Subdirector médico (s) del Hospital de Magallanes: “El principal temor es que no tengamos camas en caso de que esto se nos rebalse”

El doctor Claudio Barría.

El doctor Claudio Barría se refiere a la disponibilidad de personal y medios, a la reorganización de las prestaciones y a la incertidumbre que se vive en la zona, que entró nuevamente a cuarentena. También asegura que "yo hablo de segunda ola, no de rebrote, porque nunca dejamos de tener circulación viral en la región".


A mediados de abril, el radiólogo y jefe de imagenología del Hospital Clínico de Magallanes, doctor Claudio Barría, quedó al mando como subdirector médico, ya que la titular, dra. María Isabel Iduya, permaneció grave con ventilación mecánica, producto del Covid-19. En ese entonces, la comuna de Punta Arenas tuvo la tasa más alta a nivel de nacional de contagios y estuvo al borde del colapso de camas, pero fue la primera del país en resistir una cuarentena.

También fue la primera también de salir de ésta, ya que el 22 junio apenas mantenían a una persona en la UCI a causa del virus. Hoy el escenario vuelve a ser al límite: con sólo cuatro camas disponibles, los habitantes de la ciudad más austral fueron los primeros en retomar el confinamiento total.

Se trata de una segunda ola que inquieta al subdirector del centro asistencial, a quien no le gusta hablar de rebrote, “porque el virus nunca dejó de circular”, afirma.

La preocupación hoy está en que no se rebalse el pabellón con ventiladores y el contagio cruzado de pacientes atendidos por otras patologías.

¿Cómo se evaluó la primera semana de reingreso a la cuarentena?

Acabamos de concluir una presentación del hospital con el subsecretario Arturo Zúñiga, evaluamos los efectos de las definiciones con respecto de la pandemia. Llegamos a conclusiones similares al mes de abril, como la articulación de posibles evacuaciones aéreas de pacientes.

¿Se manifestó alguna preocupación específica a la autoridad sanitaria?

Sí, las listas de espera quirúrgicas. Estamos en un 75% menos de atención y, de alguna manera, habíamos retomado la asistencia a los pacientes agendados y las urgencias también habían normalizado su flujo. Todo esto nos ha llevado a dejar en “segunda línea” de control a esos pacientes. Dejaron de ser prioridad, nuevamente.

¿No se veía venir esta nueva alza de contagios en la comuna?

Difícil. Hace dos semanas estábamos en el paso 3, teníamos casos puntuales en pesqueras y a propósito de reuniones de fines de semana. Hoy tenemos sobre los 500 infectados activos y ya más de 100 positivos diarios. Eso es un retroceso importante.

¿Necesitan más camas o más ventiladores?

De las 24 camas UCI, hay 20 ocupadas. Hasta ahora nunca hemos colapsado, porque una de las ventajas es la posibilidad de trasladar pacientes y en la primera ola de la pandemia llevamos a 15 pacientes. Ahora estamos en lo mismo.

¿Le gusta hablar de nueva ola y no de rebrote?

Es que para decir rebrote no debe haber circulación o que esta sea baja, pero esto no renace, porque no estuvo muerto, nunca tuvimos cero virus. Yo hablo de segunda ola, porque no dejamos de tener circulación viral en la región.

¿Y cuál es el mayor miedo en una segunda ola?

Sentirse disminuidos, porque nos estancamos. El principal temor de hoy es el contagio de quienes tratan otras patologías. Lo otro es que el día de mañana no tengamos preparadas otras camas en caso de que esto se nos rebalse, en alcanzar a actuar de manera rápida. Estamos pendientes, viendo el día a día.

¿Volvieron al número inicial de profesionales?

Los funcionarios, desde los administrativos hasta auxiliares, van teniendo un evidente agotamiento. De todas maneras, el compromiso está. Aquí el primer paciente ingresó el 23 de marzo y con dos o tres positivos entre los funcionarios, es un número importante, no tenemos una gran cantidad de horas disponibles y somos una ciudad aislada como para pedir apoyo.

¿Tiene alguna conclusión sobre el motivo del nuevo peak?

El primer día de abril tuvimos el primer laboratorio, a cargo de la Universidad de Magallanes, donde se tomaron los primeros PCR. Para el primer testeo se llegó hasta las urgencias, donde llegamos a un 30% de positividad. La última semana antes de la cuarentena llegamos a 11%, eso significa que han bajado los exámenes. Hoy es primordial que todos los contactos estrechos hagan cuarentena preventiva.

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