El incómodo seminario en que la Suprema tuvo que “hablar de ética” judicial en medio de investigaciones en el máximo tribunal

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Foto: Andres Perez

Este jueves tuvo lugar el seminario “Necesidad de un Código de Ética Judicial para Chile”, el cual estuvo cruzado por las denuncias contra magistrados y por la serie de interrogantes respecto del trabajo de la Comisión de Ética que analiza dichos casos.


A días de que estallara en el Palacio de Tribunales el caso de presunto tráfico de influencias en nombramientos judiciales -donde supuestamente estarían implicados cuatro ministros de la Corte Suprema-, el pasado 19 de junio, la vocera María Soledad Melo anunció que el Pleno había estimado “necesario avanzar en la redacción de un Código de Ética Judicial”. Todo, mientras distintas voces, tanto internas como externas, pedían sin éxito que se convocara a la Comisión de Ética para que se analizara la situación.

En ese momento la magistrada transmitió que se había descartado esa opción, aunque cinco días más tarde el presidente Ricardo Blanco dio un giro y comunicó que había decidido citar a la mencionada instancia, desatando una verdadera batalla al interior de la entidad.

Desde entonces, la tensión entre los titulares del máximo tribunal ha sido latente y, de hecho, los reproches entre pares han ido al alza, generando un escenario a lo menos incómodo y que incluso ha llegado a influir en actividades paralelas patrocinadas por la Corte, como el seminario “Necesidad de un Código de Ética Judicial para Chile” que tuvo lugar la tarde de este miércoles 24 de julio en el Salón de Honor de la Suprema.

No fueron pocos los que cuestionaron la oportunidad del encuentro, pues las dudas sobre el rol que han jugado los jueces en distintos procesos persisten.

De hecho, la previa de la cita estuvo marcada por consultas respecto de lo que ocurrirá con el ministro Sergio Muñoz, que recientemente fue denunciado ante la instancia por haber entregado información reservada de un proceso judicial a su hija, y por lo referente a la ministra Ángela Vivanco, a cuya pareja efectivos policiales le incautaron su celular por orden de la fiscal regional de Los Lagos, Carmen Gloria Wittwer, quien indaga presuntos delitos de soborno en medio de la elección de fiscal nacional.

Y aunque el silencio fue la opción escogida por la mayoría de los supremos que se dejaron ver durante la jornada por los pasillo, la vocera Melo respondió de manera escueta.

“Desconozco absolutamente si se reunió (la Comisión de Ética) y si ha habido algo. Nosotros vimos la noticia de que se había presentado la denuncia (contra Muñoz), pero no sé si se habrán reunido o resuelto algo. La Comisión es un proceso reservado, no debería saber más allá de los interesados”, sostuvo sobre la situación del reconocido juez de la Tercera Sala.

En el mismo tono, agregó que respecto del caso de Vivanco tampoco hay antecedentes a la vista. “Eso pasó en la mañana, es una información que está en desarrollo. No hay ningún comunicado ni el Pleno o el presidente ha informado alguna situación respecto de ella”, indicó Melo.

A ella se sumó la ministra Gloria Ana Chevesich, quien también declinó entregar mayores antecedentes. “Lamentablemente no podemos opinar al respecto. La Comisión, de acuerdo al auto acordado que la rige, establece que es una actividad reservada, confidencial, no puedo dar información ni decir que la vocera de cuenta de aquello”, manifestó.

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Dragomir Yankovic/Aton Chile

Más tarde, en todo caso, fuentes consultadas por este medio indicaron que la Comisión no revisó el asunto que complica a Muñoz, dado que el ministro Mario Carroza -uno de los tres integrantes- se encontraba fuera de Santiago, en comisión de servicio en Copiapó.

¿Por qué no hay pronunciamientos?

Aunque prácticamente todos los ministros que transitan por el Palacio de Tribunales insisten en que no pueden hacer comentarios por tratarse de procesos que, por definición, son secretos, el supremo Mauricio Silva expone otro elemento a considerar: no hay respuestas porque no todo está reglado.

Consultado por La Tercera respecto de cómo zanjarán las reclamaciones hechas por la ministra Vivanco, que pide se declare la nulidad de las actuaciones de la comisión respecto de su caso -que se le vincula por conversaciones que supuestamente tuvo su pareja- y que los ministros Blanco y Andrea Muñoz se inhabiliten, Silva reconoce que habría un vacío.

“Me encantaría responder, pero no puedo. Como cualquiera de nosotros, estoy con las manos atadas, no es que no quiera responder, pero yo creo que falta mucho por reglar y en eso estamos”, manifestó el magistrado.

Y sobre la denuncia presentada contra Muñoz, aseguró: “No me corresponde, en este momento, decir otra cosa que no sea que se trata de asuntos que debe resolver la Comisión de Ética. Ellos tienen que entender el objetivo de la comisión y decir si las denuncias cumplen con esos objetivos o no. Eso escapa a los ministros del Pleno y es algo que sólo debe conocer la Comisión de Ética. Juicio mío no puedo entregar, porque quién sabe si el día de mañana a mí me corresponde hablar o decidir algo”.

Los alcances del seminario

Pero aunque la crisis no se aleja de los magistrados, el presidente Blanco encabezó el mencionado seminario esbozando que el trabajo que están llevando a cabo para tener un nuevo Código de Ética, y que fue especialmente encomendado a la ministra Adelita Ravanales, sería más que necesario.

“El tema de la ética judicial, así como la idea de reunir dictámenes de orden moral en un cuerpo normativo, es de antigua data en el Poder Judicial chileno. Y la verdad es que no podría ser de otra manera, si se consideran los altos valores que la sociedad espera ver personificados en quienes aplican justicia: independencia, imparcialidad, prudencia, celo, tino, ecuanimidad, reflexión, moderación, templanza, pulcritud, claridad, dedicación, acuciosidad, honradez, integridad, recato”, manifestó.

Agregó, en el mismo sentido, que conveniente preguntarse si lo que actualmente tienen en la materia es suficiente y si requieren dar nuevos pasos. “Todas estas cuestiones han sido planteadas por el Poder Judicial, por consiguiente este seminario y los invitados son expresión de una genuina preocupación pues se ha encarado con humildad, en la esperanza de incentivar un debate del que, conducido con seriedad, responsabilidad y tesón por la Ministra Ravanales, comisionada para estos efectos por el Pleno de la Corte Suprema, solo se pueden esperar cosas mejores”.

Tras él, la ministra Ravanales sumó: “He comprometido la principal transparencia y participación en este proceso. Estamos ciertos que una herramienta que fije cánones éticos para toda la institución, que tenga alguna pretensión de adhesión por parte de sus miembros, debe ser fruto de un diálogo abierto, respetuoso, con altura de miras, y que busque lo mejor para la institución. Que nunca se pierda de vista lo más importante, que somos funcionarios públicos que pertenecemos a un Poder del Estado y que, en consecuencia, estamos al servicio de las personas y no de nuestros intereses personales”.

Recordó, de la misma forma, que el trabajo que está liderando tendrá una duración de seis meses más, divididos en etapas: Planificación, sensibilización, propuesta de modelos, aprobación de bases para un código de ética, elaboración del código, redacción de borrador y aprobación por parte del Pleno de la Corte Suprema.

Así, según dijo, la idea es que hacia fines de este año la Corte ya haya aprobado el nuevo código que los regirá.

Durante el encuentro, cabe hacer presente, se escucharon las opiniones y experiencias del juez español y secretario ejecutivo de la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial, David Ordoñez; del presidente de la Comisión de Ética del Colegio de Abogados, Cristian Maturana; y del profesor de la Universidad Católica y doctor en filosofía Felipe Widow.

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Karin Pozo/Aton Chile

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