Alexis Sánchez: la maravilla del rincón del diablo
"Estoy en el camino de ser el mejor del mundo desde que tengo 15 años". Esas fueron las palabras que salieron de la boca de Sánchez cuando un periodista preguntó por su deseo de ganar el Balón de Oro y ser campeón del mundo, durante la última conferencia de prensa antes de la final de la Copa Confederaciones contra Alemania.
No hay historia que hasta ahora no se sepa del "Niño Maravilla" de Chile, al que con 28 años y una trayectoria impecable en el mundo futbolístico, de "niño" le queda poco.
La evolución de Alexis no ha pasado desapercibida desde la previa al mundial de Brasil 2014, época donde jugaba en el Barcelona de Lionel Messi, después de debutar en Cobreloa, pasar por Colo-Colo, River Plate de Argentina y el Udinese de Italia. En ese entonces, el chileno corría tras el sueño de vestir la camiseta del mejor club del mundo y apostaba por el aprendizaje nuevo sobre un planteamiento de juego diferente: la búsqueda del bien común, el toque constante para llegar al gol. La prensa continuamente comentaba que si Alexis hubiera estado en cualquier otro club, habría sido el dueño de todo y no la sombra de Messi. Pero el tocopillano tenía en mente ser parte del FC Barcelona, y nadie podría sacarlo de ese objetivo.
"Tuve que aprender a jugar al fútbol de nuevo. Lo que hacía en Italia no lo puedo hacer aquí. Antes de usar el uno contra un debo abrir el campo, encontrar espacios. Antes siempre esperaba el pie, regateaba a tres, y era yo el que daba el pase al espacio porque se me abrían los jugadores", reconocería en una entrevista al periodista Luis Martin del diario El País, el 2013.
En aquel entonces, Danilo Díaz escribía en el libro Los mejores de América, publicado el 2014, que el tocopillano amenazaba con superar todos los registros de la selección nacional. Tres años después, podemos decir que la predicción de Díaz era correcta. El "Niño Maravilla" rompió todo pronóstico, superando recientemente a Marcelo "Matador" Salas como el máximo goleador de la historia de la selección chilena, con 38 goles, e igualando en cantidad de partidos jugados al capitán de La Roja, Claudio Bravo, con una totalidad de 113 encuentros, si consideramos la final de la Confederaciones contra Alemania.
Su paso por el Barcelona solo hizo que un prometedor jugador se convirtiera en un doctor del fútbol, aprendiendo distintas especialidades, desde el uno contra uno que manejó desde nacimiento, hasta el sistema de toques que adquirió tras su paso por el Barcelona. Una frase de Pep Guardiola, DT del club catalán en ese tiempo, marcó el camino del delantero chileno y que hoy se refleja en el método de juego instaurado por Juan Antonio Pizzi. "Ustedes están acá porque todos hicieron su trabajo. Cuando un jugador no hace su trabajo, es cuando al equipo le va mal", dijo Pep Guardiola en el camarín del Barcelona, en la semifinal contra el Chelsea de Inglaterra en 2012.
Desde aquel año, ese donde Chile hizo historia en uno de los estadios más prestigiosos de Sudamérica por la convicción de superar al ex campeón del mundo tras un 2 a 1, de pelear un resultado hasta quedar desgarrados contra los pentacampeones, para volver a casa con la cabeza en alto y provocando que un país del fin del mundo se pusiera ante los ojos de los considerados grandes del escenario futbolístico, ganando admiración de unos y recelo de otros, por la Roja de los deseos incansables por alcanzar la gloria y la perfección.
Para el mundial de Francia 98, Sánchez dijo no tener siquiera una televisión. Hoy tiene todo lo que se plante en su mente. Ha sido elegido cinco veces para conformar el equipo ideal. Y lo tiene a base de constancia, evolución, adaptación y aprendizaje. No es coincidencia que haya sido escogido cinco veces como parte del once ideal del mundial de fútbol sub20, de la Copa libertadores 2008, de la era Arsene Wenger en el Arsenal durante el 2015, de la temporada '14-'15 de la Premier League y de la Copa América Centenario 2016.
Aquel niño de la sub 20, que acompañaba a Mathias Vidangossy a tocar piano durante la clasificación al Mundial de Canadá en 2007 mientras el resto descansaba la mente con juegos electrónicos, se ha convertido en el máximo artillero de Chile. El que supera cada meta que se propone. El que convierte las conferencias de prensa más amenas con su no parar de hablar. El que declara amor eterno a sus golden retriever. El que vuelve cada navidad a Tocopilla con regalos y balones autografiados para los niños que aún juegan en canchas de tierra. Las mismas que pisó él años atrás.
Con 28 años, tendremos disfrute de la técnica de la maravilla de Tocopilla para rato, siempre acompañado por el "Rey Arturo" Vidal, Gary "el Pitbull" Medel, el capitán Claudio Bravo y la generación de oro del fútbol nacional.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.