días desde el inicio de la invasión rusa a territorio ucraniano, los combates en el Donbas no cesan. Severodonetsk, ciudad clave para el control de la región de Lugansk, se ha convertido en uno de los campos de batalla más duros en la actualidad. Y fue allí donde las autoridades ucranianas afirmaron haber retomado el control de la mitad oriental de la urbe.
El gobernador de la región de Luhansk, Serhiy Haidai, informó en el programa televisivo 1+1 que “la lucha más feroz está en Severodonetsk” y que la situación para el ejército ucraniano se complicó durante la jornada del lunes. “Nuestros defensores lograron emprender un contraataque durante cierto tiempo; liberaron casi la mitad de la ciudad. Pero ahora la situación ha vuelto a empeorar para nosotros”, dijo sin dar más detalles al respecto.
La táctica utilizada por los soldados invasores, explicó Haidai, es la “tierra quemada”. Es decir, destruir todo lo que quede detrás del frente de batalla para que “no quede nada más por defender”. Esto quedó reforzado cuando Zelensky afirmó en una conferencia que tanto Severodonetsk como Lysychansk “hoy son ciudades muertas”.
Los intensos combates callejeros sumados a un redoblado ataque aéreo por parte del ejército ruso han convertido a la ciudad en un foco de atención. “El número de bombardeos en Severodonetsk y Lysychansk se multiplicó por diez. En la región de Luhansk hay muchas ciudades con una situación comparable a Mariupol”, agregó el gobernador.
Por otro lado, según lo reportado por FRANCE 24, es imposible verificar la afirmación del gobernador de que los soldados ucranianos controlan la mitad de la ciudad, como afirmó Haidai, pues hasta el momento no hay periodistas occidentales independientes en la zona que hayan podido verificar tal recuperación.
“Cuanto mayor sea el alcance de las armas que proporcionan (a Ucrania), más alejaremos de nuestro territorio la línea desde la que los neonazis pueden amenazar a la Federación de Rusia”. Con estas palabras el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, respondió este lunes en relación a la entrega de equipamiento bélico al ejército ucraniano por parte de países occidentales, informó The Associated Press.
Refrendando los dichos del mandatario ruso, Vladimir Putin, Lavrov amenazó con mover el frente cada vez más hacia el centro del país invadido luego de que Reino Unido anunciara el envío, al igual que Estados Unidos, de artillería de cohetes de largo alcance. Con esto, Ucrania contaría con lanzamisiles múltiples del país norteamericano y del europeo, ambos con similares capacidades técnicas. Entrega que conlleva el compromiso por parte del Presidente Zelensky de no disparar contra territorio ruso.
Pasando por alto el aviso de Putin de bombardear objetivos fuera de su “operación militar especial” si Ucrania recibía armamento similar al comprometido por EE.UU., España también se sumó al envío de equipamiento bélico, informó El País. Misiles antiaéreos y tanques Leopard serán enviados próximamente, lo que significa un cambio importante en cuanto al apoyo material entregado por el país hispánico, considerando que anteriormente se limitaron a entregar munición y armas ligeras, entre otras cosas.
Una de las razones por la que estos envíos han demorado en aparecer, explican los analistas, es el temor a que generen una escalada a nivel regional. Temor que el analista militar del Centro para el Análisis de Políticas Europeas y excomandante del Ejército de Estados Unidos en Europa, Ben Hodge, descartó: “Todas nuestras decisiones han sido tardías”, dijo a RadioFreeEurope.
“La administración (estadounidense) ha exagerado excesivamente la preocupación de que cualquier cosa que hagamos podría provocar a los rusos. No necesitan provocación. Atacan sin provocación”, dijo al medio.
El ministro Lavrov también criticó la decisión de tres países europeos de cerrar el espacio aéreo al avión en el que se transportaba cuando intentaba entrar a Serbia, uno de los pocos países que mantiene la relación diplomática con Rusia tras el inicio de la invasión en febrero de este año.
Bulgaria, Macedonia del Norte y Montenegro fueron quienes negaron la entrada al avión que transportaba al ministro de Asuntos Exteriores de Rusia. Como “algo impensable” lo calificó Lavrov, quien agregó que “un Estado soberano ha sido privado de su derecho a conducir políticas exteriores. Las actividades internacionales de Serbia en la vía rusa han sido bloqueadas”.
Entrevistado por The Associated Press, el analista Slobodan Stupar calificó la acción como “un espectáculo” que el Kremlin habría montado para atacar a Occidente, pues “están terriblemente aislados”, argumentó. “Ahora pueden decir que Europa y el mundo no son democráticos y no permitirán un simple paso elevado”.
Mientras tanto, Rusia y Turquía llegaron a un acuerdo para permitir la reanudación de la exportación agrícola ucraniana a través de un puerto ubicado en el Mar Negro. La negociación realizada en Ankara, capital turca, no contó con la presencia de un representante de Ucrania, por lo que Zelensky se ha mostrado escéptico. Aceptar el plan significaría, entre otras cosas, desminar la costa de Odesa y quedar expuesto a un eventual ataque ruso, informó Reuters.
Durante la jornada del lunes, el presidente ucraniano afirmó que llevó a cabo conversas con su par británico, Boris Johnson. “He informado a Johnson sobre la situación en el frente y he recibido confirmación sobre un nuevo paquete en materia de defensa”, escribió Zelensky. Mientras que afirmó que Reino Unido se comprometió a “evitar una crisis alimentaria” mediante la apertura de puertos, lo que ayudaría a aliviar las alzas de precios a nivel mundial.
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