Daniela Berríos, emprendimiento Kachibú, Valparaíso

Daniela comenzó a fabricar sus propios pañales de tela, pero con el tiempo comenzó a tomar contacto con otras mamás que sufrían el mismo problema para encontrar productos de este tipo.


El año 2014, mientras Daniela intentaba compatibilizar sus estudios de ingeniería industrial con su trabajo y el cuidado de sus hijos, la alergia alimentaria y en la piel que sufría Rafael, motivaron la búsqueda de una alternativa para calmar el malestar de su pequeño hijo por el uso de los pañales disponibles en el mercado. Lo primero que encontró fue que la mayor cantidad de pañales de tela disponibles son de origen extranjero, donde los procesos de producción son desconocidos y no siempre hay telas adecuadas o hipoalergénicas para niños con alergias. Entonces surgió la inquietud ¿por qué no hacer algo chileno que se ajuste a las necesidades locales?

Fue así que Daniela comenzó a fabricar sus propios pañales, pero con el tiempo comenzó a tomar contacto con otras mamás que sufrían el mismo problema para encontrar productos de este tipo. Pero además de generar un impacto en la salud de los niños, tal como reconoce Daniela, la empresa también ha despertado el interés de clientes que reconocen el valor ecológico y de ayuda económica para el presupuesto familiar de este producto, por sobre el uso de pañales desechables. Como explica la emprendedora, un pañal de tela reemplaza 10 mil pañales desechables. Es decir, se contribuye a eliminar cerca de una tonelada de basura.

Tras un tiempo de promoción solo por redes sociales, actualmente Kachibú tiene puntos de distribución en Santiago y Viña del Mar de sus originales y coloridos productos. Junto a ello, Daniela también realiza talleres de uso y manejo de pañales de tela, además de compartir constantemente información a través de las redes sociales de su emprendimiento.

Ha sido tal el éxito de los productos, que junto con la línea de pañales de tela, la empresa lanzó además una línea de productos femeninos que están elaborados a partir de la misma materia prima y cumplen la misma función que los otros productos.

Tras una pequeña inversión para máquinas de coser en los inicios del proyecto, hoy esta iniciativa logró ampliar su negocio en un taller que ofrece productos de alta calidad, buscando también entregar valores justos de producción para sus clientes. Como proyección a futuro, Daniela espera incorporar más mujeres a su equipo de colaboradoras de Kachibú, mujeres que compatibilizan el cuidado de sus hijos con la confección de los pañales de tela.

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