Así habrían operado los carabineros acusados de torturas y apremios ilegítimos

Wilson Romero se dedica hace 10 años al comercio ambulante. El 7 de mayo de 2016, en la víspera del Día de la Madre, mientras vendía juguetes luminosos a la salida del Metro Estación Central, fue sorprendido por el suboficial Francisco Arzola Ruiz y el subteniente Alejandro Pérez Seguel, ambos de la 21° Comisaría de la comuna.

Según indicó Romero en su declaración -efectuada en junio de 2017 ante la fiscal Centro Norte, Tania Sironvalle-, luego de ser aprehendido y subido a un bus de Carabineros, comenzó a ser agredido verbal y físicamente por Arzola. "Me dijo: 'Arrancaste de mí, concha de tu madre, y de mí nadie se arranca', mientras me golpeaba con el palo de servicio en la guata. Después me dice 'arráncate ahora' y me da otro golpe con el palo en el tórax. Yo en ese momento traté de pararme gritándoles que no me pegaran e intenté arrancarme. Arzola me sentó de un combo en el ojo derecho (...). Yo caigo al suelo y él me presionó con sus dos piernas en el pecho, mientras me apretaba con sus dos manos en el cuello y me dijo: 'Yo soy 'El Nazi', para que te acordís de mí toda tu vida', y sacó la pistola, y dijo también 'cuando querái ven a hacerme alguna huevá, porque con esta yo me defiendo de huevones como vos (sic)".

Relatos de este tipo se reiteran en el expediente de la investigación que realiza la Fiscalía Centro Norte, en conjunto con el Departamento de Asuntos Internos de Carabineros y la Brigada de Derechos Humanos de la PDI, al cual accedió La Tercera. Por estos procedimientos, 10 exactamente, detallados este martes ante el Sexto Juzgado de Garantía de Santiago, fueron formalizados 12 funcionarios de la 21° Comisaría de Estación Central por apremios ilegítimos, detención ilegal, torturas y falsificación de instrumento público. Por esto, la fiscalía solicitó como medida cautelar la prisión preventiva para seis de los efectivos.

Según las declaraciones de los denunciantes y testigos, las agresiones se dirigían principalmente contra vendedores ambulantes del sector y habrían ocurrido en la vía pública, en el bus de la institución y al interior del citado cuartel policial.

El 25 de mayo de 2017, Esteban Godoy presentó una denuncia en contra de Arzola por una eventual agresión, lo que derivó en la detención del autodenominado "El Nazi". Como repercusión, indicó Godoy en su declaración, el 5 de junio de ese año, mientras se encontraba en el sector de la Estación Central, fue abordado por un grupo de uniformados. "Entre la funcionaria Pincheira y el cabo Oliva me toman y me suben al bus, donde no había nadie más. Me informan que se trata de un procedimiento rutinario, de un control de identidad. Yo les respondí que para que realizaran un control bastaba que me pidieran mis documentos abajo, sin tener que subir al bus", relató.

"Cuando les mostré el carné de identidad, el cabo Oliva dijo: 'Ah, tú eres Godoy: por tu culpa mi suboficial mayor está preso y espero que tú no me demandes a mí'". Finalmente, el denunciante indicó que se le cursó un parte por compra en el comercio ambulante, lo que descartó que ocurriera.

Según Consuelo Contreras, directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), organismo querellante del caso junto al Consejo de Defensa del Estado (CDE), "los terribles relatos entregados por las víctimas solo vienen a dar cuenta de que la tortura es una realidad que persiste en Chile (...). Los torturadores deben hacerse responsables de sus terribles actos y las víctimas deben recibir justicia".

En tanto, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, señaló que Carabineros adoptaría medidas administrativas luego de la audiencia de detención. "Es totalmente condenable que en los procedimientos no se dé cumplimiento íntegramente de la ley", enfatizó.