Exministros del TC dan su fórmula para mejorar clima interno
Este viernes se realizó un pleno extraordinario para abordar las propuestas del comité de crisis, en medio de los conflictos que se han generado en el tribunal.
Durante una hora y media, este viernes se realizó -a través de Zoom- un pleno extraordinario del Tribunal Constitucional (TC), en el que se debatió la propuesta que hizo el comité de crisis del mismo organismo para resolver una serie de problemas internos.
Esta instancia se creó luego de que su presidenta, María Luisa Brahm, dijera en abril pasado en una entrevista a La Tercera Domingo que “antes de que yo llegara había causas detenidas en el TC por mucho tiempo, al límite de la corrupción”, apuntando al periodo en que Iván Aróstica lideró la institución. A esto se suman los desencuentros y la tensa relación entre ministros tras la declaración pública de esta semana de Brahm, haciendo un llamado urgente a respetar la Constitución en medio del enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Congreso por proyectos de ley.
Los ministros que integran este comité -Rodrigo Pica, Juan José Romero y Miguel Ángel Fernández- propusieron soluciones en relación a tres materias: el funcionamiento del tribunal, el desarrollo de los plenos y a la prensa. Una de las medidas busca crear un consejo de expresidentes del TC, compuesto por tres personas, para que presten asesoría de manera permanente. Y se sugirió elaborar reglas de integración y funcionamiento.
A diferencia del pleno del pasado jueves, que estuvo marcado por desavenencias entre algunos ministros; en la sesión de este viernes, según conocedores de lo ocurrido, se dio una instancia pacífica y con buen debate para conversar sobre las propuestas del comité de crisis.
De acuerdo a quienes estuvieron en la reunión, las medidas tuvieron apoyo pero aún falta dialogar más para “aterrizar” los planteamientos a temas concretos. Según a las mismas fuentes, todos los ministros estuvieron de acuerdo en la creación del consejo asesor de expresidentes.
Marisol Peña, expresidenta del TC, dijo que la creación de este consejo le parece “una medida muy apropiada y constructiva. Esa misma idea la tuvo el presidente Iván Aróstica cuando ejerció su periodo, destinando una sala del edificio donde funciona el Tribunal Constitucional como la sala de los expresidentes. Creo que todos estaríamos en disposición de colaborar en base a nuestra experiencia”.
Eso sí, advirtió que “este debe ser un comité solamente consultivo, es decir, que haga propuestas y un órgano de carácter asesor, sin olvidarnos que la decisión de los asuntos del tribunal pasan por el pleno”.
En relación a qué podrían aportar en este consejo, Peña indicó que lo podrían hacer con “la valoración de la jurisprudencia previa, y eso es algo muy importante porque la manera cómo se han decidido los asuntos va configurando cierta certeza y seguridad jurídica, de modo que cuando las personas van al tribunal, lo hacen sobre la base de lo que el tribunal ha decidido previamente”.
El exministro Francisco Fernández aseguró que estas “instancias asesoras siempre son bienvenidas”. Sin embargo, dijo que cuando él era parte de TC “eran los propios miembros quienes discutían e intercambiaban los puntos de vista hasta arribar a una visión. Entonces, crear un consejo asesor a mí me parece que es dilatar un poco el asunto porque la decisión le corresponde a ellos. Me da la impresión de que es chutear la pelota, como se diría en lenguaje corriente”.
Para el exministro José Antonio Viera-Gallo, “todo eso demuestra la crisis en que está el tribunal y creo que esas medidas pueden ser analizadas una por una en su mérito, pero si no se resuelve el problema de fondo, que es recuperar un sentido de responsabilidad como cuerpo, ninguna de estas medidas al final va a ser suficiente”.
En ese sentido, sostuvo que “lo básico es que el tribunal recupere su responsabilidad en el país y eso supone que cada ministro asuma que es parte de un cuerpo colegiado”.
En relación al diagnóstico de la crisis interna, Peña dijo que “sería injusto y poco objetivo atribuirle toda la culpa a la presidenta actual a pesar de que creo que ella tiene una gran responsabilidad omisiva en no haber hecho lo que los presidentes de los grandes tribunales constitucionales hacen. Ella no es una persona que despliega gestos de unidad, eso yo por lo menos lo alcancé a apreciar y creo que se ha instalado una lógica de grupos internos y eso es muy complicado”. Además, catalogó de “desafortunada” la última declaración pública de Brahm.
En la misma línea, Fernández apuntó a que los tribunales deben hablar a través de sus sentencias. “Entonces, el entrar a emitir resoluciones que no tengan que ver concretamente con un caso sometido a la decisión del tribunal me parece algo bastante insólito. Le da un contenido que es más propio de un órgano político que de un órgano jurisdiccional”, indicó.
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