Asociación de católicos de EEUU pide que cardenal cuestionado no participe en Cónclave
Catholics United dice que Roger Mahony no debe viajar a Roma y le solicita que "permanezca en casa", por su presunto encubrimiento de casos de pedofilia cometidos presuntamente por un centenar de religiosos.
La asociación de católicos de EEUU, Catholics United, quiere impedir que el cardenal retirado Roger Mahony viaje a Roma para participar en el cónclave que designará al nuevo Papa, por su presunta participación en un escándalo de pedofilia en Estados Unidos.
"Querido cardenal Mahony, permanezca en casa", destaca el texto, colocado en la página web de la asociación. "Su implicación en el escándalo de pedofilia en la Iglesia y la prohibición de ejercer un ministerio público que le infligió el arzobispado de Los Angeles deberían representar para usted un signo de que no debe intervenir en el próximo cónclave papal", indica.
Acusado de haber encubierto casos de pedofilia presuntamente cometidos por un centenar de religiosos, Mahony fue privado de "toda responsabilidad administrativa o pública" en la iglesia por su sucesor en Los Angeles, el arzobispo José Gomez.
"Si un cardenal es privado de ministerio público en su diócesis, ¿por qué se lo debería recompensar autorizándolo a votar para elegir al próximo Papa", se pregunta el texto que acompaña la petición. "El cardenal Mahony agravaría el escándalo y la vergüenza que afectan a nuestra Iglesia si asistiera al cónclave papal", agrega.
El arzobispo José Gomez se dijo sin embargo favorable a la participación de Mahony en el cónclave, según un comunicado de Catholics United.
El cardenal, de 76 años, que intervino en la designación de Benedicto XVI, es teóricamente miembro del cónclave, constituido por 117 cardenales de menos de 80 años de edad que permanecerán reunidos en el mayor de los secretos en la Capilla Sixtina hasta la elección del nuevo pontífice.
A comienzos de febrero, Gomez difundió, por orden de la justicia, los archivos de presuntos casos de pedofilia que involucraban a un centenar de hombres de la Iglesia católica estadounidense.
En 2007, el arzobispado de Los Angeles, entonces dirigido por Mahony, aceptó entregar unos 660 millones de dólares a 500 presuntas víctimas de abusos sexuales y a publicar las fichas personales de los sacerdotes acusados.
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