Magnitud del temporal y falta de preparación: la tormenta perfecta que explica por qué las empresas no han repuesto la luz
Expertos sostienen que parte de los problemas que explican la lentitud en la reposición del servicio eléctrico se debe también a la falta de recursos y fuerza humana por parte de las empresas para prevenir la emergencia, además de un sistema "ciego" que no permite identificar qué zonas son las que requieren mayor apoyo, lo que queda en manos de los reportes de usuarios.
A una semana del masivo corte eléctrico que aún afecta a miles de familias de la zona centro sur del país y pese a que la cifra ha ido disminuyendo desde el comienzo de la emergencia cuando se registraba más de un millón de clientes sin luz, las comunas que hoy se mantienen sin suministro han denunciado la falta de celeridad en la reposición y respuesta ante inquietudes.
Al cierre de esta edición, todavía había 98.543 personas sin suministro eléctrico en nueve regiones del país según la última actualización de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC). Y 62.005 de ellos estaban en la Región Metropolitana (RM).
Este miércoles, incluso, vecinos de las comunas más afectadas como Maipú, La Reina, Colina, Conchalí, Pudahuel y Quinta Normal salieron a la calle con barricadas y cacerolazos en modo de protesta. Lo mismo se repitió en la región de La Araucanía -la segunda región más afectada por el corte de luz-, Biobío y Los Ríos.
Pero ¿por qué ha costado tanto la reposición del suministro eléctrico a nivel nacional? Para el académico de la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte de la UC de Valparaíso y consejero del Consejo de Políticas de Infraestructura, Álvaro Peña, parte de las razones se deben a la magnitud de la crisis, ya que los fuertes vientos provocaron la caída de más de 2 mil árboles que dañaron infraestructura crítica y cables de alta tensión que alimentan grandes redes de energía. Dice que no fue afectado solo un cableado común.
“Acá se han caído torres, alumbrados de muchos metros, postes y equipos de protección eléctrica. También subestaciones y transformadores”, sostiene, añadiendo que estas problemáticas requieren una ingeniería compleja de reparación al momento de intervenir. “No se trata solo de subir un switch para que todo vuelva a la normalidad. Acá las empresas deben invertir en una planificación, un llamado a licitación de compañías que ayuden con servicios, tiene que haber propuestas con estándares de calidad y seguridad. Toda esta propuesta de reparación toma días, no es inmediato”, agrega.
Pero hay más factores. El profesor de la carrera de Ingeniería Industrial de la U. de Chile y exgerente asesor de Empresas CMPC, Luis Llanos, apunta a que la demora en la reposición también pasa por la mala preparación y el mal manejo de la crisis por parte de las empresas, pero también las autoridades, apuntando específicamente a Enel, CGE, la SEC y el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN).
“En emergencias anteriores las empresas han sacado cuadrillas de otras zonas, por ejemplo del norte o del sur, y las han ubicado en las comunas con mayor complejidad para así reponer rápido el servicio. Pero esto hoy no se ha visto, porque la emergencia se ha visto en todos lados. Los recursos se hicieron pocos en este sentido, pero las empresas se podrían haber coordinado mejor: por ejemplo, solicitar cuadrillas con grúas y alza-hombres a las mineras u otras empresas que cuentan con sus propios equipos. Pero nada de eso se ha hecho”, se extiende.
Asimismo, suma que el actual sistema que utilizan las empresas de energía para detectar la falla es “ciego y poco inteligente”, argumentando que “las empresas no cuentan con un sistema automatizado. En el caso de una emergencia las personas son quienes deben estar llamando o mandar mensajes a los chats de Enel o el servicio correspondiente y la atención no siempre funciona; los call center no responden o el sistema colapsa. Enel es una empresa muy grande que, si quisiera, podría tener mayores y mejores puntos de conexión para responder ante una emergencia”, explica el experto.
Los entendidos, además, apuntan a que las empresas han sido “poco transparentes” en señalar las principales causas de la demora de la emergencia y han actuado con “secretismo”. Ante esto, el profesor de Ingeniería Eléctrica de la PUC, Álvaro Lorca, reseña que en este escenario sólo se puede especular que el país pasa por una falta de stock de ciertos componentes críticos, como transformadores, cables o componentes eléctricos delicados, como reguladores de voltaje, “que simplemente no estaban estudiados para un corte tan masivo”.
“Se entiende que al principio las cuadrillas estén colapsadas, pero a los seis días esto ya debería estar subsanado”, recalca. Y agrega que la demora puede deberse a que como tales componentes no se encuentran en Chile, deben encargarse y eso puede tomar de dos a tres días en avión. “Pero a veces hay problemas de stock internacional y el tiempo puede alargarse a más de una semana”.
Pese a que con el pasar de los días el saldo de la población sin luz ha ido disminuyendo, los expertos creen que la normalización del servicio puede tomar otra semana más, porque hay infraestructura de mediana tensión que aún está completamente destruida y aún no existen cuadrillas trabajando en estas. Sobre todo en zonas rurales de regiones.
“Acá todos los actores son relevantes: empresas, instituciones y el gobierno. Para emergencias como el terremoto nos tocó ver que todos se articularon para responder a la emergencia. Lo mismo debemos ver hoy”, sostiene Lillo.
Ante la demora, el gobierno del Presidente Gabriel Boric ha puesto sobre la mesa la opción de revocar la concesión a Enel. De acuerdo con lo explicado por el ministro de Energía, Diego Pardow, este ultimátum contempla que la empresa cumpla con el nuevo plan de recuperación presentado, que consideraba la conexión de 20.000 clientes durante la jornada de este jueves. “Los dos planes de recuperación anteriores no se cumplieron, no puede haber una tercera vez. Este plan se va a segmentar en periodos de 24 horas y si no hay 20.000 clientes conectados durante las 24 horas de mañana, este procedimiento se moverá a su siguiente fase administrativa, que es la fase adversarial”, explicó el secretario de Estado.
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