Andrés Allamand: "Novoa es el emblema de lo que más perjudica a la derecha"

El presidenciable de RN habla de la caída de Golborne, de su nueva estrategia, y de sus diferencias y similitudes con Pablo Longueira. "La candidatura anterior resolvió ignorar a Bachelet. Era como jugar contra el Barcelona e ignorar a Messi... Longueira y yo no vamos a ignorar a Messi", asegura.




"EL CANDIDATO anterior". Durante toda esta entrevista, el abanderado de RN, Andrés Allamand, evita mencionar el nombre de Laurence Golborne. Testigo y protagonista de las tensas jornadas que terminaron con la UDI bajando al ex titular de Obras Públicas y levantando la opción de Pablo Longueira, Allamand reafirma su postura frente a los efectos del fallo por el caso Cencosud. De paso, da cuenta de su nueva estrategia -apuntar al centro político-, explica el porqué de su tono cordial hacia el nuevo candidato gremialista, y critica duramente a Jovino Novoa, a quien considera un "ejemplo de desconexión" con el electorado.

Su tono respecto de su rival en las primarias cambió radicalmente una vez que la UDI nominó a Longueira. Con Golborne fue muy crítico y ahora habla de formar un equipo. ¿Por qué?
Hay un nuevo escenario, y con el candidato anterior había diferencias bastante significativas en términos de la estrategia política y de definiciones. Desde el punto de vista de la estrategia, yo hoy día me siento muy acompañado. Desde el principio, mi definición fue apelar a la importancia de la trayectoria política, defender al gobierno y contrastar propuestas con las de la Concertación. Ese diseño era completamente distinto en el caso del candidato anterior. Además, fueron surgiendo diferencias en el ámbito programático, respecto del tema de Bolivia, el aborto, pero fundamentalmente en aquello que vino a adquirir enorme relevancia: la defensa de los consumidores. A lo largo de toda la campaña señalé que las conductas de Jumbo-Cencosud, y en general del retail, en materia de modificación unilateral de los contratos, era ilegal, abusiva, y el candidato anterior siempre planteó lo contrario, las respaldaba. Entonces, obviamente que hoy hay una sintonía en la estrategia. Y, bueno, a partir del fallo de la Suprema se despejó la mayor diferencia.

Todo esto aglutinó a la UDI, donde usted hoy tiene más anticuerpos. ¿No siente que se le hace más cuesta arriba la tarea de ganar las primarias con Longueira?
Yo me muevo por convicciones, por principios y por el interés general de la centroderecha. No tengo duda de que la dupla que conformamos con Pablo Longueira es mucho más potente que aquella que existía hasta el cambio de candidato por parte de la UDI. Siento que hoy estamos en condiciones de ganar la elección. Además, las vulnerabilidades de la anterior candidatura, que en definitiva fueron el factor decisivo y, para mí, excluyente de cambiar de candidato, si hubieran explotado avanzada la primaria, habrían generado un efecto de bombas de racimo contra nuestro sector. En cada elección hay un hito decisivo, que marca la suerte: en la anterior fue el Transantiago, y en esta fue el fallo de la Suprema.

¿Por qué?
Porque es imposible derrotar a la Concertación con tejado de vidrio en materia de abusos a los consumidores. Me han preguntado por qué no fueron otros los que hicieron esta apelación; yo les señalo que para mí esto es una cuestión de principios, de convicción, de no defender lo indefendible. Si la centroderecha hubiera mantenido una actitud ambigua y vacilante, la suerte de la elección estaba echada. Y me sorprende que por parte de la propia UDI no haya una definición respecto del tema de fondo: ¿están a favor o en contra del fallo de la Suprema?

¿Longueira debe pronunciarse?
No tengo duda de que lo va a hacer. Yo creo que en este tema no vamos a tener diferencia alguna. Es un cambio importante.

¿Usted estaba consciente de que tomar la iniciativa, haber arremetido en este tema, podía tener estos efectos?
Creo que sugerir, cuando se han conocido los entretelones en virtud de los cuales la UDI decidió reemplazar a su candidato, o pretender sindicarme a mí como el culpable, es simplemente un manejo comunicacional de libreto. Cuando uno tiene un problema, hay que echarle la culpa a un tercero. ¿Qué tengo yo que ver con el fallo? ¿Qué tengo que ver con la no declaración de inversiones en las Islas Vírgenes? ¡Absolutamente nada! Y lo que dije no fue muy distinto a lo que dijeron los parlamentarios UDI: que si uno es candidato, tiene que responder por su trayectoria empresarial o política. Desafío a cualquiera a que vea en mis palabras una descalificación personal. No existe.

En este nuevo escenario, a usted le va a costar más contar con el apoyo de la UDI.
Ahora hay dos candidatos fuertes, con el mismo norte estratégico, y eso ayuda mucho. Es cierto que desde hacía muchos meses había en la UDI sectores desencantados con la otra candidatura, y se puede producir que los UDI que estaban apoyándome a mí vuelvan a su liderazgo natural. Pero se abre aquí un nuevo escenario, porque el gran desafío de hoy es lograr la adhesión del centro político. Y por mi trayectoria, por mis actuaciones, puedo lograr esa adhesión en sectores independientes y de centro.

¿Por qué lo piensa así?
Porque lo que está pasando en la Concertación es que Bachelet ha resuelto extinguir al centro político. Cuando plantea la incorporación del PC, la legalización del aborto, el matrimonio homosexual y el fin de la educación particular subvencionada, desprecia deliberadamente el centro político (...). Mi desafío es mantener la adhesión en la centroderecha, asumiendo que los UDI desencantados con el anterior candidato van a volver a su posición natural y avanzar hacia el centro. Creo en la vieja premisa de que "las elecciones se pueden disputar desde los extremos, pero se ganan en el centro".

Es decir, sin Golborne cambia su estrategia y parte en busca del centro...
La candidatura anterior nunca tuvo un posicionamiento nítido, más allá de que apuntaba a la despolitización. Hoy somos dos candidatos con los pies muy firmes, que representan el ADN de RN y la UDI. Ese campo está fortalecido y bien representado, entonces el desafío es avanzar hacia un centro que está quedando sin representación, porque más allá de los esfuerzos que hacen Claudio Orrego o Andrés Velasco, todo el mundo sabe que esas candidaturas no tienen posibilidad.

Habla de encantar al centro, pero la lógica de las primarias apunta a movilizar al sector, y la UDI es más grande que RN.

Sería absurdo que desconociera que la UDI tiene el doble de los parlamentarios de RN, pero también sería ignorar los hechos no darse cuenta de que en la municipal, donde la movilización se expresa, la diferencia fue de apenas un punto (en concejales). Hay otro fenómeno importante, que es que RN dio un paso de gran simbolismo al ser el único partido en Chile que va a tener primarias de conformidad a la ley. Creo que es un avance de democratización, modernización, que muestra un partido abierto y tolerante (...). La Concertación va a intentar que la convocatoria a las primarias defina la elección presidencial y, frente a eso, la centroderecha tiene que reaccionar y darse cuenta de que es fundamental tener una convocatoria alta, porque, de lo contrario, el voto indeciso se vuelca a quien haya demostrado mayor convocatoria.

Aunque plantee que culparlo de la caída de Golborne responde a un libreto, en la UDI hay molestia. Jovino Novoa dijo que no confiaba en usted...
Tengo demasiada experiencia en estas lides. Hace dos semanas, el propio Patricio Melero, que ha sido uno de los críticos más feroces, con muy poco apego a la veracidad, decía que la centroderecha tenía dos extraordinarios candidatos. En consecuencia, yo sé que cuando se producen elecciones, aun en personas de mucha trayectoria, la pasión ciega la razón. Y en el caso de Jovino Novoa, creo que él se ha transformado en el emblema de lo que más perjudica a la centroderecha como planteamiento público.

¿Por qué?
Por ejemplo, señaló que la desigualdad era un invento de la izquierda y que la centroderecha abandonaba su ideario si se ocupaba de ese tema, pues debía concentrarse en la disminución de la pobreza. Es un error monumental. Una centroderecha moderna tiene que ser capaz de combatir la pobreza y disminuir la desigualdad. Pero en este episodio marcó, creo yo, la mejor insensibilidad respecto del electorado. La frase de Jovino Novoa, de que él prefería las tarjetas de crédito a las tarjetas de racionamiento, es precisamente la expresión que nos enajena al electorado de centro, al electorado moderado, a la gente independiente que no está dispuesta a tolerar los abusos. Que un destacado dirigente que en medio de esta polémica formule una frase de esa naturaleza, demuestra hasta dónde se puede perder la completa sintonía con el electorado. A quién se le pasa por la cabeza, para justificar lo injustificable, decir que son preferibles los abusos con las tarjetas de crédito a las tarjetas de racionamiento. ¿A quién se le pasa por la cabeza una comparación de esa naturaleza?

Con Longueira han tenido desencuentros, pero ahora los discursos de ambos apelan a la unidad. ¿Qué garantías hay?
La experiencia de Longueira y la mía. Así como hemos tenido coincidencias, trabajamos en la Transición, fuimos oposición constructiva y fuimos ministros, hemos tenido diferencias significativas, que yo dejo atrás. El mejor ejemplo de que las cosas se pueden hacer son precisamente los enfrentamientos entre Longueira y el Presidente Piñera: todas las discusiones que he tenido yo con Longueira parecen juegos de niños ante las diferencias que existieron entre el Presidente y él. Pero han demostrado perfectamente que pueden trabajar juntos.

Hasta el lunes, el candidato más gobiernista era usted, pero Longueira asumió con un discurso que destaca a la actual administración. El y Piñera han mostrado sintonía. ¿Teme favoritismo?

Absolutamente no. La Moneda ha sido implacablemente imparcial y se va a mantener así. Obviamente, yo tengo una mayor cercanía personal histórica con el Presidente que Pablo, pero tampoco hay duda de que ellos conformaron una muy buena dupla. Durante el período de la otra candidatura había rechazo respecto del rol protagónico que sigue asumiendo el Presidente y había una queja larvada de que eso impedía a los candidatos desplegarse. Yo siempre estuve en contra de esa tesis y sostengo que, para que ganemos, es fundamental que el Presidente continúe con el acelerador a fondo.

¿Cuál es la debilidad de Longueira?
Voy a hablar de sus fortalezas: representa el ADN del partido más importante, numéricamente hablando, del país. Tiene una capacidad importante de comunicar los logros de este gobierno, que era una tarea en la cual me encontraba solo. Y creo que es una persona capaz de mostrar las falencias de las propuestas de la Concertación. En el esquema anterior, una candidatura había resuelto que había que ignorar a Bachelet. Para mí, eso era como jugar contra el Barcelona y decir que hay que ignorar a Messi... Bueno, Longueira y yo no vamos a ignorar a Messi.

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