Una de cada tres muertes de los últimos 90 días en Chile se atribuye al Covid-19

Son los 90 días en que la pandemia del coronavirus ha golpeado de manera más directa a Chile. Y las estadísticas lo reflejan así.

Entre el 1 de mayo y el 29 de julio, de acuerdo al DEIS del Ministerio de Salud, una de cada tres defunciones ocurridas en territorio nacional está asociada como causa al Covid-19. En números, esto implica que de los 38.955 decesos que consigna dicha institución en el período, 12.943 (33,23%) tienen como registro o bien un fallecimiento confirmado por PCR (9.279 personas, el 23,82% de todos los casos) o bien una muerte que es sospechosa de haber sido generada por el virus (3.664 casos, el 9,41%).

Incluso, si es que no se considerara para efectos del análisis ninguna de las muertes sospechosas, el Covid-19 sería la mayor causa de muerte en el país en este plazo de tiempo, y su impacto estaría en torno al que generan las mayores causas de decesos en un año normal agrupadas por tipo. Por ejemplo, según el INE, en 2017 el 27% de todos los decesos fue por enfermedades del sistema circulatorio y el 26% por algún tipo de cáncer.

Dentro del panorama, eso sí, hay variaciones bastante significativas entre los meses. En mayo, el porcentaje total de decesos atribuidos para el Covid-19 fue de 23,57%; en junio, en tanto, llegó al 40,87% de los fallecimientos a nivel nacional, y en julio -aunque quedan pendientes un par de días- la tendencia es a la baja, con el 32,61%.

La proporción de defunciones a causa del virus en estos tres meses varía bastante según la región a la que se mire. El mayor impacto se da en la Región Metropolitana, donde la mitad de los decesos (9.782, el 49,28%) se atribuye al Covid-19, ya sea como sospechoso o como confirmado.

La siguen Antofagasta (38,42%), Tarapacá (37,83%), Arica (22,81%), O’Higgins (21,93%) y Valparaíso (21,11%), todas zonas que han tenido brotes significativos. Al revés, las que presentan más bajos porcentajes de fallecimientos atribuidos al Covid-19 son Aysén (2,84%), Los Ríos (5,46%) y La Araucanía (7,62%). Coincidentemente, las tres regiones que están en la denominada “fase 4” del plan Paso a Paso, con mayores grados de apertura que el resto del país.

Aunque en el DEIS aún no cuentan con los datos de todo julio, dado que le faltan las cifras de los días 30 y 31, hay un registro oficial de defunciones que sí considera estadísticas hasta el 31 de este mes, y que permite hacer otra comparación: cómo han ido evolucionando las muertes totales en el país, es decir, incluyendo o no las que son atribuidas al Covid-19. Esto permite ver el exceso de fallecidos respecto de un año promedio.

De acuerdo al sitio web de estadísticas del Registro Civil, entre el 1 y el 31 de julio hubo 12.600 muertes inscritas en el país. La cifra -aún en ajuste, dado que habitualmente se añaden algunas inscripciones en los días posteriores al cierre de mes- es la segunda mayor en cuanto a cantidad para un mes en toda la historia, y la más alta en tasa de mortalidad para julio desde 1983.

Sin embargo, a la vez, es una cifra que baja en 23% respecto de junio -el mes que, hasta el momento, marcó el peak de la epidemia del coronavirus en Chile- con 16.418 decesos totales contabilizados por todas las causas.

Este descenso va muy de la mano con la baja en una región específica: la Metropolitana. Si en junio se registraron 9.197 decesos -más de 300 al día en promedio-, en julio el número llega a 5.538, casi 40% menos, pese a tener un día más.

Asimismo, hay otras regiones que mantienen cifras elevadas o incluso suben respecto del mes previo: es el caso de Arica, que pasó de 132 a 178 decesos, un alza del 34,85%. O de Antofagasta: si bien el alza es modesta (2,64%), tiene 505 fallecimientos, la cifra más alta histórica para un mes, luego de que en junio alcanzara 492 decesos. El año pasado, la cifra de muertos de julio alcanzó las 302 personas.