Directora del Doctorado en Educación UAH por Aula Segura: "Las otras violencias denunciadas por los directores quedan fuera"

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"El tipo de violencia del proyecto es propio de siete liceos del país y la violencia que se vive en el resto de las escuelas no es la de la bomba molotov", dice María Teresa Rojas.


Para María Teresa Rojas, experta en Educación de la U. Alberto Hurtado, el proyecto Aula Segura es derechamente innecesario, pues dice que luego de la extensión de plazos que se le aplicó al proyecto, no existen cambios sustantivos respecto de la legislación vigente. "Me pregunto si esto ameritaba tanta energía legislativa para tener una ley cuya diferencia es expulsar 10 días antes a los estudiantes", dice.

¿Cree que ya había herramientas para expulsar a escolares?

La Ley de Inclusión dice expresamente que si bien las suspensiones y expulsiones se regulan y a nadie se le pueden aplicar de forma arbitraria, tiene una excepción para las conductas de violencia extremas físicas y psicológicas. De no existir eso, los directores no podrían expulsar a estudiantes, y lo hacen.

¿Cree que el proyecto no aborda la violencia a nivel nacional?

El tipo de violencia del proyecto es propio de siete liceos del país y la violencia que se vive en el resto de las escuelas no es la de la bomba molotov. En una consulta realizada a 160 directores, ellos dicen que los tipos de violencia que enfrentan es la física entre estudiantes, las drogas y el acoso sexual, y Aula Segura nada dice de eso. Las otras violencias denunciadas por los directores quedan fuera.

¿Hay cosas que mejorar a la legislación vigente?

En la Ley de Inclusión hay un problema de doble sanción entre la expulsión y la suspensión, hay que corregir eso para especificar que la suspensión es una advertencia y la expulsión es definitoria, porque el problema es que un estudiante suspendido no podía ser expulsado, porque sería una doble falta. Pero eso no amerita otra ley, sino que corregir lo que hay.

¿Qué debiera pasar con un alumno expulsado?

Nada se dice sobre eso. ¿Qué pasa con la escuela que reciba a ese joven? El proyecto tampoco dice nada. Los profesores necesitan apoyos para ajustar sus reglamentos, ellos tipifican otros tipos de violencia y lo que más piden es un apoyo psicosocial. Estoy segura de que expulsar a un estudiante del Liceo de Aplicación por lanzar una molotov no resolverá el problema.

Pero el gobierno argumenta que es necesario separar al alumno violento para no afectar a la comunidad, ¿no cree que eso es necesario?

La indicación de los senadores dice que cuando hay una falta grave, el sujeto debe tener una sanción, y la suspensión significa retirarlo de la sala. Varios estamos de acuerdo con eso, para no generar revictimización, pero de ninguna manera echarlo, porque se necesita generar otros espacios para que ese niño que cometió una conducta violenta pueda reeducarse. En la escuela, pero en un espacio distinto, de suspensión tutelada.

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