Jaime Mañalich: "Insistir en una tarifa variable en isapres es tozudez y falta de tino político"
El actual gerente de Clínica Las Condes dice que el gobierno debe promover un valor único para los planes, de lo contrario la reforma sería "utópica" y generaría distorsiones de precios y selección adversa de afiliados. Además, llamó a presentar indicaciones a la iniciativa ingresada durante su administración, para agilizar el trámite.
Jaime Mañalich, exministro de Salud del primer gobierno de Sebastián Piñera, califica como "utópico, desde el punto de vista político", que el Ejecutivo saque adelante una reforma a las isapres con un proyecto que propone un plan con tarifa variable para los afiliados. Ello, considerando un Congreso con mayoría de oposición y donde se ha asociado el concepto de tarifa única con las bases de la seguridad social. En ese contexto, llamó al gobierno a cambiar la estrategia y valoró que la Comisión de Salud haya acordado poner en tabla el proyecto de reforma impulsado durante su administración, que propone un plan único con tarifa plana y un IPC de la salud para calcular los reajustes anuales de precios.
El gobierno ha dicho que el proyecto de reforma a las isapres que presentará en las próximas semanas incluye un plan universal con tarifa variable y hasta cinco deducibles. ¿Qué le parece?
No es posible que ocurra. En mi opinión, lo máximo que se puede lograr es una tarifa diferenciada entre jóvenes menores de 25 años, sin distinción de sexo, y adultos. Pero plantear una tarificación en diferentes tramos, en lugar de un plan garantizado con tarifa única, es un pensamiento completamente utópico desde el punto de vista político, que va a significar una demora y de nuevo no sacar el proyecto.
¿El gobierno está errado en esa alternativa de tarificación?
Creo que la posibilidad de tener un deducible siempre está. El Fonasa lo tiene incorporado en su mecanismo de copago, pero pensar en una tarificación distinta para el plan de salud creo que es un error y, políticamente, con la oposición dominante en el Parlamento, en ambas cámaras, es algo imposible que suceda.
¿Por qué?
Un plan universal de salud con tarifa variable es altamente inconveniente, porque va a generar de nuevo una movilización del mercado, distorsión en los precios, selección adversa a personas de menos riesgo y, en definitiva, no se constituirá el pilar fundamental, que es que el 7% de cotización obligatoria representa la seguridad social. Que una isapre logre un precio único para sus beneficiarios, y mejor que otra isapres, apunta en la dirección correcta.
¿Cómo interpreta que el gobierno insista en esta fórmula, que expertos y parlamentarios, e incluso la industria, han desestimado?
Yo lo interpreto como tozudez y falta de tino político. Insisto, nos estamos basando en trascendidos, pero yo haría un llamado muy formal a que no se presente un proyecto con tarifa diferenciada, porque eso va en contra de la concepción de la seguridad social de la cotización de salud.
¿Apoya recuperar el proyecto presentado en su administración, como proponen los miembros de la Comisión de Salud del Senado?
Defiendo firmemente la posición de que hay que hacer una indicación sustitutiva o complementaria al proyecto que está hoy en la Comisión de Salud del Senado. Lo dejamos en segunda instancia, a punto de ser aprobado. Tenía como eje un IPC de la salud, es decir, una reajustabilidad máxima de las primas de los planes cada año; un plan garantizado con tarifa plana, que no discrimina ni por edad ni por sexo, y que incorpora prestaciones que consideramos parte de la seguridad social. Ese proyecto lo trabajamos dos años con parlamentarios de oposición, gobierno y expertos. Fue un trabajo transversal. Y con una indicación, ese proyecto, con todo el trámite legislativo que requiere, podría estar listo en tres o cuatro meses.
¿Por qué se estancó?
A seis meses de la elección presidencial había claridad entre la Nueva Mayoría de que se elegiría a Michelle Bachelet, y ello los alentó a pensar en una reforma más radical, que era crear una suerte de "super-Fonasa" en el cual las cotizaciones iban a este único seguro y las isapres se mantenían como seguros complementarios. Fue una consideración política de que en un gobierno de izquierda se iba a poder avanzar en un proyecto más radical. Sin embargo, la tramitación de esa iniciativa se paralizó y hoy estamos en la misma situación de 2010.
Se ha criticado la demora en la presentación de la iniciativa...
Hubiera deseado que este proyecto hubiera sido presentado durante los primeros seis meses de gobierno y que ahora estuviera en franca discusión, porque el acuerdo parlamentario de generar una reforma, en la línea del proyecto del Piñera de 2012, está bastante claro, junto con los temas que hay que abordar y la forma de cómo corregirlos.
La Superintendencia suspendió una circular emitida el mes pasado que obligaba a las isapres a bajar los precios de los planes por cambio etario. ¿Qué le parece?
Creo que el superintendente se apuró, porque si esa es la interpretación correcta de la ley, lo prudente hubiera sido consultar a la Contraloría o esperar que se fallaran más de estos recursos. Estoy seguro de que el superintendente no tiene atribuciones para hacer lo que hizo.
En otro tema: ¿cuál será la posición de Clínica Las Condes frente a la objeción de conciencia institucional para casos de aborto?
Entendemos que habrá recursos en el Tribunal Constitucional y que el tema no se ha resuelto en definitiva, por lo que no se tomará una posición aún.
¿Y en este tiempo han realizado abortos en el marco de esta ley?
No por la causal de violación. Sí por la primera y la segunda. No tengo las cifras, porque es algo que maneja la dirección médica, pero ha sido, según la opinión cualitativa que tengo, un número escaso, que es la realidad del país. Y sobre lo que se había presupuestado, en realidad los números han sido mucho menores.
¿Cómo evalúa la gestión del ministro Santelices?
Soy muy cercano a él. Creo que las confusiones por la ley de aborto hicieron que tuviera una partida muy compleja, con dificultades políticas, pero hoy lo veo muy firme, bien aspectado, trabajando con un horizonte claro. Se ha logrado afirmar en el puesto y eso me tiene muy contento.
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