Estudio posiciona a Chile en el tercer lugar de América Latina respecto de la apertura de datos oficiales sobre el Covid-19

Es un tema de interés: ¿cuánta información entrega cada gobierno sobre los casos de pandemia del coronavirus, y de qué forma? Es el objetivo de un análisis hecho por la fundación Ciudadanía Inteligente que toma a 20 países de América Latina para sopesar cómo se encuentran respecto a la entrega de dichos datos, al igual que los formatos en los que lo hacen.

Y el estiudio, realizado entre el 12 y el 13 de mayo, coloca a Chile en el tercer lugar en cuanto a disponibilización de estadísticas generales, detrás de México y Colombia. Según explica la ONG en su metodología, este punto se refiere a “la información agregada que entregan los gobiernos respecto a datos relativos a la evolución de la enfermedad”, tanto a nivel nacional como regional o de municipios.

“Si los datos no se publican correctamente, y la gente se queda con la sensación de que las decisiones respecto a la pandemia se toman a puertas cerradas, baja la confianza en los gobiernos y sus acciones, lo que en un contexto de pandemia puede significar la diferencia entre una ciudadanía que se protege y una que se expone”, afirma Auska Ovando, coordinadora de proyectos de Ciudadanía Inteligente.

El panorama es distinto cuando se analiza otro aspecto, el de los microdatos, que apunta, según la fundación, a “la desagregación que permite identificar la información del paciente, pero al mismo tiempo ocultando su información sensible para no vulnerar la protección de sus datos”.

En este respecto, sólo tres de los 20 países evaluados tienen alguna entrega de datos que cuadra con esta definición: México, Colombia y Paraguay.

En Chile, de hecho, algunas organizaciones científicas y académicas han planteado al gobierno la necesidad de que disponibilice ese tipo de datos, aunque al mismo tiempo se reconoce la complejidad de su manejo, debido a que, si no son procesados de la manera correcta, pueden dejar expuesta información personal sensible.

“La escasa publicación de microdatos en América Latina es grave, porque son precisamente estos los que permiten abrir a la comunidad científica y la sociedad civil la toma de decisiones y mostrar un trabajo colectivo que involucre no sólo a las autoridades, sino que a todo un país”, señala Ovando.