Libro cuenta inéditos asesinatos de homosexuales en dictadura a manos de militares
Tras el golpe de 1973, una unidad de agentes de la dictadura secuestró, asesinó e hizo desaparecer personas sin militancia política, por su orientación sexual, en Arica. Así lo revela el libro Corazón Partío, del periodista Rodrigo Fluxá, que acaba de llegar a librerías.
El anuncio fue publicado el 14 de mayo de 2012 en la página 23 de La Tercera, en un esquina inferior. Aparecía al lado de una cara y del siguiente texto: “Se solicita a las personas que hayan conocido o ubiquen a quien aparece en la siguiente imagen, persona presuntamente desaparecida el año 1973, comunicarse al fono 64838289 o al correo ubicarpersonas@gmail.com, a objeto de aportar antecedentes para su identificación”.
El periodista Rodrigo Fluxá lo leyó y llamó por curiosidad, sin imaginar que eso lo tendría ocupado los siguientes 12 años. “Era una aviso pagado por el Poder Judicial de Arica. Tenían un asesino confeso y un cuerpo, pero con esa cara estaban tratando de encontrar la identidad del muerto, pues su homicida era un marino que no lo conocía y solo sabía que era homosexual”, dice Fluxá.
Ese fue el origen de una larga investigación que revela por primera vez un hecho desconocido: la persecución y ejecución de homosexuales, sin filiación política, en Arica por parte de los aparatos represivos de la dictadura a mediados de los 70. El resultado de sus pesquisas, junto a la detective Rosa Otárola, quien lideró la investigación policial, es recogido en el libro Corazón Partío, que ya se encuentra en librerías y del que La Tercera Domingo ofreció un adelanto. El volumen es editado por el sello Un Día en la Vida, de Andrea Insunza y Javier Ortega, en alianza con Catalonia.
Gracias a la confesión de un ex marino, la PDI dio con el hallazgo de un cuerpo en una mina abandonada en 2009. Los autores materiales del crimen fueron condenados, pero la víctima no pudo ser identificada. En 2012 Rodrigo Fluxá escribió un reportaje en torno al caso, en el que publicó el retrato aproximado elaborado en 3D por peritos de la PDI. Gracias a ello, conoció el caso de otros dos homosexuales que fueron detenidos por militares en Arica y desde entonces se encuentran desaparecidos: Carlos Bravo Galleguillos, “el Corazón Partío”, nacido en 1941 y cuyo destino se desconoce, y Sergio Núñez Guerra, “Mc Lean”, nacido en Valparaíso en 1929, detenido y desaparecido en 1977.
Basado en más de 100 entrevistas, miles de páginas del expediente judicial y tres cuadernos de notas, el libro cuenta en 125 páginas cómo los agentes del Centro de Inteligencia Regional (CIRE), creado después del golpe para perseguir opositores, secuestraron y mataron a homosexuales sin militancia política en Arica. Se trata de los primeros casos que se tenga registro de crímenes de agentes del Estado contra miembros de minorías, exclusivamente por su orientación sexual.
A partir de los descubrimientos de Fluxá se abrió una nueva causa judicial con sede en La Serena, inicialmente a cargo del magistrado Rodrigo Hormazábal, quien ordenó tomar declaración al periodista. Hoy la causa está en manos del juez Sergio Troncoso y es también parte del Plan de Búsqueda, el principal proyecto del gobierno de Gabriel Boric en materia de Derechos Humanos.
Los casos levantados en la investigación no aparecen considerados en el Informe Rettig, que certificó los casos de ejecuciones y desaparición forzada durante la dictadura. Tampoco en las actualizaciones realizadas por el Estado en las décadas siguientes.
La portada del libro es justamente el mismo rostro que Fluxá vio en el aviso de La Tercera; corresponde a una reconstrucción 3D del cráneo de un cuerpo encontrado en un pique minero de Arica, asesinado por un marino en 1974. Según el autor, esa imagen se ha transformado en la llave maestra de la investigación. “La hizo un perito de la PDI y el Poder Judicial pagó esos avisos en el diario por si había alguien que la reconocía, pero nadie lo hizo. Años después yo publiqué un reportaje inicial en la revista Sábado, donde la imagen salía más destacada. Ahí fue que empezaron a contactarme personas que creían haber reconocido a un pariente. Gente que por vergüenza o miedo no hizo la denuncia en su momento o que simplemente no sabía lo que le había pasado a su familiar”, dice Fluxá, quien cree que la publicación del libro puede amplificar ese efecto.
Por lo mismo, hace un llamado a las familias que hayan perdido un familiar presuntamente homosexual en los años 70 y a quienes el rostro les parezca familiar, a ponerse en contacto. “La investigación se circunscribe a Arica, pero la gente del Plan de Búsqueda cree que puede haber ocurrido en otras ciudades. Es posible; cada vez que la historia ha ganado en masividad, han ocurrido avances significativos sobre personas que ni siquiera estaban en los registros oficiales de víctimas de terrorismo político”.
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