“Siempre los instrumentos son perfectibles”: las miradas tras el segundo día en el debut de la PAES

RENDICIÓN DE LA PRUEBA DE ACCESO A LA EDUCACIÓN SUPERIOR
RENDICIÓN DE LA PRUEBA DE ACCESO A LA EDUCACIÓN SUPERIOR PAES FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

Estudiantes y expertos analizan el nuevo instrumento de acceso a la educación superior con miradas disímiles. Según cifras del Mineduc, 87% de las personas que se inscribió para dar la prueba de Ciencias el lunes llegó a rendirla.


Lo más difícil fue enfrentarnos a una prueba que no era familiar para todos”.

Las palabras de Florencia Martínez bien resumen el sentir de buena parte de las personas que hasta aquí han dado alguna de las evaluaciones de la Prueba de Acceso a la Educación Superior, PAES. Y es que el debut de la nueva herramienta para ingresar a alguna carrera universitaria ha traído sensaciones disímiles entre quienes la dan y quienes la analizan.

Efectivamente, es una prueba distinta, tiene aspectos que están vinculados tanto al tipo de pregunta como al tipo de texto que permiten decir que es una prueba nueva, tiene más cambios que lo que los estudiantes pueden percibir”, señala Gonzalo González, jefe del Departamento de Lenguaje del Preuniversitario Pedro de Valdivia, quien añade que ahora “las habilidades se están midiendo en forma mucho más integrada y las preguntas requieren una reflexión más profunda”.

Andrés Baeza, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez y quien trabajó en la Unidad de Currículum y Evaluación del Mineduc, también aporta su mirada: “Es entendible que en una primera aplicación de un instrumento como este haya dudas, inquietudes o cierta sensación de injusticia de quienes estudian más. Eso ha pasado siempre. Hay que tomarlo en su justa dimensión”.

Por un lado, está lo que piensan quienes entre lunes y martes ya se han sometido a las pruebas electivas de Ciencias, de Competencia Lectora y de Competencia Matemática. Por otra parte, está lo que opinan los expertos.

Resumidamente, diversos actores creen que la PAES va en el camino correcto, aunque aún es mejorable.

Siempre los instrumentos son perfectibles”, señala González desde el preuniversitario PDV. Y suma: “A mí me da la sensación de que es un buen termómetro, pero aún no hay resultados y, además, el paradigma de asignación de puntajes también cambia. Está en el camino adecuado, corrige algunos problemas de la PSU, pero también hay que darle un momento de análisis”. Y es que al experto en Lenguaje, por ejemplo, dice preocuparle que el contexto que envolvió el debut de la PAES tras dos años de virtualidad puede perjudicar en su área de expertise: la prueba de Competencia Lectora. “Puede ser una prueba un poco alejada por el nivel real con el que están llegando los estudiantes. En dos años no solo perdieron contenido, sino que aptitud, y esta prueba requería mucha reflexión. Si bien los textos estaban bien escogidos, los estudiantes pueden haber llegado con menos experiencia de la deseable que se pensó cuando se diseñó esta prueba”.

Eso sí, el académico Baeza expone que a pesar de que la prueba viene hace mucho tiempo desarrollándose, “sí se hizo cargo del contexto pandémico, porque considera la priorización curricular”.

Una de las pruebas que rindió Florencia fue la de Competencia Lectora. “Eran textos eternos sobre temas actuales como salud o tecnología”, señala, al tiempo de detallar que, según su experiencia, “en esta prueba solamente necesitabas estar muy atenta a lo que te preguntaban, ya que tenías las repuestas en el texto”. En su opinión, agrega, “no se abordaron las habilidades que había planteado el Demre, tales como inferir, interpretar, evaluar o reflexionar, y solo se usó la primera competencia lectora, que es la capacidad para comprender, utilizar y analizar textos escritos”.

La idea de Florencia es reforzada por Amanda Canales, otra estudiante que rindió Competencia Lectora, prueba en la que le sobraron 20 minutos. “Me pareció bastante fácil de hacer, todas las respuestas estaban dentro de los textos, no había mucho que inferir. Si una estaba concentrada podía llegar a entender todas las preguntas. Lo más difícil fueron los textos, porque había algunos muy mal redactados, aunque algunos intentaban agarrar nuestra atención”, dice.

En efecto: esta evaluación, por ejemplo, en su forma 103 constó de 65 preguntas, 60 de las cuales serán consideradas para el cálculo de puntaje y cinco para experimentación. Aquí hubo ocho lecturas de diversas extensiones, entre temas de políticas públicas en alimentación y nutrición, una crónica de casi cuatro planas de la industria cinematográfica, fragmentos del libro Psicología Educativa y un fragmento de un listado de medicamentos herbarios tradicionales.

Por su parte, Florencia agrega que “se comentó mucho a la salida que quizás no era lo que se esperaba. Las preguntas eran extensas y de poco contenido concreto. Era más de aplicar lo que estabas leyendo o tu propio conocimiento”. Además, se extiende sobre Ciencias, otra de las pruebas que ya dio: “Sentí que no había nada de contenido concreto, sino que era más aplicar la habilidad de leer bien y emplear los conocimientos a grandes rasgos, pudiendo descartar las alternativas con la misma información de la pregunta, sin necesitar conocimientos de la materia o del eje que se estaba preguntando. En Física no se abordó la gran mayoría de lo que salía en el temario, solo se centraron en uno o dos”.

Un ejemplo de una pregunta de la prueba de Ciencias es la siguiente: “Un radar basa su funcionamiento en la emisión y recepción de ondas electromagnéticas. De acuerdo con esta información, si se construyera un dispositivo similar al radar, pero reemplazando las ondas electromagnéticas por ondas sonoras, ¿a cuál de los siguientes dispositivos se ajusta mejor este funcionamiento?”. Ahí las respuestas eran radioemisora, micrófono, ecógrafo o parlante.

Al respecto, Florencia añade: “Di la mención de Química y no preguntaron nada sobre lo que deberían haber preguntado, solo salían preguntas de química común. En conclusión, más que aprender de memoria era aplicar”.

Amanda, en tanto, cuenta que hizo alrededor de 10 ensayos PDT a modo de preparación. “Noté una diferencia enorme con la PAES. Los ensayos eran un poco más difíciles”.

Las preguntas de la PAES, según se lee en el sitio del Demre, están diseñadas para evaluar competencias, es decir, las habilidades fundamentales que les permiten a las y los postulantes integrar y utilizar los conocimientos en diversos contextos, más que la evaluación centrada en los contenidos, que era el foco de la PSU. Al mismo tiempo, las preguntas buscan ser más cercanas a las distintas experiencias de las y los postulantes, utilizando un lenguaje más cotidiano y pertinente a sus diversas realidades. Eso se buscó, por ejemplo, con los textos de Competencia Lectora.

Justamente, cabe insistir que con esta renovada medición está debutando un sistema de evaluación que apunta ya no solo al “saber”, sino también al “saber hacer”, a objeto de medir conocimientos y habilidades a las competencias. Pero que también no descontará puntos por preguntas erróneas y que se está rindiendo en 667 locales a lo largo de todo el territorio nacional.

Desde la UAI, Baeza asegura que a pesar de todo esta prueba “marca un cambio importante, va en el camino correcto a mi juicio, porque existía hace mucho tiempo cierto consenso de la que la PSU tenía varios problemas. Está centrada en la medición de habilidades, algo que nos sitúa en la tendencia que se sigue en otras partes del mundo. Transitar hacia una prueba centrada en el saber hacer más que solo en el saber es importante y nos pone en un buen camino”. Aún así, cree que “obviamente tendrá que haber algún ajuste, tendrá que haber una primera evaluación, los alumnos en el futuro van a ir asimilando también el cambio”. Y cierra: “Es valorable lo que se hizo, no es antojadizo y hay que valorar que es una política de Estado. Cualquier detalle de las dificultades que experimenten los alumnos creo que se irá subsanando”.

Mientras, desde el Mineduc, donde este martes entregaron información sobre el día uno de rendición, detallan que la prueba de Ciencias tuvo una “alta” asistencia: el 87% de las personas que se inscribieron para dar esa prueba electiva la rindió, cifra que, dicen, es mayor de la que hubo en 2021, que fue de 83%.

“Como Ministerio de Educación estamos muy satisfechos por los resultados que ha tenido esta primera parte de aplicación de la prueba PAES, con la rendición de Ciencias ayer (lunes). Esperamos que la rendición continúe en estas condiciones de normalidad”, dice Verónica Figueroa, subsecretaria de Educación Superior. Las pruebas continúan este miércoles con la de Competencia Matemática 1 por la mañana y/o la electiva de Historia y Ciencias Sociales por la tarde.

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