Menos bancos y supermercados: cómo cambió la Región Metropolitana a dos años de las manifestaciones del 18-O
Reportes enviados por los bancos a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) registran que en octubre de 2019 había 881 sucursales en la capital y en julio de 2021 ese número disminuyó a 748. Pero no sólo la banca se vio afectada, sino que también grandes cadenas de venta de alimentos, que a la fecha aún no reabren sus puertas.
Han pasado dos años desde que el país se vio inmerso en las manifestaciones del 18 de octubre del 2019. A partir de ese momento, miles de protestantes comenzaron a aglomerarse pacíficamente en las calles del país para protestar por diversas demandas sociales. Sin embargo, las concentraciones también traerían consigo cientos de hechos de violencia y destrozos a lo largo de todo el país. Así, para las primeras semanas de las manifestaciones, el exministro de Hacienda Ignacio Briones cifraría los daños a la infraestructura pública y privada -excluyendo las estaciones de Metro que fueron vandalizadas- en US$ 3.000 millones.
Como resultado, y a pocos días de que se cumpla un nuevo aniversario de las protestas, La Tercera visitó algunas de las zonas que fueron epicentro de los incidentes, y que, a dos años de las manifestaciones, aún carecen de accesibilidad a infraestructura crítica y servicios básicos.
El centro de Santiago
A partir del 18 de octubre de 2019, el centro de la capital se convirtió en el principal epicentro de las protestas del denominado estallido social en la Región Metropolitana. Desde aquel entonces, tanto la vida de los comerciantes como la de quienes habitan en el sector cambió radicalmente. “Sufrimos todo lo que era el asunto de las bombas lacrimógenas, las piedras y los balines”, relata Jorge, quien hace cinco años trabaja como conserje en un edificio aledaño a Plaza Baquedano. Al igual que el resto de los entrevistados para este artículo, no quiso identificarse con nombre completo por motivos de seguridad.
Así, dados los enfrentamientos entre manifestantes y carabineros, poco a poco las protestas terminarían por dejar una huella que, a dos años de su inicio, aún tiene consecuencias en el sector. En ese sentido, para la reconstrucción de semáforos, pavimentos, señaléticas, luminarias y otro tipo de infraestructura pública, la Municipalidad de Santiago recibió, para ese entonces, fondos de emergencia que alcanzaban la suma de $ 1.795.864.582.
Asimismo, el sector privado también se vio profundamente perjudicado. “El problema más grande que tenemos nosotros aquí es que todos los servicios básicos, que son bancos y farmacias, no los tenemos. Entonces, tenemos que ir más “retirados”, al centro o para Pedro de Valdivia. Aquí no tenemos nada”, añade el conserje, quien también vive a unas cuadras del lugar.
Opinión similar tiene Rosario, quien hace 13 años tiene una tienda de instrumentos musicales en la galería del Hotel Crowne Plaza, a pocos pasos de la denominada “Zona Cero”, y quien, cerca de un nuevo aniversario de las protestas, realiza su balance: “El sector está un poco desgastado. O sea, no hay bancos, no hay farmacias, si uno ve alrededor está muy mal. Antes había todo tipo de actividad aquí, había mucho movimiento y ahora está muy decaído”.
De hecho, y de acuerdo con la presidenta del gremio de comerciantes de esta galería, Marcela Bravo, de los 130 locales que componían el sitio, actualmente solo 20 están funcionando. “El proceso de apertura ha sido bastante lento, por motivos propios de lo que fue el estallido y posterior a esto la pandemia. Entonces, acá ha costado”, menciona.
Por su parte, Rosario señala que, anteriormente, para arrendar un local en la galería había que hacer fila o tener contactos. En la actualidad, como pudo corroborar La Tercera, gran parte de los espacios se encuentra en arriendo o vacíos. “Eran caros, de $ 600 mil para arriba, y ahora son $ 100 mil, $ 150 mil mensuales”, agrega.
En las últimas semanas, y con el levantamiento de las restricciones sanitarias, lentamente las manifestaciones han vuelto al sector los días viernes. Frente a esto, la mayoría de los locatarios y vecinos entrevistados para este reportaje concuerdan en que existe una sensación de nerviosismo respecto a cómo pueda evolucionar la situación. “El temor más grande que tenemos es que volvamos a lo mismo otra vez… La gente quiere volver a su normalidad, eso es lo que deseamos todos, trabajar tranquilos, salir tranquilos, llegar tranquilos”, menciona Jorge.
“Hubo una época de tranquilidad relativa y ahora están volviendo nuevamente, sobre todo los viernes”, comenta, por su parte, Rosie, una vecina de la tercera edad quien camina junto a su pareja. “Nadie quiere vivir así, además que la edad mía ya no es para estar pasando sobresaltos, y el barrio está muy destruido. Estamos tratando de retomar, pero si te fijas, está todo cerrado. Es una calle fantasma”, añade.
La mujer hace alusión a la Alameda, vía que, a diferencia de otros años, a pleno mediodía se encuentra completamente vacía y con la mayoría de sus locales cerrados.
Cerro Navia
El día 19 octubre del 2019 el único SuperBodega Acuenta ubicado en la comuna de Cerro Navia fue saqueado y, posteriormente en la madrugada, incendiado en su interior. Desde aquel entonces, la sucursal ha permanecido cerrada por completo.
Ubicado en la intersección de Huelén con La Capilla, lo que alguna vez fue el centro de abastecimiento para los vecinos del sector, hoy es un edificio totalmente abandonado. A diferencia de otras sucursales que sí están en proceso de reestructuración, tras la reja del local no se puede observar ni una persona. De la misma forma, el cartel en el que se hallaba el logo de Acuenta hoy está completamente vacío, lo que da para presagiar que su apertura está lejos de concretarse.
“Fue una pena que se cerrara, que hayan saqueado todo. Ahora sería bueno para toda la comuna que se abriera”, comenta una vecina del sector.
Cerro Navia fue una de las comunas que, tras las manifestaciones del 18 de octubre, fue de las más golpeadas en cuanto a la accesibilidad a supermercados. En ese sentido, para diciembre del 2019, de los cuatro supermercados que existían en el lugar, solo uno seguía en pie.
Esto parece no haber cambiado en el último tiempo, y si bien dentro del sector existe un supermercado Alvi, este se encuentra a 30 minutos de distancia de la exsucursal en Huelén.
¿La solución? Algunos vecinos de la zona han preferido trasladarse a otras comunas para abastecerse. Tal es el caso de Camila, vecina del sector y quien actualmente se desplaza a Maipú para realizar sus compras.
“Está súper mal que no tengamos nada habilitado de momento y que las autoridades no hagan nada, y que en otras comunas sí tengan todo restablecido. Sin embargo, acá de cierta forma somos discriminados”, menciona.
El sector bancario también se vio perjudicado. De acuerdo con información proporcionada por BancoEstado, Cerro Navia fue una de las dos comunas a nivel nacional que, tras los incidentes, sufrió el cierre de una sucursal. Sin embargo, desde la compañía afirman que aún cuentan con un local activo en la comuna.
“Durante el 18 de octubre y las semanas posteriores, más de 100 sucursales de BancoEstado y BancoEstado Express resultaron con algún tipo de daño menor y 23 tuvieron daños considerables. Veinte sucursales de BancoEstado y tres oficinas BancoEstado Express”, explican.
Banco de Chile, Scotiabank, Banco Bci, Santander y Banco Itaú declinaron contestar las preguntas formuladas sobre este reportaje.
No obstante, según los reportes enviados por los bancos a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), en octubre de 2019 la banca contaba con 881 sucursales en la Región Metropolitana y en julio de 2021 ese número disminuyó a 748. Es decir, entre dicho período el número de locales de la banca físicos disminuyó en 124.
Pudahuel
La sucursal de Lider ubicada en Teniente Cruz era uno de los establecimientos que abastecía a la gran mayoría de vecinos del sector de La Estrella, junto a otros lugares situados en la periferia de la comuna de Pudahuel.
En ese sitio fue donde se registró uno de los incendios más grandes durante los primeros días de las manifestaciones, dejando a cientos de pobladores sin un supermercado próximo.
El recinto también era conocido por su gran aglomeración, ya que en las inmediaciones del centro comercial se ubican los persas de Teniente Cruz y San Francisco. Hoy, solo se pueden observar los feriantes, y de no subsistir el cartel de Lider -que está cubierto a la mitad por una tela negra-, no habría indicios de que ahí existió un supermercado.
“Lo echamos tanto de menos al Lider aquí. Ahora para ir a comprar hay que ir allá en San Pablo, y es muy chico”, comenta Helena, una vecina de la tercera edad que vive a unas pocas cuadras del excentro comercial y que, actualmente, se demora entre una hora y media y dos horas en realizar las compras semanales en otro establecimiento.
El Lider de Pudahuel fue, de acuerdo con la gerenta de Asuntos Corporativos de Walmart Chile, Daniela Riutort, uno de los locales más afectados tras las manifestaciones. Desde la empresa sostienen que durante las protestas, 131 supermercados de las cadenas Lider, SuperBodega Acuenta y Central Mayorista fueron perjudicados, y 96 cerraron indefinidamente. De estos, todavía existen 27 tiendas que aún se mantienen cerradas en el país.
“Durante lo que queda de 2021 y el próximo año continuaremos con el proceso de reaperturas, porque sabemos que cada local cerrado es muy complejo para los vecinos y la comunidad”, señala Riutort.
Respecto a otras cadenas, Cencosud, Tottus y SMU también fueron contactados para este reportaje, no obstante, ninguna quiso referirse al tema.
La Pintana
El 20 de octubre de 2019 ocurrió en La Pintana uno de los hechos más trágicos de las protestas, un incendio en la sucursal de Construmart -ubicado en Av. Santa Rosa- terminó con la vida de dos hombres, quienes se encontraban en el interior del recinto.
Hoy, a dos años del lamentable suceso, el sitio en el que se hallaba el local está desierto, ya que posteriormente al siniestro fue demolido. Actualmente, al observar al interior del terreno, se puede leer una frase: “Fuerza Emprendedores 2021″.
En la misma fecha, y a unos pocos metros, ardía el Central Mayorista, que confluye en Av. Santa Rosa con Santo Tomás. Este abastecía a lugares cercanos como la Villa San Gabriel, la Villa Francisco de Goya, la población Madre Teresa y la población Santo Tomás.
“Hubo un saqueo generalizado de los locales que había ahí… Yo fui hace poco y estaban las ruinas de estos lugares, o sea, todavía están los terrenos eriazos”, menciona el arquitecto Iván Poduje.
El urbanista, quien también es autor del libro Siete Kabezas. Crónica urbana del estallido, explica que, como consecuencia de la pérdida de un supermercado en un sector, “los vecinos deben trasladarse a sectores más alejados para poder comprar. Por lo tanto, tienen mayores gastos de traslado”.
Asimismo, añade que “mucho comerciante compraba ahí para después redistribuir en sus almacenes de barrio. Entonces, en términos prácticos, lo que pasó es que esos vecinos tuvieron que trasladarse a lugares más alejados”.
“Hace falta un supermercado cerca”, comenta, por su parte, Francisca, una vecina del sector. “Los otros están como a 20 minutos. Antes uno salía de la casa y llegaba altiro, como en unos cinco minutos… deberían arreglarlo, porque igual es algo que uno necesita, es necesario”.
Lo Espejo
Lo Espejo fue una de las tres comunas que, tras las protestas, quedó sin accesibilidad a supermercados. Sin embargo, las llamas también se llevaron en ese entonces una de las pocas farmacias que había en el sector, de la cadena Farmax.
En la actualidad, ambos sitios fueron demolidos y no hay señales que indiquen que serán restablecidos en el corto plazo, por lo mismo, los vecinos de la población José María Caro se han visto directamente perjudicados.
“Es fome, porque aquí tenemos una sola farmacia e igual es una farmacia pequeña, entonces igual una a veces no encuentra las cosas aquí, ¿y a qué otra farmacia se puede ir? Una tiene que caminar más”, menciona Constanza, una vecina de la población.
¿Cuál es el desafío que aún resta en estos lugares? Para Iván Poduje, la respuesta es clara: “Lo primero es recuperar los años que se perdieron producto de la destrucción y producto del aumento de la segregación, y además recuperar la seguridad que también se perdió. En segundo lugar, hacer las inversiones que permitan llevar al Estado y a las empresas de vuelta a estos sectores”, explica.
Así, añade, “hay que llevar más servicios, hay que recuperar los espacios que se destruyeron y hay que llevar más empleo, ese yo creo que es el gran desafío que queda pendiente en estos sectores, que son muy importantes y con mucha población afectada”.
Maipú
Para la reconstrucción de infraestructura pública en la comuna, Maipú recibió por parte del Gore $ 443.478.927. Hoy, desde la municipalidad sostienen que de los 13 cruces semaforizados que fueron perjudicados, todos se encuentran reconstruidos y funcionando.
En el caso de las señaléticas, aún está pendiente la reposición de aproximadamente 270 señales, mientras que, en materia de seguridad, de los 49 módulos afectados hoy operan 45, y de las 18 cámaras ubicadas en la vía pública, se recuperaron solo dos, en la Plaza de Maipú.
Esta última también fue el epicentro de las protestas dentro de la comuna y en sus alrededores; actualmente la mayoría de los locales privados, como farmacias, supermercados y sucursales bancarias que rodean la plaza, hoy están cubiertos por placas metálicas.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.