Teletón se ajusta a la pandemia
Entregó cinco mil cajas de alimentos a sus familias más vulnerables, mientras intenta tener éxito con la rehabilitación de sus pacientes a distancia.
Pasado el mediodía, Karla Jélvez iba a buscar a su hija Krishna (10) a su colegio en Quinta Normal para acompañarla al instituto de la Teletón. Era la rutina que tenían de lunes a viernes para cumplir con la rehabilitación a la operación a su cadera y rodillas a la que se sometió hace medio año. “Era el momento de sacarle el jugo. Estábamos súper organizados hasta que pasó esto”, lamenta Karla. Desde marzo, de acuerdo al plan de telerrehabilitación implementado ante la contingencia, se intentaron sesiones de kinesiología por videollamada, pero Karla dice que sólo alcanzaron a completar cuatro, porque tuvo que cancelar el plan de telefonía e internet que ocupaba y no cuentan con computador. “Era decidir si comíamos o pagábamos el plan”, dice Karla, que vive en Lo Prado junto a su madre y un hermano de la misma edad de Krishna.
Antes del estallido social, cuenta que había empezado a vender quesos y cecinas, lo que se vio interrumpido por el inicio de las cuarentenas en marzo. Hoy subsisten con el sueldo de su madre, que dos días a la semana cuida a una mujer mayor en La Reina.
Según los datos de Teletón, de las 31 mil personas que se atienden en sus centros, el 25% pertenece al primer quintil. Una realidad socioeconómica que se agudizó con la pandemia y ante la que reaccionaron comprando cinco mil cajas de alimentos para repartir entre sus familias más pobres. “Nuestro foco es la rehabilitación, pero no podíamos estar ajenos, ya que estamos con un nivel de vulnerabilidad de nuestras familias que es tremendo. Más del 50% están en los quintiles más bajos, con ingresos per cápita menores a los $ 125 mil”, indica Macarena Rivas, subdirectora de Servicios Sociales y Comunitarios, que especifica como las ciudades más afectadas a Concepción, Santiago, Talca, Temuco y Valparaíso, y que el apoyo incluye llamados de asistentes sociales y psicólogos.
La crisis también afectó a los padres de Chris (4), un niño haitiano que se atiende en la Teletón desde hace tres años por una malformación congénita. Si Esther, su madre, perdió un empleo en una panadería, su padrastro fue finiquitado de su trabajo de guardia en un hotel y su segundo empleador, una tienda de zapatillas, se acogió a la Ley de Protección al Empleo. La rehabilitación de Chris pasó de dos sesiones de manera presencial a la dificultad para realizarlas de manera remota. “Antes no podía hacer nada solo, y ahora podía hacer cualquier cosa”, dice Esther sobre los avances que había logrado.
Desde el 16 de marzo, los institutos de la Teletón adoptaron un nuevo funcionamiento, enfocado en pacientes con urgencias, y con horarios reducidos que llevan a que, por ejemplo, en Santiago sólo se atienda los miércoles. Si bien la entidad especifica que los 13 casos de coronavirus entre pacientes y funcionarios no se han detectado en los centros, en el corto plazo la rehabilitación continuará con un sistema que se complementa con atenciones remotas y es denominada “mixta” por el doctor Bruno Camaggi, director médico nacional de Teletón. “Las personas en situación de discapacidad tienen necesidades de rehabilitación y estas no se ven interrumpidas durante la pandemia”, añade sobre el momento actual, que integra telemedicina y suma, entre ambas modalidades, 143.932 atenciones.
“Lo que uno necesita es que el cuidador se transforme en un terapeuta, que en nuestro caso son generalmente las mamás. De los 31.500 pacientes, 26 mil tienen un cuidador único que es su mamá. Hay que darles muchas herramientas para que sea un complemento a la terapia”, explica Camaggi.
Con ese objetivo crearon una app -disponible en Android, todavía no en iOS- con contenido que intenta emular la terapia presencial. Adicional a eso, entre las familias hicieron entrega de 600 tablets, con videos tutoriales y una plataforma que permite hacer una videollamada con la persona tratante, para intentar subsanar en parte el acceso a internet. “Hay una brecha gigante en términos de que esa familia pueda contar con Wi-Fi o siquiera con un teléfono con datos móviles, o si los tienen son muy limitados”, reconoce Camaggi, junto con afirmar que los equipos debieran rotar entre los pacientes.
Ximena Casarejos, directora ejecutiva de la institución, explica que tanto la adquisición de las tablets como las cinco mil canastas se lograron con los recursos obtenidos en la última Teletón, denominada “de emergencia”. Un redestinamiento de recursos que alcanza los $ 150 millones. “De manera muy unánime definimos hacer este apoyo excepcional visto lo bien que nos había ido en esta última Teletón”, dice Casarejos, quien detalla la entrega de pañales, insumos médicos y de higiene y combustible en el caso de la zona sur.
¿Obliga la situación actual a la realización de una Teletón a fin de año? “Hasta ahora no hemos planteado hacer una a fin de año, pero esta situación es dinámica, entonces muy probablemente tendremos que hacer algún gesto solidario a lo mejor mucho mayor, vista la gravedad de la pandemia y la cantidad de familias vulnerables”, añade la directora ejecutiva.
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