Alta Dirección Pública define terna para la super de Casinos

Pronto a terminar está el concurso para llenar el puesto de superintendente de Casinos de Juego (SCJ). El listado fue enviado a la autoridad por parte del sistema de Alta Dirección Pública (ADP) el 22 de noviembre, según consta en los registros de la entidad.

¿Los candidatos? Según fuentes de gobierno y otras instancias que han conocido el proceso, los finalistas están definidos y entre ellos figuran dos profesionales conocidos y que son los que corren con más fuerza. Uno es Francisco Leiva, quien fue el primer titular de la SCJ entre 2005 y 2012, mientras que otro nombre es Vivien Villagrán, actualmente jefa de la División de Planificación y Presupuesto del Ministerio de Educación.

En la nómina también estaría José Manuel Barros, quien trabajó en la gerencia de finanzas de Antofagasta Minerals, contaron fuentes.

Entre los postulantes hay dos que suenan fuerte. Uno es Leiva, de quien se destaca la experiencia que tuvo como el primer superintendente de Casinos, dicen los consultados. Pero agregan como matiz las asesorías prestadas, tras dejar el puesto, tanto a la operadora de casinos Boldt Peralada como a Fiden, el gremio que agrupa a los llamados casinos populares.

Por otro lado, las opiniones recogidas respecto de Vivien Villagrán valoran su carrera en el sector público. Cercana a la subsecretaria de educación, Valentina Quiroga, hoy es jefa de la División de Planificación y Presupuesto del Mineduc y previamente estuvo al mando de la Dirección de Planeamiento del Ministerio de Obras Públicas (MOP). El matiz, en este caso, radica en que la geógrafa no habría tenido relación profesional previa con la industria de casinos.

Principal tarea

Con todo, quienes conocen de cerca el proceso indicaron que el nombre por el que se incline el Ejecutivo de entre los finalistas propuestos por ADP se daría a conocer durante este mes. El nombre que defina el Ejecutivo como el superintendente definitivo deberá tomar la posta para hacerse cargo de una institución que en el último tiempo ha generado varios dolores de cabeza al gobierno.

A la polémica licitación del Casino de Chillán, que tuvo diversas denuncias de irregularidades, que tardó más de dos años en adjudicarse y que derivó en la petición de renuncia a Renato Hamel como superintendente, se suma el no menos controvertido concurso por los siete casinos municipales que funcionan en el país, proceso que está detenido debido a la dictación de órdenes de no innovar evacuadas por la Cuarta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago.

Esto, luego que operadores de casinos presentaran recursos de protección apuntando a las bases del certamen. Además, se ha cuestionado el alto monto de las ofertas mínimas garantizadas, que han restado atractivo, por ejemplo, a la licencia de Viña del Mar. Varios apuestan a que si la justicia acoge los reclamos, las bases del concurso tendrían que reformularse.