Tapati 2020: disminuyen los turistas chilenos y aumentan europeos
Municipio cifró en 10% la caída de visitantes locales. Nueva ley de carga en Rapa Nui y estallido social influirían en balance.
Concluidas las competencias de caza submarina, canotaje ancestral, carros alegóricos y la tradicional coronación de los reyes de Rapa Nui, la Tapati llegó a su fin el pasado fin de semana. Y la tradicional festividad de Isla de Pascua, que celebró su versión número 53, estuvo marcada por cambios en los visitantes: una baja de los chilenos y un aumento en los extranjeros.
Así lo planteó el alcalde de Isla de Pascua, Pedro Edmunds, quien sostiene que la presencia de turistas locales decayó un 10%, mientras que los visitantes de larga distancia, principalmente, europeos, crecieron un 15%.
"El turista nacional es el mejor para nosotros y ya dejó de venir, pero a cambio empezó a ingresar turismo europeo. Se han visto más ingleses, italianos y españoles, lo que en años anteriores era mucho menos. Teníamos unas 3.300 personas por semana que llegaban a la isla y esta temporada de Tapati subió a 4.100 cada semana. Eso es bueno", sostiene Edmunds.
La disminución de chilenos estaría marcada, en primera instancia, por los efectos de la nueva Ley de Capacidad de Carga en Isla de Pascua, que impide que las personas que no residen allí permanezcan más de 30 días. Esto, para equilibrar el abastecimiento, la sustentabilidad, el creciente conflicto poblacional y la gestión de residuos, entre otros.
En lo inmediato, la normativa obligó a acortar la estadía de comerciantes, artesanos y familiares de los rapanui que por estas fechas solían trasladarse a la isla hasta por tres meses, para generar pequeños negocios en torno a la festividad, que iban desde puestos ambulantes hasta arriendo de vehículos.
"Por la misma normativa tenemos un vuelo menos que años anteriores", dice Verónica Balbontín, del Hotel Boutique Hare-Nua, añadiendo que la ley ha dificultado la contratación de personal calificado en el rubro de la gastronomía y turismo que, por temporadas o en forma indefinida, se trasladaba desde el continente para cubrir las plazas.
A esto se sumaría el efecto del estallido social, que habría reducido los viajes de chilenos a Isla de Pascua, con un peak especial para la festividad. Lo anterior podría explicarse por la antelación que se requiere para la compra de pasajes y reserva de alojamiento para la Tapati, y que habría coincidido con los eventos de mayor connotación social en el país, desincentivando los traslados.
"En 2018, la ocupación hotelera, que bordea siempre el 100%, tuvo 119 mil visitas. De este número, el 54% correspondió a chilenos. Este año la cifra cayó entre un 10 y un 15%, según la percepción de la Cámara de Comercio", sostuvo Hotu Iti Teao, empresario hotelero.
Teao añadió que, más allá de la Ley de residencia, "las reservas para un destino como Rapa Nui ocurren con varios meses de anticipación. Y el estallido también implicó que vuelos se cancelaran a nivel nacional, en el mes de diciembre. No ocurrió lo mismo con los europeos y americanos, quienes antes de octubre tenían sus reservas".
Otra novedad de esta Tapati fue la sustentabilidad: los visitantes dejaron 100 kilos de desperdicios, muy por debajo de las seis toneladas que, diariamente, se recogían hace tres años. El municipio apunta a la prohibición del alcohol y de consumo de cigarrillos entre las causales.
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