Fin del examen de admisión en el Instituto Nacional abre debate sobre el valor de las pruebas de selección

Por primera vez, el Instituto Nacional dejó de tomar su histórica prueba de conocimientos en el proceso de admisión de nuevos alumnos para este año, reemplazando ese instrumento por un método de selección basado en las notas de 5° y 6° Básico, además de factores como el tipo de colegio de procedencia. Así, el liceo emblemático siguió seleccionando, pero sin usar un examen.

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El cambio se anticipó al proyecto de ley Admisión Justa, que busca que retorne el "mérito" como factor de selección en los colegios a partir de 7° Básico, pero que no define qué no define cómo se medirá: si será con una prueba, notas anteriores u otros indicadores.

Ante esto, los expertos están expectantes ante cómo funcionará el nuevo sistema del Instituto Nacional, pero igualmente abren el debate sobre el valor que tienen las pruebas de admisión.

La coordinadora del Programa Social de LyD, María Paz Arzola, afirma que en el sistema de educación "existe un proceso de aprendizaje en términos de facilitar la transparencia del sistema, pero me cuesta prever qué tipo de instrumentos son más sencillos para velar por esa transparencia que las pruebas", por lo que "es importante que los procesos de admisión sean definidos por cada colegio, pero avalados por el Mineduc".

Arzola explica que Admisión Justa establece que los colegios puedan usar pruebas, ranking u otros indicadores, y presentar su fórmula al Mineduc "para que los postulantes sepan de antemano sus ponderaciones y se enfrenten a un proceso transparente, lo que es importante, porque tan grave como se produzca una discriminación arbitraria, es que se existan sospechas sobre el sistema".

Pero Ernesto Treviño, investigador de la U. Católica, cree que la prueba de admisión no debería ser considerada. "La selección por notas previas o por pruebas de conocimiento, en la educación obligatoria, es una medida profundamente injusta, pero se entiende que existan este tipo de instituciones de larga data o tradición" que las quieran usar.

Sin embargo, entre una prueba y las notas previas, Treviño cree que es mejor optar por el segundo factor, "porque así, en vez de que exista una doble selección, esa selección se dará por la vía de las notas, que siendo discriminatorio, es menos discriminatorio que las pruebas de conocimientos, porque estas reflejan el nivel socioeconómico de la familia".

Además, cree que avanzar en eliminar la selección "es una señal importante para que los colegios muestren su verdadera calidad, que se basa no en la selección, sino que en ayudar a los estudiantes, vengan de donde vengan, a obtener buenos resultados en la enseñanza media. Pero en ningún caso la selección por mérito debería ser una política, porque esa es la receta para ampliar las desigualdades sociales".