Dengue en Isla de Pascua: cómo Rapa Nui enfrenta una enfermedad con la que se acostumbró a convivir
La afectación dejó de ser un problema en la isla hace muchos años, donde como en otros sectores tropicales o subtropicales, se han incorporado protocolos permanentes, lo que, según habitantes del territorio, les ha permitido vivir normalmente, a pesar de los casos que se han conocido recientemente y que pasaron de 16 a 25 en una semana.
No es la primera vez que una enfermedad transmitida a través de la picadura de un insecto llega hasta la Isla de Pascua. El zika y el chikungunya ya han sido parte de la historia de Rapa Nui, tal como desde 2002 lo está siendo el dengue, que por estos días amenaza con un brote en el territorio, alertando incluso al Ministerio de Salud.
Y es que si hacia fines de marzo eran 16 los casos autóctonos pesquisados en la isla, es decir, que se originaron ahí mismo, hoy ya son 25, acorde a cifras de la propia cartera. En medio de eso, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, extendía hace cuatro días la alerta sanitaria que debía acabar el 31 de marzo, pero que debido a los altos peaks de la enfermedad en países vecinos como Argentina, que ya registra al menos 180 mil contagiados, se tomó la decisión. En ese punto indicaba que la vigilancia en Chile ha sido permanente, lo que ha permitido hasta aquí mantener al Chile continental libre de la enfermedad, justamente, porque el mosquito no ha logrado colonizar el territorio.
Pero ese insecto sí está presente en Isla de Pascua. Pese a esto, las autoridades de la comuna pascuense aseguran que permanentemente realizan todas las medidas necesarias para hacer frente a los focos donde es detectado el insecto, mismo que ellos catalogan como Nao Nao, el que transmite la enfermedad con una alta velocidad y síntomas silenciosos.
Aún así, las alertas emitidas desde el territorio chileno continental no han logrado preocupar a quienes habitan Rapa Nui, a tal nivel de enfrentarse a él como si no existiera, viviendo el día a día en completa normalidad, a pesar del aumento de casos de los últimos días.
“El dengue es de larga data en la isla. En Chile nos vienen asustando con eso, pero acá llevamos mucho tiempo conviviendo con la enfermedad”. Esa es la primera reacción de la administradora del Hotel Boutique Le Perouse, Alma Eben, una chilena que vive hace más de seis años en el territorio. La frase se repite casi en todos los consultados al respecto.
La realidad en la isla
“Que hoy día nos vengan a llamar a tomar precauciones no es tema. Hemos vivido durante todos estos años con la enfermedad y hemos sido precavidos en cada una de las cosas que van sucediendo, creando nuestro propio protocolo que ha funcionado impecablemente bien, medidas que hemos exportado a otros municipios del norte de Chile”, afirma a La Tercera el alcalde, Pedro Edmunds Paoa.
Y aunque por estos días en la isla aún no se preocupan del todo con una enfermedad que no aparecía desde 2020, el Hospital Hanga Roa ha tomado una serie de medidas, más tendientes a evitar la propagación.
En esa línea, el jefe de la oficina de la Secretaría Regional Ministerial de Isla de Pascua (Seremi), Carlos Schlack, indica que, por lo pronto, clave resulta “mantener con una malla mosquitera contra insectos a todas aquellas personas para evitar la picadura”. Y coincidentemente con eso, en la isla se han ido demarcando perímetros de seguridad donde se han encontrado nidos del mosquito, así como en los sectores donde van apareciendo contagiados, el municipio ha llevado a cabo fumigaciones, pero como una medida extrema, dado que puede afectar a más especies que viven en los sectores.
Asimismo, se ha optado por separar a aquellas personas que se encuentran con los síntomas más fuertes y que requieren de tratamientos más intensivos, y al resto con síntomas más leves simplemente los trasladan a sus casas. En tal sentido, las autoridades sanitarias pascuenses han decidido mantener en reserva la identidad de los infectados para evitar que sean apuntados, aun cuando sus nombres se rumorean entre los habitantes.
“No nos dicen quiénes son los contagiados para no hablar mal de ellos”, dice un poblador que sale del hospital y explica que “a aquellas personas infectadas los mantienen en secreto, pero todos en la isla saben quiénes son”.
El mismo seremi -y doctor- Schlack indica incluso que hasta los casos más complejos son tratados en la misma isla, sin requerir todavía de medidas drásticas como el traslado de pacientes a territorio continental.
“El dengue es una enfermedad que por sí sola te hace sentir muy mal, pero curiosamente eso no es signo de gravedad. Que tengas 40 grados de fiebre no es que estés grave. No hay que confundir síntomas con la intensidad de la enfermedad. Si hay insuficiencia respiratoria, tenemos ventilación mecánica, por lo que nunca hemos tenido que trasladar a nadie desde el 2002, que fue el primer brote”, señala.
Otras medidas
Pareciera ser que la situación en los hoteles está más o menos resuelta. “Tenemos repelente en cada habitación donde se alojan los turistas y rejillas en cada una de las ventanas”, explica Alma Eben, quien agrega que estas medidas “han sido las que siempre hemos tomado porque la isla es de un clima subtropical, donde la aparición de zancudos, mosquitos y cucarachas es normal, por lo que la limpieza es algo natural”.
Pese a estas medidas, según el gremio hotelero las alertas que se han levantado en torno al dengue desde el territorio nacional han hecho lo suyo. “Reservamos casi con un año de antelación nuestras habitaciones. El problema es que cuando empiezan a surgir las noticias sobre Nao Nao desde Chile, la gente comienza a tener dudas en torno a la enfermedad”, indica Eben. Por lo mismo, dice, han comenzado a llamar a cada uno de los turistas que reservan explicando las precauciones que han sido tomadas incluso antes de la reciente reaparición del dengue.
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