Gendarmería: los líderes del penal
En la semana del paro en Gendarmería, dos voceros destacaron entre los múltiples liderazgos del gremio.
Cerca de 300 gendarmes permanecían agrupados en el acceso al Centro de Detención Preventiva Santiago Uno. Al medio de esta multitud, Marcos Aburto (48), vocero del Frente de Trabajadores Penitenciarios, arengaba sobre la "amenaza" que se vivía en el exterior. Medio centenar de Carabineros, entre ellos efectivos del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope), intentaban tomar el control del lugar. El gobierno había ordenado desbloquear el paso de los reos desde el Centro de Justicia al penal y Aburto se encargaba de preparar a los suyos ante un posible enfrentamiento.
Sin embargo, el conflicto no se produjo y una vez que se evitó la entrada de la policía uniformada, el dirigente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup) salió de la cárcel a explicar lo sucedido ante los medios de comunicación.
A cuatro días de iniciado el paro de Gendarmería, los liderazgos ya quedaban de manifiesto. Pese a que el Frente de Trabajadores Penitenciarios agrupa a las cinco principales organizaciones de la institución, con varios dirigentes "de peso", la figura de Aburto asoma como uno de sus principales caudillos.
"Tiene amplia trayectoria en el mundo gremial, tanto en Anef como en Anfup. No tiene temor en radicalizar el movimiento cuando identifica cualquier tipo de trato indigno hacia nuestra labor", dice otro dirigente.
Pese a su cercanía con algunos sectores de la izquierda sindical, no tiene militancia política. Los partidos no han jugado un rol al interior de la movilización. "(Aburto) tiene peso porque mueve masas y es combativo, aleona", aseguran desde Gendarmería.
Desde el comienzo del paro, Aburto ha compartido la vocería del Frente junto a Andrés Segovia (48), también dirigente nacional de Anfup. Ambos han tenido presencia en los medios, logrando convertirse en los "rostros" de los gremios. No obstante, al interior de la institución ejercen diferentes liderazgos. Mientras Aburto es el "combativo", Segovia tiene un perfil más técnico.
"Andrés (Segovia) tiene una vasta experiencia y conocimientos técnicos de nuestro servicio. Tiene un discurso más conciliador y maneja al detalle las falencias del servicio", señala un funcionario cercano a él.
Segovia es parte del grupo de dirigentes que sentó a negociar con el gobierno. Sus pares no dudan en definirlos como las "cabezas pensantes" del gremio.
En este grupo de negociación, junto a Segovia, se encuentran Pablo Jaque, de la Asociación de Gendarmes de Chile (Agech); Patricio Baquedano, de Anfup, y Jorge Pinochet, de la Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes (Ansog). A ellos se une desde la Asociación de Directivos, Profesionales, Técnicos, Administrativos y Auxiliares (Adiptgen), la única mujer, Magaly Troncoso.
En Justicia reconocen que estos nombres son su contraparte, con amplio conocimiento de aspectos técnicos y legales, "aunque muchos se mantienen en las sombras".
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