Contralor descarta dimitir y expertos critican método para calcular déficit
Tras conocerse que organismo usó fórmulas discrecionales en comunas como Viña del Mar, Bermúdez dijo que no dará paso al costado. Técnicos y académicos cuestionan criterios dispares.
"¿Por qué voy a renunciar?, ¿no se da cuenta de que estamos haciendo el trabajo?". Con esas palabras, el contralor general de la República, Jorge Bermúdez, enfrentó hoy la ofensiva que impulsa la UDI para que el jefe del ente fiscalizador deje su cargo.
La petición de renuncia la hizo la propia presidenta de esa colectividad, Jacqueline van Rysselberghe, luego de que Reportajes de La Tercera informara que la División de Análisis Contable de la Contraloría detectó la aplicación de distintas fórmulas contables en las auditorías que el organismo ha impulsado en diversos municipios del país, las que se utilizaron de forma discrecional. Una revelación que junto con generar una controversia política, ha provocado la crítica de expertos, que cuestionan los diferentes criterios usados para calcular los déficit.
El domingo, la institución emitió un comunicado público en el que defendió su actuar y aseguró que si bien tanto en la normativa del sistema de contabilidad general de la nación como en las Normas Internacionales de Contabilidad para el Sector Público (NICSP) se establecen los elementos a considerar para determinar el déficit municipal, "sin perjuicio de lo anterior, admite modalidades de cálculo que se deben adaptar a la realidad de cada caso, según la fiabilidad de la información".
Mientras que hoy Bermúdez descartó que se hayan aplicado "varas distintas" para medir el déficit en comunas como Viña del Mar, cuya alcaldesa, Virginia Reginato (UDI), se encuentra al borde de la destitución.
"Lo primero que hay que señalar es que aquí no hay ninguna distinta vara para medir a nadie. Lo que nosotros hemos hecho en la Municipalidad de Viña, en La Florida, en Illapel, en Las Huaitecas, en Lo Espejo, es aplicar la metodología que siempre ha aplicado la Contraloría", afirmó.
En ese sentido, el contralor recalcó que "como hay que basarse en la realidad y la realidad a veces es distinta a lo que sale en los libros, es pega del auditor, del fiscalizador, encontrar cuál es la realidad desde el punto de vista financiero".
Defensa de auditoría de Viña
El contralor, además, salió en defensa de la auditoría cursada en la Municipalidad de Viña del Mar, donde el ente fiscalizador acusó un déficit de más de 17 mil millones de pesos, monto que al aplicarse otra de las fórmulas utilizadas por el organismo podría haber disminuido considerablemente.
Así, Bermúdez explicó por qué en el caso de dicho municipio se optó por no contabilizar los ingresos devengados -aquellos derivados de la existencia de un contrato que asegura que en el futuro esos recursos serán recibidos-, como lo establece la normativa aprobada por la Contraloría, ni tampoco el saldo inicial de caja.
"Ese saldo inicial de caja, para poder ser utilizado necesita una cuestión fundamental que es que sea de libre disposición para poder aplicarlo al presupuesto", dijo Bermúdez, situación que -según la autoridad- no se habría dado en el caso del municipio liderado por Reginato.
Respecto de los ingresos devengados, el contralor explicó que se optó por un "criterio conservador" en vista de que "históricamente el municipio consideraba que iba a recibir $ 8 mil millones y fracción cuando en realidad lo que recibía eran $ 500 millones. Por lo tanto, si históricamente usted ha recibido $ 500 millones por un determinado concepto (...), por qué de un año a otro va a pegarse un salto de $ 7.500 millones o más para considerar que iba a ser un ingreso. Ese fue el factor".
Fuentes de la Contraloría confirmaron a este medio que existen otros municipios donde se habrían utilizado criterios disímiles para auditar a distintas comunas. Por ejemplo, en el caso de Arica, el informe 774 de 2018 refleja que la fórmula de cálculo utilizada fue ingresos percibidos, menos gastos devengados, dando así como resultado déficit o superavit. Mientras que en el mismo año, en la comuna de Colbún, se utilizó la fórmula: ingresos percibidos, más saldo inicial de caja, menos gastos devengados.
Pese a todo, la solicitud de renuncia de la UDI, desde donde además evalúan una eventual acusación constitucional, no generó mayor respaldo en el oficialismo. De hecho, desde RN pidieron prudencia y desde Evópoli aseguraron que antes de pronunciarse sobre el asunto analizarán todos los antecedentes.
En la oposición, en tanto, acusaron a la UDI de intentar "debilitar" a Bermúdez y de actuar movida por la "incomodidad" que genera la figura del contralor en el oficialismo, a propósito de los actos de fiscalización que ha llevado adelante en contra de militantes UDI.
Y si bien el contralor evitó abordar la posibilidad de que dicho partido busque acusarlo constitucionalmente, advirtió que "cuando empiezan a aparecer cosas que comienzan a molestar, entonces hay gente que cree que lo que hay que hacer no es perfeccionar el control o hacer mejor su propia pega, sino que atacar a quien hace su trabajo".
Debate técnico
A un punto en común llegan los técnicos y académicos cuando son consultados por una auditoría: a todos los entes se les deben aplicar las mismas reglas. Esto, dicen, porque traspasa el principio de uniformidad que establece la Contraloría.
Esa es la opinión del presidente del Colegio de Auditores, Emilio Soria. "El trabajo que hace la Contraloría se refiera más exclusivamente a cuestiones de carácter jurídico, porque la auditoría tiene sus reglas y esas reglas tienen que ser aplicadas uniformemente en los establecimientos de determinada condición".
"No es posible aplicar criterios distintos para determinar un déficit presupuestario", afirmó el exjefe de control externo de la Contraloría del Biobío, Víctor Astudillo. Y agregó: "La Contraloría no puede considerar una metodología para algunos casos y otra para otros, porque estaría faltando al principio de la uniformidad".
Asimismo, el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile Hugo Caneo explicó que la manera de revisar los antecedentes de una municipalidad o del ente que está siendo auditado debiesen ser los mismos. "Al final, es una forma de que a las manzanas no se les mida con el criterio de las peras", dijo, y agregó: "Los equipos de Contraloría tienen que tener la misma interpretación de cómo se contabiliza".
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