Después de varios meses de tramitación, este miércoles la Cámara de Diputadas y Diputados dio luz verde a la creación del nuevo Ministerio de Seguridad, cartera que estará especializada en el combate de la delincuencia, el orden público y la conducción de las policías. La iniciativa fue despachada para su promulgación, luego que ayer martes el Senado aprobara el informe emanado de la comisión mixta.

La reforma que permite la creación del ministerio ingresó en 2021 al Parlamento, durante el gobierno del fallecido expresidente Sebastián Piñera, y se transformó en el proyecto estrella de la actual ministra del Interior, Carolina Tohá, y en el buque insignia de su agenda de seguridad.

La creación de ministerio es una antigua idea de las administraciones de la Concertación desde 1990. Incluso, la expresidenta Michelle Bachelet, lo incluyó en su primer programa de gobierno en 2005.

El objetivo principal del nuevo Ministerio de Seguridad es preocuparse exclusivamente de tareas de seguridad -tanto para el resguardo de ésta como en la prevención del delito- colaborando directamente con el Presidente de la República.

Además, la nueva cartera coordinará un nuevo Sistema de Seguridad, el que permitirá alinear a las distintas instituciones del Estado en torno a una Estrategia de Seguridad.

“Este sistema estará integrado por instituciones como Carabineros de Chile, la Policía de Investigaciones (PDI), Gendarmería, la Agencia Nacional de Inteligencia, ministerios sectoriales con competencias en seguridad pública o prevención del delito, los gobiernos regionales, municipios o el Ministerio Público, entre otros”, señalaron hace unos días desde Interior.

El nuevo ministerio contará con un ministro o ministra que encabezará la cartera. Además, se creará la figura de un nuevo secretario regional ministerial de Seguridad Pública (seremi), que será una suerte de sheriff que tendrá el mando de Carabineros y la PDI en cada zona.

El seremi de Seguridad Pública dependerá del Ministerio de Seguridad, pero debe responder directamente a requerimientos del delegado regional presidencial para intervenciones en materia de orden público (por ejemplo, protestas) o ante situaciones de seguridad.

El Ministerio de Seguridad fortalece las atribuciones de los delegados presidenciales en cada región.

En definitiva, el delegado puede “instruir” al seremi de Seguridad el uso de la fuerza pública.

El nuevo ministerio tendrá equipos con dedicación exclusiva a las tareas de seguridad en cada región, mediante las Secretarías Regionales Ministeriales y los Departamentos Provinciales de Seguridad Pública.

La Secretaría Regional Ministerial será la orgánica de desconcentración del ministerio y tendrá funciones específicas, requisitos, causales de cesación y permitirá las creación de los Departamentos Provinciales de Seguridad Pública.

La nueva cartera permitirá fortalecer el Ministerio del Interior, estableciendo claramente su rol como coordinador político del gabinete y encargado de la articulación intersectorial.

En definitiva, estará a cargo del desarrollo regional, entre otras capacidades, mientras que el Ministerio de Seguridad tendrá a su cargo las Subsecretarías del Interior y de Prevención del Delito.

Las fuerzas de orden y seguridad pública dependerán del Ministerio de Seguridad Pública.

En concreto, se establece que solo la ministra o ministro podrá solicitar informes reservados, con lo que se fija una línea de responsabilidad precisa.

El nuevo ministerio permitirá la creación de un Centro Integrado de Coordinación Policial, el que permitirá crear una instancia de asesoría de las policías al Ministerio para lograr una mejor coordinación.